Un ataque de 'seny'

En política, los muertos resucitan. Y suele ser, en gran parte, por decisión propia. Así ha sucedido con Artur Mas, muerto viviente desde el 25 de noviembre de 2012, cuando las elecciones con las que pretendía obtener una mayoría indestructible le dejaron sin mayoría de Gobierno y en manos de Esquerra Republicana, el partido con el que Convergència i Unió rivaliza en la hegemonía del campo nacionalista.

Murió como fruto de un mal cálculo, suyo o de sus asesores, que le condujo a disolver a mitad de legislatura, en el clima de euforia independentista creado alrededor d...

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En política, los muertos resucitan. Y suele ser, en gran parte, por decisión propia. Así ha sucedido con Artur Mas, muerto viviente desde el 25 de noviembre de 2012, cuando las elecciones con las que pretendía obtener una mayoría indestructible le dejaron sin mayoría de Gobierno y en manos de Esquerra Republicana, el partido con el que Convergència i Unió rivaliza en la hegemonía del campo nacionalista.

Murió como fruto de un mal cálculo, suyo o de sus asesores, que le condujo a disolver a mitad de legislatura, en el clima de euforia independentista creado alrededor de la manifestación multitudinaria del 11-S de 2012. Quería obtener una mayoría absoluta para enfrentarse en una negociación a cara de perro sobre la disputa fiscal a la mayoría del mismo tipo que sustenta Rajoy en Madrid y se quedó colgado en la brocha de Esquerra Republicana, partido malabarista que es capaz de apoyar al Gobierno y hacer a la vez de oposición.

La técnica es sobradamente conocida en las negociaciones europeas. Cuando se acerca el enfrentamiento fatal, se para el reloj o se difieren los problemas estableciendo plazos viables. Así lo ha hecho Mas, eligiendo por supuesto el momento más oportuno para asestar el golpe a los apresurados, a seis días de la explosión de independentismo que será la Via Catalana en la próxima Diada.

Mas vuelve a ponerse en vanguardia después de un año entero, de Diada a Diada, arrastrado en retaguardia por el vendaval. Con el anuncio de su voluntad de terminar la legislatura para convertir las elecciones de 2016 en una consulta, en el caso de que no haya podido hacerla antes, se saca de encima la presión de la calle y de la Diada. No son Oriol Junqueras, el presidente de ERC, ni Carme Forcadell, la presidenta de la Assemblea Nacional Catalana, quienes marcan la agenda y la estrategia. Las marca Mas y lo hace, como es debido, en función de sus intereses, con la vista puesta en la victoria electoral, en escaños y en lo que haga falta plebiscitar, si es que a esas elecciones se les quiere conferir tal carácter.

Las esperanzas para 2016 son sensatas. La economía debe remontar; cabe incluso que se estén creando puestos de trabajo y que los recortes hayan terminado. Artur Mas quiere incluso asegurar el Estado de bienestar para tal fecha, así como una mejora en la relación entre ciudadanos y políticos. No va a reconocer ahora que ha rectificado, pero es evidente que ha escuchado algunos buenos consejos: primero es la crisis, después la recuperación del clima político, luego irá llegando todo lo otro. En mitad de una tormenta de paro, recortes y corrupción nadie puede proponerse sensatamente (sí, assenyadament) una respuesta a las demandas de un nuevo estatus político para Cataluña.

La fecha de 2016 llegará después de 2015, año en que el parlamento español virará del color azul absoluto actual al caleidoscopio de un mapa electoral menos gobernable, más fragmentado y variado. La dificultad para formar mayorías será una facilidad para trenzar acuerdos con todos, partidos catalanes incluidos. Artur Mas quiere ganar las elecciones en Cataluña, primero en las legislativas españolas de 2015, para recuperar de nuevo aquella minoría catalana que tan bien jugaba en Madrid, como en los buenos viejos tiempos; y luego en las catalanas de 2016, para gobernar y pilotar el último tramo, es decir, la negociación de la nueva relación con el conjunto de España.

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La sensatez es una de las grandes virtudes políticas, no únicamente un mito del carácter catalán. Y la política sensata es la que resucita a los que políticamente están muertos.

Comentarios

Comparto el alivio que respira el Sr. Bassets, pero es demasiado pronto para expedir la " fe de vida" de Mas. En mi opinión Mas hace tiempo que es a "dead man walking" solo que aún no lo sabe. Tampoco sabe el emperador Jonqueras que se está quedando sin ropa. Empieza a bajar la marea: veremos quién nadaba desnudo.
En ERC no estarán de acuerdo.
Precisamente hablar de seny cuando piden la independencia basándose en una mentira histórica pues no tiene mucho sentido, la verdad. Les dejo un artículo muy interesante sobre el tema: http://marbcn2510.blogspot.com.es/2012/03/el-odio-cataluna-otrogran-ejemplo-de-la.html#.Uimu3dKjd1E
La intención del articulista merece todo respeto.pero a la vez se nota las ganas de i en donde se publica.Quisiera saber,por qué Mónica escribe diciéndo que la reclamación de Catalunya en su independencia es una mentira histórica.¿sera de la historia española que enseña la FAES o la JONS? Por favor... de la entrega de Gibraltar en el 1713 provino el que el Felipin V con sus ejércitos de borbones lograran apoderarse de Catalunya en el 1714,con un Reino Unido contento del trato que hizo para establecerse incluso en la isla de Menorca y la historia sigue hasta nuestros días no es necesario insistir, se equivoca o miente quien le interesa y hay muuucho intereés en ello.
"En ERC no estarán de acuerdo." ¿Ejercito Revolucionario Catalán?
Rpor la mentira histórica es decir que Cataluña alguna vez en su historia fue un país y que quieren recuperar su libertad, por ejemplo. La realidad es que escogieron al rey que perdió y el resto es manipulación pura y dura. Celebran una derrota.
Según te acercabas al punto señalado, el espejismo se evaporaba.
Si ha resucitado políticamente es porque Cataluña cada día se parece más a la Italia de Berlusconi. Si Mas quiere seguir erosionando la convivencia entre españoles y catalanes que no se sienten españoles, puede seguir haciéndolo hasta 2016 o 2025. Tiene ya al noventa por ciento de los periodistas catalanes vendidos a sus soflamas populistas y a gran parte de la opinión pública que cuando les hablan del terruño y del gran articulado argumento del robo de España a Cataluña se encienden coléricos ante la opresión imperialista. Así se puede conseguir la Independencia nacional, invadir Irak o desterrar a los judíos conversos del país. La historia lo asegura. Y Cataluña ya está más fuera que nunca. La política ha cumplido su papel manipulador de masas perfectamente. Realmente tampoco comprendo como este periódico de ámbito nacional puede permitirse también el lujo de que que se haga propaganda independentista en sus artículos de opinión tan libremente. Lo próximo será que hagan entrevistas al líder de Falange Auténtica para manifestar el pluralismo de la sociedad española.
Y seguimos dandole prensa a Mas y su seny, recuedo la sabiduria popular el mejor desprecio es no hacer aprecio y reitero mi posicion ni un tiro para que se queden ni una lagrima si libre y mayoritariamente deciden irse, por eso cuanto antes tomen la decision mejor para asi dejara España de robarles y estaremos mas tranquilos son tener que soportar el insulto y el desprecio continuo no del pueblo catalan sino de sus dirigentes independentistasJose Juis Espargebra Meco un español desde Buenos Aires

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