“¿Está Macron? Pues que se ponga”: un profesor francés, demandado por acoso telefónico al Elíseo

El palacio presidencial denunció al hombre, que quería criticar al mandatario, después de que amenazara al personal de la centralita por no conectarle con el presidente

El presidente francés, Emmanuel Macron.GONZALO FUENTES (REUTERS)

Que un ciudadano tiene derecho a quejarse de sus representantes políticos y de las políticas que realizan es algo que, al menos en democracia, casi nadie discute. El problema puede ser la forma en que lo haga y, en el caso de un profesor de música francés, también de cuántas veces lo hizo: decenas, si no centenares de llamadas telefónicas durante días y semanas a la centralita del Elíseo. Según algunos medios franceses, hasta 195 llamadas en 24 horas. Una cifra que el Elíseo dice que no sabe de dónde salió porque, precisa, “no contamos las llamadas”. Pero sí indica que fueron las suficientes c...

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Que un ciudadano tiene derecho a quejarse de sus representantes políticos y de las políticas que realizan es algo que, al menos en democracia, casi nadie discute. El problema puede ser la forma en que lo haga y, en el caso de un profesor de música francés, también de cuántas veces lo hizo: decenas, si no centenares de llamadas telefónicas durante días y semanas a la centralita del Elíseo. Según algunos medios franceses, hasta 195 llamadas en 24 horas. Una cifra que el Elíseo dice que no sabe de dónde salió porque, precisa, “no contamos las llamadas”. Pero sí indica que fueron las suficientes como para que hasta una institución a priori curada de espanto como la residencia de un jefe de Estado decidiera presentar una denuncia. Porque resulta, además, que no es la primera vez que este ciudadano actúa de manera tan agresiva.

El hombre ha sido identificado por la prensa francesa como un profesor de música de entre 38 y 40 años y padre de familia, residente en Annecy, en el este del país.

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A lo largo de varias semanas llamó insistentemente a la centralita del Elíseo. Su intención: trasladar su malestar al presidente, Emmanuel Macron. Obviamente, no fue comunicado con el despacho presidencial. A pesar de ello, el hombre siguió llamando una y otra vez, “las suficientes como para impedirle al personal de la centralita realizar su trabajo de recibir llamadas de la ciudadanía”, ha explicado a este diario un portavoz del Elíseo. No contento con expresar sus “críticas al presidente”, el hombre empezó durante las llamadas a “amenazar al personal de la centralita del Elíseo” y también “los insultó varias veces”. Fue en ese momento, de acuerdo con la información oficial, cuando se decidió cortar por lo sano y presentar una demanda por acoso telefónico. El “procedimiento administrativo clásico”, según lo califican, se realizó en septiembre.

Tras algunos faux pas del mandatario, muy criticado y acusado de arrogancia este verano por la forma en que se dirigió a un parado —“cruzo la calle y te encuentro un trabajo”, le dijo— o a un adolescente que no le llamó “señor presidente”, sino “Manu”, el Elíseo hace hincapié en que la demanda no ha sido por criticar a Macron, sino por las amenazas proferidas contra el personal del palacio.

Una fuente policial confirmó a Le Parisien que el demandado “daba regularmente su punto de vista de manera vehemente sobre todo tipo de cosas y consideraba legítimo hacerlo directamente con el Elíseo”. Según esta versión, su discurso era “a menudo incoherente, vindicativo e iba acompañado de insultos”.

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De acuerdo con la prensa regional, fue convocado ante la policía de Annecy este lunes, en la que permaneció varias horas. La policía pudo identificarlo fácilmente no solo por el número desde donde hizo las llamadas a París, sino porque es reincidente, informa el diario regional L’Essor Savoyard. El acusado “ya actuó de esa manera con (el expresidente socialista) François Hollande y con un alto funcionario de la policía nacional al que vio por televisión”, agrega el rotativo. La emisora France Bleu afirma que el hombre considera que “manifestar su descontento es un derecho legítimo en democracia”. El hecho de que sea una actitud reincidente le puede costar caro. Para empezar, deberá explicárselo todo a un juez en enero de 2019.

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