El auge hotelero agita las aulas

El mercado turístico reclama directores de establecimientos más cualificados y con capacidad para adaptarse a escenarios cambiantes

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Líderes de la incertidumbre, gestores de emociones, máquinas de rentabilidad y siervos de un sector tan cambiante que, lo de hoy, mañana mismo podría estar desfasado. Hablamos de los nuevos directores y ejecutivos de hotel, un puesto de trabajo cada vez más demandado y a la vez más exigente en España. El país se enfrenta ahora a un reto. A lo largo de 2023 recibió 85,1 millones de turistas, tan solo por detrás...

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Líderes de la incertidumbre, gestores de emociones, máquinas de rentabilidad y siervos de un sector tan cambiante que, lo de hoy, mañana mismo podría estar desfasado. Hablamos de los nuevos directores y ejecutivos de hotel, un puesto de trabajo cada vez más demandado y a la vez más exigente en España. El país se enfrenta ahora a un reto. A lo largo de 2023 recibió 85,1 millones de turistas, tan solo por detrás de Francia (con 89 millones) como destino receptor. El turismo aportó 186.596 millones de euros a las arcas del Estado, lo que supone el 12,8% del PIB y convertirse en el principal motor económico del país, según Exceltur. “Somos una potencia en turismo. Eso nadie lo duda”. Así lo considera Carlos Díez de la Lastra, CEO de Les Roches Global. “Sin embargo, en formación turística no estamos en el ranking”, añade el director de la institución educativa. Aun así, los expertos en la materia son optimistas y ya hablan de un cambio de tendencia.

“Es un sector que necesitaba mucha profesionalización porque no la tenía”, apunta Sonia Prieto, profesora de ESIC. Universidades y escuelas de negocios nacionales se han puesto manos a la obra con el objetivo de competir con los grandes centros de formación internacionales. El desafío es grande, pero el mercado lo demanda.

Renacimiento del lujo

Más allá de las grandes cifras que han propulsado la actividad en España, 2023 ha sido el año del renacimiento de los hoteles. El 30% de la inversión inmobiliaria en territorio nacional estuvo centrado en este mercado, donde han entrado en juego los grandes fondos de inversión en la pugna por el podio del lujo. De esta manera, más de 180 hoteles cambiaron de manos el año pasado y más de 4.100 millones de euros fueron destinados a este negocio, según el informe de la consultora CBRE. “Cuando inviertes buscas profesionales altamente cualificados”, avisa Díez de la Lastra. ¿Dónde? En la mente de todos aparece un país: “Suiza”.

“Es donde surgen las grandes escuelas de formación hotelera”, señala el CEO de Les Roches Global. Esta entidad suiza, con una de sus sedes en Marbella, ocupa el quinto puesto en la lista de las mejores universidades y escuelas del mundo para la gestión hotelera, según el prestigioso QS World University Rankings. Está liderado por la Escuela de Negocios de Hostelería EHL de Lausana, seguida por la Escuela Suiza de Administración Hotelera SHMS, César Ritz Colleges Suiza y la Universidad de Nevada en Las Vegas. Los expertos destacan también otros centros internacionales como la Escuela de Administración Hotelera de la Universidad de Cornell (EE UU) o la Escuela de Gestión en Hostelería de la Universidad de Oxford Brookes.

¿Su precio? “Se puede llegar a pagar hasta 200.000 euros en las escuelas más prestigiosas del mundo”, explica Gemma Sagué i Pla, profesora del grado de Turismo y Dirección Hotelera de la Universidad Autónoma de Barcelona. En el caso de Les Roches Global, por ejemplo, “depende del programa”, puntualiza Díez, “entre 17.000 y 40.000 euros”. ¿Los requisitos? “Cada uno tiene los suyos propios”, dice Sagué i Pla. Un buen nivel de inglés —mínimo B2— es obligatorio, así como aportar una carta de recomendación y pasar una entrevista previa con el profesorado para determinar las competencias del alumno.

La nueva doctrina

“En los últimos años se está viendo un cambio en cuanto a formación”, analiza Alejandro Bernabé, director del Four Seasons Hotel Madrid. “Tradicionalmente, las escuelas suizas se enfocaban en la excelencia del servicio, mientras que las americanas estaban más centradas en la gestión del negocio”, comenta el portavoz de la marca. “Poco a poco, ambas se están acercando a un punto medio”. El objetivo es aunar en un solo perfil a un gestor de emociones y a un ejecutivo financiero. Y, en esta labor, España, a pesar de no encabezar las listas, puede presumir de tener “escuelas referentes en el mundo de la hostelería de lujo”, asegura.

“En nuestro país contamos con numerosas universidades e instituciones de calidad que ofrecen una amplia variedad de formaciones académicas en turismo que están al alcance de todos los bolsillos”. Así lo cree David Mulin, director de Six Senses Ibiza. ¿Algún ejemplo? El máster en Gestión Hotelera de Les Roches; de Marketing Turístico del ESIC; el grado en Dirección Hotelera de la Universidad Autónoma de Barcelona, o el de la Escuela Universitaria de Hotelería y Turismo Sant Pol de Mar. Por fin, “España ha puesto el foco en la formación turística”, agrega Sonia Prieto, de ESIC. “Gracias a ello nuestros profesionales se están convirtiendo en referentes a escala global”, sostiene. El camino ya se ha abierto, pero no todo es formación reglada.

“No consideramos indispensable haber estudiado hotelería para acceder a puestos de dirección”, aclara Mulin. “La mayoría requiere una sólida experiencia previa en gestión hotelera, con candidatos que suelen ascender gradualmente a través de diversas áreas antes de asumir responsabilidades de liderazgo”, añade el director del Six Senses Ibiza. “Cada vez más profesionales realizan másteres especializados en etapas avanzadas de sus carreras para complementar su formación en el sector”, incide. Un sector en constante transformación donde las nuevas tecnologías, la sostenibilidad y la reinterpretación del lujo serán clave. Como lo serán sus líderes de la hospitalidad.

Las marcas buscan el mejor equipo

Habilidades de comunicación para liderar equipos multidisciplinares y gestionar situaciones de crisis; conocimiento de las últimas tendencias tecnológicas; optimización de la experiencia del cliente, inclusión de la sostenibilidad, y, por supuesto, búsqueda de rentabilidad financiera. Son las principales competencias que trabajan las escuelas en su currículo y que demandan las principales marcas hoteleras para sus ejecutivos. 
“Se han dado cuenta de que se gasta una barbaridad en el producto, pero que donde se la juegan es en el equipo”, indica Sonia Prieto, profesora de ESIC. En este sentido, los directores desempeñan un papel fundamental para que “el cliente sienta que el servicio que tiene es de calidad”, advierte Prieto. 

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