Cepeda, de ‘OT’: “A mí me conviene ser de derechas por economía y de izquierdas por ideología. No hay partido que sea así”
El exconcursante se encuentra de gira por España y adelanta parte del que será su tercer álbum con la canción ‘La Fortuna’
Luis Cepeda (Ourense, 31 años) no es un artista fácil de entrevistar. Unos minutos antes está bromeando con su equipo y con la prensa. Pero cuando comienza la conversación, con grabadora de por medio, cambia radicalmente. Piensa detenidamente lo que va a decir, cuida sus palabras y es escueto en sus respuestas. El cantante, que salió hace tres años de Operación Triunfo, es muy dado a decir a los periodistas que él solo quiere hablar de música. Así que las primeras preguntas van orientadas a su trayectoria profe...
Luis Cepeda (Ourense, 31 años) no es un artista fácil de entrevistar. Unos minutos antes está bromeando con su equipo y con la prensa. Pero cuando comienza la conversación, con grabadora de por medio, cambia radicalmente. Piensa detenidamente lo que va a decir, cuida sus palabras y es escueto en sus respuestas. El cantante, que salió hace tres años de Operación Triunfo, es muy dado a decir a los periodistas que él solo quiere hablar de música. Así que las primeras preguntas van orientadas a su trayectoria profesional. Acaba de presentar La Fortuna, una canción que no hace más que consolidar el nuevo rumbo musical del artista, que ha pasado de las baladas a temas con más ritmo. “Estoy probando cosas nuevas. Hay que seguir un criterio, una tendencia, pero siempre con tu propio estilo”, dice al comparar su primer disco, Principios (2018), con lo que lleva haciendo desde el segundo, Con los pies en el suelo (2020).
Trabaja en el tercer álbum, que prevé publicar a mediados del año que viene, y aunque irá desvelando algunos de los temas que compondrán ese disco, sus seguidores se tendrán que conformar de momento con esta composición acorde con la época estival. “La canción es la típica de amor, de playa, de verano, de que conoces a alguien que te gusta mucho”, explica Cepeda, que resalta más la trama que proyecta el videoclip, donde él interpreta a un personaje ingenuo que se enamora de una chica: “Es una persona que en primera instancia hace reír, que no te fijarías en él por la calle”.
Para el intérprete la fortuna es sinónimo de felicidad y reconoce sentirse dichoso del momento que vive. “Hace cinco años yo no me imaginaba estar aquí haciendo música”, cuenta el cantante que, pese a estudiar Diseño Industrial y trabajar para una ONG, decidió apostar por la música. Antes de entrar en OT, subía vídeos a YouTube y probó suerte en La Voz, en el que formó parte del equipo de Malú. Pero sin duda el programa de Gestmusic es el que verdaderamente le dio a conocer y que evidenció en él un cambio profesional y personal. “Creo que supuso una mejora porque antes era muy cerrado con la gente. Ahora expreso un poco más mis sentimientos. Era una puerta cerrada totalmente y ahora me abro más”, reconoce.
Se le pregunta si sigue en contacto con sus compañeros de edición, de la que destacan rostros como el de Amaia Romero y Ana Guerra, y asegura que todos son amigos. Luego se pretende abordar cómo es su trato con Aitana Ocaña, de quien fue pareja en 2018.
—Le voy a preguntar sobre esta persona, pero va a ser la única pregunta. ¿Sigue en contacto…?
—Pues no lo hagas.
Para limar asperezas se alude a Roi Méndez, su gran amigo del programa y con el que presentó una colaboración, La Misma Dirección, hace unos meses. Es hablar de su compañero y a Cepeda se le ilumina el gesto y se ríe. También carcajea levemente cuando se le pregunta qué ha aprendido en estos tres años de fama: “A cantar sobre todo. Que antes no sabía”. Afirma que sigue siendo la misma persona, pero probablemente algo más tolerante con lo que sucede a su alrededor: “Cosas que me parecen injustas antes no podía verlas. Directamente me metía al matorral. Y ahora evidentemente pienso más en la repercusión, pienso más en la otra persona… Cuento hasta diez”. Comenta esto en referencia a su vida y a las redes sociales, por las cuales ha protagonizado bastantes titulares. Eso sí, cada vez menos.
El año pasado Vox llamó a Cepeda “pijoprogre” a través de su cuenta oficial de Twitter después de que el cantante espetara al líder de la formación, Santiago Abascal, por engañar a sus votantes al decir que “todas las personas que lleguen en patera tendrán derecho a cobrar la renta”. “Lo que me sentó mal realmente es que un partido político, el cuarto partido político más votado en España, se centre en insultar a una persona por redes sociales. Me molestó más eso que el hecho de que me insulten. A mí eso me da igual”, reflexiona el cantante sobre aquel episodio.
—No sé si de Vox habrá recibido más críticas de este tipo, pero entiendo que tiene mucho odiador de ultraderecha en internet por sus opiniones políticas.
—Es que yo no pertenezco a ningún partido. Ni soy de derechas ni de izquierdas. Simplemente el tradicionalismo tan tradicional, el machismo que inculcan, el maltrato animal… Todo eso que es tan del siglo pasado pues no lo llevo bien. Me da igual de derechas que de izquierdas. A mí me conviene ser de derechas por economía y de izquierdas por ideología. No hay partido que sea así. Es lo que todo el mundo querríamos.
Percibe más crispación en las redes sociales desde que comenzó la pandemia, pero asegura haber aprendido a que no le afecten los comentarios: “Creo que logro entender a las personas que lo hacen. Hay gente frustrada que lo tiene que pagar de alguna forma. Te toca a ti y mañana le puede tocar a otro”. No obstante, señala que al igual que existe este lado negativo en la red, también está la parte positiva del amor que le transmiten sus seguidores a través de estos canales. “Lo que tienes que aprender es a filtrar y ya está. Dejarlo pasar”, zanja.
Sabe que tiene clubs de fans en diferentes países de Latinoamérica y exterioriza sus ganas de promocionar su trabajo allí. Por el momento, se siente agradecido de poder hacer gira por España. El pasado 15 de julio cumplió un sueño: cantar en el festival Starlite, en Marbella (Málaga). Con su disimulada sonrisa relata: “Trabajaba en el centro comercial de [la estación de trenes] María Zambrano y siempre veía el cartel que hay en el medio de la estación con Starlite, con todos los artistas. Decía: ‘Jo, qué guay sería cantar aquí’. Y se ha hecho realidad”.