El huracán Eta se degrada a tormenta tropical, pero todavía es “potencialmente mortal” para Centroamérica

El empobrecido Caribe de Nicaragua, donde viven los miskitos, hace recuento de daños tras la llegada del fenómeno meteorológico que deja graves inundaciones en la región

Un hombre camina por una carretera inundada en Okonwas, Nicaragua, el miércoles 4 de noviembre de 2020.Carlos Herrera (AP)

Es muy prematuro calcular los daños que el huracán Eta ha provocado en Centroamérica. Aunque el ciclón se degradó de categoría 4 a tormenta tropical la madrugada de este miércoles, al internarse en territorio nicaragüense, las persistentes lluvias mantienen en alarma a la región debido a las inundaciones “potencialmente mortales”, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Preliminarmente, el ciclón causó tres muerto...

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Es muy prematuro calcular los daños que el huracán Eta ha provocado en Centroamérica. Aunque el ciclón se degradó de categoría 4 a tormenta tropical la madrugada de este miércoles, al internarse en territorio nicaragüense, las persistentes lluvias mantienen en alarma a la región debido a las inundaciones “potencialmente mortales”, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos. Preliminarmente, el ciclón causó tres muertos, dos en Nicaragua y uno en Honduras. Pero el inventario del desastre apenas comienza a levantarse.

En el litoral del Caribe norte de Nicaragua, tras el paso de rachas de viento de 230 kilómetros por hora, vecinos y autoridades han comenzado a evaluar los estragos de Eta y su rápido tránsito de tormenta tropical a un temido ciclón en menos de 24 horas.

Bilwi, en Puerto Cabezas, es la ciudad más golpeada en Nicaragua. Fue al sur de esta ciudad costera donde el huracán tocó tierra. Las potentes ráfagas de Eta arrebataron los techos de viviendas, desbordaron caudales de río, cortaron el paso de carreteras, arrancaron de un tajo altas palmeras caribeñas, tumbaron muros y abarrotaron iglesias y albergues con 30.000 refugiados, según el registro de Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (Sinapred).

Residentes de la comunidad Nazaret de El Naranjal, Nicaragua, en un refugio por el paso de Eta. Carlos Herrera (AP)

El vendaval afectó sobre todo a las vulnerables comunidades indígenas (miskitos y mayangnas), que habitan en zonas remotas del Caribe norte. El PAÍS visitó algunos de los albergues habilitados en la región caribeña, y los comunitarios se quejaron de que nadie les avisó con tiempo de la amenaza de Eta. “Muchos de los que están acá evacuaron sus viviendas gracias a la radio, porque allá [en las comunidades] nadie les fue a decir nada”, aseguró José Medrano Coleman, un vecino de Bilwi.

Aunque la llegada de Eta fue advertida desde finales de la semana pasada, no fue hasta el lunes cuando el gobierno de Daniel Ortega inició la evacuación de algunas comunidades luego de decretar alerta roja para el Caribe norte. EL PAÍS pudo comprobar que en comunidades como Río Wawa los pobladores buscaron por su cuenta refugio en casas situadas en colinas.

Los pueblos indígenas fueron los más afectados por Eta. La ecóloga Salvadora Morales relató que la marejada ciclónica arrasó casi por completo la comunidad de Wawa Bar, al sur del litoral de Bilwi. El caserío de tambo quedó hecho un puñado de escombros revueltos con lanchas expulsadas con furia por el mar. “Todas las casas se las llevó, desapareció ese tsunami. Muchos lo perdieron casi todo”, lamentó Morales.

Aunque la vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, dio “gracias a dios” porque Eta no fue “tan catastrófico en términos de daños materiales” este martes, el director del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) comparó los daños del actual ciclón con el huracán Juana en 1988. El gobierno sandinista no ha hecho un balance final de los estragos. Mientras que el Sinapred advirtió que el “peligro aún no ha pasado”, ya que la acumulación de lluvias puede provocar inundaciones y deslizamientos. Muchos vecinos se organizaron para entregar donativos en la zona de Bilwi, pero policías armados han impedido que las provisiones sean acopiadas.

A medida que avanza como tormenta tropical por el norte de Nicaragua y se dirige hacia Honduras, Eta causa inundaciones en las comunidades de Mulukukú, Prinzapolka y zonas del triángulo minero (Siuna, Rosita y Bonanza. En este último lugar fallecieron dos mineros a causa de un deslave provocado por las aguas del fenómeno natural.

El Centro Humboltd advirtió que Eta seguirá causando los próximos días lluvias en Nicaragua, Centroamérica, el sureste mexicano, Haití y en Islas Caimán. “Se espera que las marejadas afecten sectores de la costa de América Central y la Península del Yucatán de México los próximos días”, subrayó el centro científico desde Managua.

En Honduras, la alerta máxima se mantiene, después de causar la muerte de una niña que fue arrastrada por una corriente. Las lluvias se intensifican en el Caribe y oriente catracho a medida que la tormenta tropical va saliendo de Nicaragua. Se estima que Eta haga su ingreso a territorio hondureño en la tarde de este miércoles, siempre como tormenta tropical. Aunque no se descarta que en su paso hacia el Caribe pueda intensificar su fuerza de nueva cuenta. Paralelamente, en El Salvador, las autoridades del gobierno de Nayib Bukele se alista para los efectos de Eta con alerta roja y la habilitación de albergues.

Eta se debilitó de un huracán de categoría 4 a una tormenta tropical, residentes caminan a través de una carretera inundada con algunas pertenencias, en Progreso Yoro, Honduras.Delmer Martinez (AP)


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