Glosario mínimo y melancólico
Empresario: Hay que ser muy fuerte para empezar. Más fuerte todavía para continuar. Y aún más todavía para llegar. Algo de descubridor y conquistador, también de revolucionario. Pero luego hay que tener los pies muy bien asentados en la tierra. Estos son los empresarios, una raza especial e imprescindible, la de los que convierten los comienzos en conquista, la de los que no se conforman con superar un repecho y tienen una ambición y un generosidad que desborda sus propias capacidades. Emprender, seguir, llegar.
Libertad de expresión: Por más que se inscriba en los códigos y los manifi...
Empresario: Hay que ser muy fuerte para empezar. Más fuerte todavía para continuar. Y aún más todavía para llegar. Algo de descubridor y conquistador, también de revolucionario. Pero luego hay que tener los pies muy bien asentados en la tierra. Estos son los empresarios, una raza especial e imprescindible, la de los que convierten los comienzos en conquista, la de los que no se conforman con superar un repecho y tienen una ambición y un generosidad que desborda sus propias capacidades. Emprender, seguir, llegar.
Libertad de expresión: Por más que se inscriba en los códigos y los manifiestos, sólo existe cuando hay quien lucha por expresarse y quien se ocupa de que los otros puedan hacerlo. Es difícil ser libre pero más lo es conseguir que los otros puedan serlo, que la libertad de uno mismo sea la libertad de todos. Proteger la libertad de discrepar, la libertad de los otros, es la esencia de la libertad. Solitaria, para uno mismo, no es libertad, es un privilegio feudal.
Generaciones: Se va la generación que nos ha visto crecer y parece que desaparezca con ella todo un mundo. Se me ocurre que el mundo que les vio nacer a ellos no era mejor, pero ellos sí eran mejores que nosotros. Y no quiero creer en los adagios que nos condenan a la decadencia. Quiero creer y creo que las generaciones siguientes serán mejores que la nuestra. ¿Generación puente? O acaso, la última generación prometeica, que cayó porque quiso asaltar el cielo, y encara ahora, en solitario ya, el último y duro viraje.
Agradecimiento: Hay gente que nunca aprende y gente de la cual siempre se aprende. Es un privilegio aprender a aprender y tener de quien aprender. Y es una pérdida que no puede expresarse en palabras perder a aquellos de quien uno seguiría aprendiendo siempre.