De 133 millones de dólares para los países de origen a dos nuevos centros en Chiapas: México afronta su crisis migratoria
La secretaria de Exteriores, Alicia Bárcena, presenta la estrategia del Gobierno para mantener en 4.000 los cruces del país a Estados Unidos y apoyar a los mexicanos en el exterior
Los números marcan la crisis migratoria de México. A un lado, los 2,5 millones de migrantes que fueron detenidos tras cruzar a Estados Unidos en 2023. El mayor número del que hay registro en la historia de esa frontera. Al otro, los 4.000 extranjeros irregulares que el Gobierno de Joe Biden ha puesto como límite para procesar al día en su territorio. Entre las dos cifras una realidad cada vez más compleja: la vi...
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Los números marcan la crisis migratoria de México. A un lado, los 2,5 millones de migrantes que fueron detenidos tras cruzar a Estados Unidos en 2023. El mayor número del que hay registro en la historia de esa frontera. Al otro, los 4.000 extranjeros irregulares que el Gobierno de Joe Biden ha puesto como límite para procesar al día en su territorio. Entre las dos cifras una realidad cada vez más compleja: la violencia y pobreza de los países que siguen expulsando a su población, el sufrimiento de los migrantes al atravesar un México marcado por la inseguridad y el crimen, y, al final del recorrido, las políticas y discursos antimigratorios que expanden sus tentáculos en Estados Unidos. “Nuestro problema de migración ya no es entre México y EE UU, sino que va más allá, tiene que haber una mirada regional, un cambio de paradigma”, ha dicho este martes la secretaria de Exteriores, Alicia Bárcena, al presentar los detalles del Gobierno para abordar la crisis, en un plan que han llamado Modelo Mexicano de Movilidad Humana.
En la estrategia, liderada por la secretaría de Exteriores, participan la mayoría de las dependencias de la Administración de Andrés Manuel López Obrador. La crisis migratoria se ha convertido en un problema transversal. “Necesitamos un modelo único porque México tiene características únicas: somos un país de origen de migrantes, de tránsito, de destino y de retorno”, ha resumido la canciller, que ha empezado planteando con cifras el tamaño de la crisis.
En 2023 fue el punto más alto de los llamados “encuentros” por la patrulla fronteriza de Estados Unidos: de los 2,5 millones, el 30% fueron de mexicanos, y después le siguieron 360.000 de Venezuela, 260.000 de Guatemala, 235.000 de Honduras, 156.000 de Colombia y 123.000 de Ecuador. En contraste, en 2018, por ejemplo, no llegaron a 500.000. El año pasado también se rompió el récord de solicitudes de asilo en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar): 140.900. Cinco años antes, en 2019, fue de la mitad y en 2018 no superaron los 30.000. “2023 fue el máximo histórico en todo”, ha señalado Bárcena.
La canciller ha recordado un día en concreto: el 18 de diciembre de 2023, cuando Estados Unidos anunció el cierre de siete de sus puestos fronterizos. “¿Por qué? Porque llegaron a la frontera norte 12.500 personas. Y la capacidad de EE UU para procesar es 4.000, entonces había una sobredimensión de personas que querían cruzar, y no había capacidad”, relata. Ante esa situación, dice, se iniciaron reuniones y se planeó la cumbre de Palenque “para hacer un plan conjunto para poder atender los problemas de la migración”: “México no puede estar solo, solos no podemos enfrentar este problema”.
El plan incluye varios ejes. El primero es el que llaman de “cooperación”, que incluye invertir 133 millones de dólares, unos 2.250 millones de pesos, en Belice, Cuba, Colombia, El Salvador, Guatemala, Haití y Honduras. “Que no es tanto si se pone a pensar en todo lo que puedes beneficiar”, ha dicho la secretaria, que ha cifrado en 80.000 los beneficiarios del programa. “Se les da un sueldo mínimo para que tengan un programa de capacitación en empresas o para que vayan a dedicarse a actividades del campo o la pesca. También lo estamos haciendo con las personas retornadas”, ha apuntado, en referencia a los migrantes que México devuelve a sus países de origen. Para esto, el Gobierno está pidiendo la implicación de Estados Unidos. “El presidente [López Obrador] obviamente ha solicitado a EE UU que también inviertan, porque resulta que EE UU aprueba 95.000 millones de dólares para Ucrania y Rusia e Israel, y ¿nuestro hemisferio cuándo?”.
La siguiente acción es para los migrantes que atraviesan México, se queden o no en el país como destino final. Bárcena ha afirmado que el Gobierno ha encontrado 65 empresas que pueden ofrecerles trabajo, entre las que está Amazon, Rappi, Coppel, FEMSA, L’Oreal o H&M, entre otras. Además, la secretaria se ha congratulado de que ya han conseguido regularizar y emplear a 40.000 de sus solicitantes de asilo.
Bárcena ha detallado la construcción en Tapachula y Huixtla (Chiapas) de dos “centros multiservicios de inclusión de desarrollo de migrantes y refugiados”. Detrás de ese nombre enrevesado, no hay solo un albergue, afirma la canciller, sino un lugar donde los migrantes recibirán apoyo, asesorías e incluso pueden ser captados por empresas para entrar a trabajar. También ha anunciado el reforzamiento de otros centros en Ciudad Juárez, Matamoros y Tijuana, con una capacidad entre los tres de 1.900 personas. En México, hay 51 estancias migratorias, 35 de ellas inactivas, muchas después del brutal incendio en el centro del Instituto Nacional de Migración, donde murieron atrapados 40 migrantes.
La secretaria no se ha referido en ningún momento de su conferencia a los peligros que afrontan los migrantes al cruzar el país, pero actualmente México es definido por migrantes y organizaciones de los derechos humanos como la peor parte de la ruta hacia Estados Unidos. La inseguridad, que incluye secuestros, extorsiones, violaciones y asesinatos, ha convertido el país en un territorio minado para aquellos que lo atraviesan. En Chiapas, donde se abrirán en agosto los dos centros, los migrantes se han convertido en una presa habitual del crimen organizado. EL PAÍS documentó secuestros de familias enteras por el cartel y también una política migratoria que los obliga a avanzar a pie cientos de kilómetros.
El último eje es ahondar en las negociaciones con Estados Unidos para que apuesten por vías de entrada legal. Bárcena ha señalado que en 2023, EE UU emitió más de 400.000 visas de trabajo para mexicanos, de las que 285.000 eran para trabajos agrícolas. Otras 26.000 fueron para Canadá. “Estas vías regulares de movilidad son vías circulares, los migrantes pueden ir a trabajar y volver, para muchas comunidades ese es su sueño”, ha señalado la canciller. Además, ha remarcado la admisión de 370.000 migrantes de Nicaragua, Haití, Cuba y Venezuela desde octubre de 2023 hasta este febrero por parte de Estados Unidos y su programa de asilo humanitario, para aquellos que lleguen por aire y tengan un patrocinador en el país.
También ha reclamado al Gobierno de Biden que amplien el acceso a la aplicación CBP One, que permite a los migrantes pedir una cita con los agentes fronterizos para solicitar asilo. Esta app, que acepta unas 1.700 citas al día, según las cifras de la canciller, solo llega hasta el paralelo 19. “El paralelo 19 cae en la plaza Giordano Bruno de Ciudad de México, entonces todos tratan de llegar hasta ahí, pedimos que bajen la plataforma al sur, para que puedan ingresar desde Tabasco o Chiapas”.
Mexicanos en el exterior
Bárcena ha detallado este martes el plan del Gobierno para apoyar a los 40 millones de mexicanos que viven en el exterior. Los esfuerzos están centrados en Estados Unidos, donde residen más de 37 millones de ellos; la mayoría son ya mexicanos de tercera y cuarta generación, ha dicho la canciller, pero 10 millones son de primera. “Y al menos hemos identificado que cinco millones están indocumentados en EE UU. Tenemos que darles una atención prioritaria”, ha señalado la secretaria. El Gobierno de López Obrador está tratando de convencer a la Administración de Biden de que regularice a estos cinco millones de mexicanos, especialmente a los que ya llevan más de cinco años en Estados Unidos, pero no cuentan con papeles. “Lo hemos pedido por todos los medios”, ha afirmado Bárcena.
La secretaria ha sido crítica con la regulación que están aprobando Gobiernos como los de Texas, Tennessee, Kansas o Florida. “La migración es un tema federal. Pero resulta que estos Estados quieren hacer una regulación estatal con leyes francamente antimigrantes, discriminatorias”, ha señalado. La canciller ha apuntado que “la frontera se ha convertido en un lugar muy importante para poder atender, aunque cruzar no es fácil, hay que cruzar las boyas y las navajas y todas estas cosas que ha puesto Texas”. El gobernador texano, Greg Abbott, ha instaurado métodos radicales para tratar de combatir la llegada de inmigrantes, como enviar autobuses de inmigrantes a ciudades demócratas o instalar boyas y alambre de púas en el río Bravo.
Ante eso, la canciller apuesta por aprovechar la red de 53 consulados desplegada en Estados Unidos. “Tenemos la red consular más grande del mundo de un país en otro”, ha afirmado, de los que 11 están en Texas, nueve en California, cinco en Arizona y dos en Florida. Además de darles apoyo legal, ha señalado, desde México se va a facilitar a los mexicanos inscribirse al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), al Infonavit y también con facilitar desde el Servicio de Administración Tributaria (SAT), que puedan sacar la firma electrónica digital. Además, el Gobierno ha desarrollado unas tarjetas, a las que llama Finabien, para que los mexicanos paguen menos dinero al enviar las remesas: “Los migrantes mandaron 63.000 millones de dólares en 2023. Eso representa el 18% de su ingreso. El 82% se queda en la economía de EE UU. Por cada transacción, por cada envío, le cobran entre 14 y 25 dólares. Finabien está ofreciendo cuatro dólares”.
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