¿Quién ha ganado el debate del 9-J? Los mayores aciertos y errores de cada candidato
Seis analistas valoran las intervenciones de los candidatos de PSOE, PP, Vox, Sumar, Podemos y Ciudadanos en el encuentro de EL PAÍS y la SER
Los principales candidatos a las elecciones europeas del domingo 9 de junio han protagonizado este lunes un debate organizado por EL PAÍS, la SER y El HuffPost en torno a tres grandes bloques: los valores democráticos, economía y energía, y defensa y seguridad, aunque la política nacional se ha colado en la mayor parte de las intervenciones. Seis analistas valoran cuáles han sido los mayores aciertos y los mayores errores en las intervenciones de ...
Los principales candidatos a las elecciones europeas del domingo 9 de junio han protagonizado este lunes un debate organizado por EL PAÍS, la SER y El HuffPost en torno a tres grandes bloques: los valores democráticos, economía y energía, y defensa y seguridad, aunque la política nacional se ha colado en la mayor parte de las intervenciones. Seis analistas valoran cuáles han sido los mayores aciertos y los mayores errores en las intervenciones de los cabezas de cartel de PSOE, PP, Vox, Sumar, Podemos y Ciudadanos.
Teresa Ribera (PSOE)
Aciertos:
Teresa Ribera despliega estilo. Se muestra firme, sin invadir, agredir ni insultar, pero tampoco se deja avasallar: si la interrumpían, reconvenía la mala educación de Dolors Montserrat y el “ejemplo de intransigencia” de Jorge Buxadé. La candidata socialista enfatizó con eficacia su mensaje central: el peligro de Europa es perder “el alma” por una alianza derecha-ultraderecha. Se declaró “orgullosa” del Pacto Verde “porque el tiempo no espera”; de las renovables y de los bajos precios eléctricos españoles; de los nuevos fondos europeos. Reclamó una política de defensa europea basada “en reglas”, en los derechos humanos, con la ONU. Y contrapuso al Sánchez aplaudido en el Parlamento ucranio con el trío de las Azores.Errores:
Es un error dejar preguntas sin respuesta. Tres veces Dolors Montserrat la inquirió sobre si el Gobierno mantendrá la rebaja del IVA alimentario. Podía escoger argumentos para contestar: aún no toca decidir; no es asunto europeo sino interno; hay que elegir alguna ayudas o reducir el déficit. El silencio lo rellena el rival. También le costó bajar a ejemplos concretos en defensa de sus propuestas. Por ejemplo, sobre la simbiosis derecha-ultraderecha. Para su suerte, desde el PP se recordó a Vox que ambos han votado juntos erosionando el Pacto Verde: aplazando a 2035 el plazo final del coche de combustión, en la ley de restauración de la naturaleza, en la directiva de pesticidas…XAVIER VIDAL-FOLCH
Dolors Montserrat (PP)
Aciertos:
Lo mejor, su defensa cerrada de Ucrania. Dolors Montserrat es la favorita al frente de las siglas con mayor intención de voto en las europeas y levantó la bandera de los lazos de su partido con el corazón fundacional de la Unión y sus valores, una verdad ciertamente histórica, como su apoyo incuestionable a defender e incorporar a Ucrania a la UE. A partir de ahí, la candidata, con muchas horas de vuelo en las contiendas políticas, se esforzó por subrayar el discurso de la “Europa de las personas”, que tradujo en planes para luchar contra el cáncer, la ELA, la salud mental, la emancipación de los jóvenes, el mundo rural o el abaratamiento de la cesta de la compra. El mensaje ciudadano quedó expreso en ciertas propuestas concretas, aunque muchas no tuvieran relación con las políticas desde Bruselas.Errores:
Lo peor, el cansino racarraca antisanchista. Sufre el Partido Popular el engorro de librar dos batallas a la vez: de frente, contra Pedro Sánchez; en la retaguardia, contra una ultraderecha que le va mordiendo los tobillos como un chihuahua empecinado que no le deja avanzar. Y eso ha sido palpable en una Dolors Montserrat obligada a mantener la vista puesta en el retrovisor y camuflar sus pactos con Vox y los brazos abiertos a la extrema derecha europea. Por el contrario, y en lugar de centrarse en lo medular, lo europeo, priorizó las hipérboles que están caracterizando al PP de Feijóo: Sánchez es Puigdemont, pacta leyes con delincuentes, saca a depredadores sexuales de la cárcel, regala la amnistía y esconde la corrupción. El cansino y simplista racarraca antisanchista con dosis de populismo agrario y fiscal y sin mojarse en la lucha contra el cambio climático.BERNA GONZÁLEZ HARBOUR
Jorge Buxadé (Vox)
Aciertos:
Adiós a los tiempos en que Vox aparecía como un partido marginal tanto en las alianzas como en los discursos. Jorge Buxadé presumió de pertenecer a una familia política al alza "en toda Europa", con la Italia de Giorgia Meloni como máxima expresión, y celebró la centralidad de su agenda durante el debate. "Me alegro de que se oigan los temas de Vox", festejó con una sonrisa. Como colofón, se encontró con Dolors Montserrat (PP) incómoda y a la defensiva ante su insistente acusación de pactar por sistema con el PSOE en la UE, incluyendo supuestas medidas contra el campo español.Errores:
Vox reincide en sus tics de desconsideración hacia las mujeres. A Irene Montero (Podemos), Buxadé la llamó dos veces "ministro", una alusión fácil de viralizar que sirve como recordatorio del predominio de lo masculino en el liderazgo, el discurso y la práctica del partido. El repertorio del candidato en este campo se limitó a presentar a las mujeres como víctimas indefensas de la amenaza del inmigrante, un cortapega del "feminacionalismo" de Marine Le Pen que en España aún no ha demostrado la misma capacidad que en Francia para reducir la brecha de género del electorado de extrema derecha.ÁNGEL MUNÁRRIZ
Estrella Galán (Sumar)
Aciertos:
Su mayor acierto ha sido ser capaz de diferenciar las posiciones de Sumar de las del PSOE sin dañar el Gobierno de coalición e incluso reivindicándolo claramente. No era fácil. Ha dejado claro que defiende una política tributaria más atrevida, especialmente hacia las grandes corporaciones, y una mayor firmeza contra los paraísos fiscales. Pero también ha puesto en valor las coincidencias en el programa ambiental y en política exterior, particularmente la posición sobre Palestina. Ha sido especialmente hábil su metáfora de que Sumar es el corazón del Gobierno de coalición, un órgano que impregna de valores y sentimiento la política; y también su alegato contra las posiciones del candidato de Vox al desearle que su familia no tenga nunca que emigrar y encontrarse enfrente con alguien como él.Errores:
Sus intervenciones han sido en ocasiones atropelladas. En sus intentos de aterrizar el debate en cuestiones europeas y polemizar con la derecha se ha visto en algunos momentos más agresiva que firme, y eso le ha restado eficacia expositiva. El lenguaje corporal era vehemente e impositivo, en vivo contraste con la serenidad y ponderación de Teresa Ribera, y con el mayor control y claridad discursiva de Irene Montero. Algunas expresiones como “tiene que estudiar un poco más” han resultado faltonas. Tenía fácil la confrontación contra el PP y Vox, pero en el debate se dirimía otro pulso, el que Sumar mantiene con Podemos. La manera en que se han ignorado hablaba más que el silencio sobre el mar de fondo que las enfrenta.MILAGROS PÉREZ OLIVA
Irene Montero (Podemos)
Aciertos:
Nadie ha defendido con mayor convicción el argumento pacifista. Prácticamente en cada una de sus intervenciones, Irene Montero ha reiterado la misma idea: el primer objetivo de Europa debería ser la consecución de la paz. Cuando tocaba hablar de valores: “Si no podemos parar el genocidio, ¿qué es Europa?”. Cuando tocaba hablar de economía: “El Pacto Verde es una tomadura de pelo” en un contexto de economía de guerra que implicará el aumento del gasto militar y recortes en gasto social. Cuando tocaba hablar de seguridad: “La guerra y la sumisión a Estados Unidos es la principal amenaza”.Errores:
Aunque ha sido más brillante en el contrataque a los candidatos de Vox y Ciudadanos, en especial cuando se ha plantado contra el racismo neofascista de Jorge Buxadé, a la hora de las propuestas Irene Montero no ha logrado concretar ni una sola medida de las que impulsaría si fuese elegida eurodiputada. Durante una hora y media, más allá de reiterar ideas izquierdistas básicas, no supo exponer cuáles serían las políticas a través de las cuales acabar con las guerras que se desarrollan en las fronteras del continente. Su discurso funcionaría mejor en las plazas que en el Parlamento. No es extraño que haya terminado con el clásico “sí se puede”.JORDI AMAT
Jordi Cañas (CS)
Aciertos:
Jordi Cañas reivindicó que estas elecciones van de Europa, no de Carles Puigdemont o de las peleas entre el Partido Popular y el PSOE. Expuso cómo las políticas que se legislan desde la Unión Europea afectan a los ciudadanos españoles, un ejercicio pedagógico para que estos comicios no sean vistos como alejados o etéreos. Por ejemplo, comparó las exigencias que se aplican a los agricultores nacionales frente a cómo se fabrican esos mismos productos en otros países —menor uso de pesticidas— e, incluso, señaló los retos que todavía supone para muchos municipios rurales la inversión en energías renovables.Errores:
Pese a detectar los problemas, Cañas no desplegó una amplia batería de medidas para afrontarlos, algo que habría definido el discurso de Ciudadanos. Su participación en el debate quedó diluida entre PP, PSOE y Vox. Puesto que Cañas defiende ayudar a Ucrania, debió haber rebatido el argumento de Podemos sobre que el gasto militar podría ocasionarnos recortes. En realidad, la UE ya había pedido contención del déficit a los Estados antes de que España suscribiera su reciente acuerdo de seguridad con Ucrania. La suspensión de las reglas fiscales se remontaba a la pandemia para permitirnos mayor endeudamiento en gasto social.