País de un solo juez
Pero no generalicemos. Seguro que hay muchos jueces trabajadores y diligentes que son alérgicos a los focos y a la prensa, pero hacen su trabajo con enorme profesionalidad y pundonor. Aunque sea todo un misterio que casi ninguno de los grandes casos caiga en sus manos, no vamos ahora a convertir las hiperactividad de uno en motivo de humillación de todos los otros.
En todo caso, un país de juez único es doblemente preocupante. Por la inactividad de unos y por el enorme poder del otro. Aunque peor sería el país, sin duda, si quedara en manos de los jueces de la siesta. De manera que viv...
Pero no generalicemos. Seguro que hay muchos jueces trabajadores y diligentes que son alérgicos a los focos y a la prensa, pero hacen su trabajo con enorme profesionalidad y pundonor. Aunque sea todo un misterio que casi ninguno de los grandes casos caiga en sus manos, no vamos ahora a convertir las hiperactividad de uno en motivo de humillación de todos los otros.
En todo caso, un país de juez único es doblemente preocupante. Por la inactividad de unos y por el enorme poder del otro. Aunque peor sería el país, sin duda, si quedara en manos de los jueces de la siesta. De manera que viva el juez y viva el país que puede permitirse el lujo de confiar sólo en una toga para el mantenimiento de una cierta decencia pública.