Zara celebra el legado de Narciso Rodriguez: “Hay piezas incluso mejores que mis originales”
El buque insignia del grupo Inditex estrena temporada con un giro a su política comercial: una colección limitada que recupera los clásicos de uno de los imprescindibles del minimalismo de los noventa. El diseñador estadounidense de origen cubano explica a EL PAÍS las razones de esta no tan extraña colaboración
Narciso Rodriguez por Zara. Tiene tela la etiqueta. Imposible no leerla, en principio, como un choque de trenes: el diseñador independiente que ha hecho de la durabilidad/atemporalidad su credo y fortuna frente al emporio textil de superproducción espídica que alimenta el mercado de gran consumo, dos modelos de negocio con distintas velocidades marchando de repente por la misma vía. Que no hayan descarrilado es algo que pocos hubieran aventurado. Y, sin embargo, ahí están, reunidos en el que ya pasa por uno de los encuentros más afortunados que la industria de la moda recuerda en tiempos. Porq...
Narciso Rodriguez por Zara. Tiene tela la etiqueta. Imposible no leerla, en principio, como un choque de trenes: el diseñador independiente que ha hecho de la durabilidad/atemporalidad su credo y fortuna frente al emporio textil de superproducción espídica que alimenta el mercado de gran consumo, dos modelos de negocio con distintas velocidades marchando de repente por la misma vía. Que no hayan descarrilado es algo que pocos hubieran aventurado. Y, sin embargo, ahí están, reunidos en el que ya pasa por uno de los encuentros más afortunados que la industria de la moda recuerda en tiempos. Porque confirma que, en efecto, el buen diseño sí puede ser para todos. En el caso que nos ocupa, más de una veintena de piezas emblemáticas —datadas entre 1997 y la primera década de los 2000— del creador estadounidense de origen cubano que dio carta de naturaleza sexi al minimalismo, disponibles en la web y en algunas tiendas físicas de la marca gallega a partir de este jueves 8 de septiembre.
“Zara es más moda que mucha de la moda que inunda el mercado en la actualidad”, sentencia el diseñador exclusivo que ha visto cumplido su anhelo de vestir la globalidad. “La verdad es que siempre he aspirado a eso: hacer ropa ponible, con sustancia, para muchas personas”, remata. A Narciso Rodriguez (Nueva Jersey, 62 años) se le asocia invariablemente con el poder y la fama desde que creara el vestido de novia de Carolyn Bessette para su boda con John John Kennedy en 1996, cuando aún trabajaba a las órdenes de Calvin Klein. Fue el inicio de una ejemplar carrera de fondo al servicio de la mujer y sus necesidades indumentarias, reconocida por el premio honorífico del Council of Fashion Designers of America (CFDA) en 2017 y que ahora celebra una colección cápsula especialmente sensible para él.
“Tengo amistad con la familia Ortega desde hace muchos años. Marta y Flori [Flora Pérez, segunda esposa de Amancio Ortega y madre de la actual presidenta de Inditex] son muy fans mías y siempre me han mostrado mucho respeto, por eso me emocionó que quisieran rendirle tributo a mi historia”, concede el también creador del traje de estilo lencero con el que Marta Ortega se casó en primeras nupcias con el jinete Sergio Álvarez en 2012.
Por supuesto: el slip dress, ese vestidito cortado al bies con aspecto de camisón que hizo sensual el minimalismo a finales de los años noventa en la figura adolescente de Kate Moss, es la pièce de résistance de Narciso Rodriguez x Zara. “Me presentaron un álbum de recortes enorme, con fotografías de los que pensaban que era mis diseños icónicos. Nunca he visto tanta energía en un equipo”, recuerda, maravillado aún por el conocimiento de causa y la labor de investigación de profesionales muy jóvenes. “Les di los patrones originales y los contactos de las empresas que me proporcionaban los tejidos, y el resultado ha superado mis expectativas. Hay piezas como el suéter negro semitransparente, dificilísimo de reproducir, que han quedado incluso mejores que mis originales. Y el abrigo de doble faz con aberturas laterales, al que he añadido un cinturón de piel nuevo, es simplemente fabuloso, digno de admirar hasta colgado en la percha”, continúa.
En total, 25 modelos, con precios entre 59 y 299 euros, recuperados en plena fiebre nostálgica Y2K: “La idea, el inicio de la conversación, era celebrar mi archivo, empezando desde 1997 [año fundacional de su firma homónima] y luego revisando 1999, 2000, 2004... pero haciendo que todo pareciera al final creado en 2022. Ya tú sabes, el buen diseño nunca pasa de moda”.
La presente colaboración es en realidad un suma y sigue en la nueva política textil-comercial de la primera marca del grupo fundado por Amancio Ortega, enfocado antes en la calidad que en la cantidad desde que se anunciara que su segunda hija y heredera iba a asumir la presidencia de Inditex. Así, en poco más de un año, Zara ha ampliado horizontes aliándose con jóvenes creadores como la china Susan Fang o el mexicano Víctor Barragán y firmas de culto internacionales del alcance de la deportiva Everlast, la conceptual AderError o la muy urbana Rhude Everlast. Además, ha servido de incubadora para estudiantes de escuelas de diseño como el Istituto Marangoni italiano, la Bunka tokiota, el Chelsea College of Arts londinense y la facultad de Bellas Artes viguesa. “Hay que entender que esta es una compañía que ha cambiado mucho. Es una máquina enorme, perfectamente engrasada, y aprender de ella me parece fascinante. Imagina lo que ha supuesto para alguien como yo, que vengo de trabajar con un pequeño equipo de costureras y estoy acostumbrado a otros ritmos...”, relata el creador.
Llegados a este punto, Rodriguez tiene una anécdota que compartir, cuanto menos curiosa: “La primera vez que tuve la oportunidad de conocer las fábricas de Zara fue hace unos 12 años. Entonces nadie hablaba de sostenibilidad, pero allí ya se reciclaban materiales y tejidos”. Lo dice un diseñador curtido junto a Donna Karan y Cerruti, por ejemplo, y que llegó a ser director creativo de Loewe entre 1997 y 2001. “Creo de verdad que están apostando por la buena moda, que no lo hacen solo por pose o por figurar”, insiste, al tiempo que recuerda que su colaboración con el gigante textil gallego es 100% sostenible, “porque se trata de diseño atemporal y duradero”.
El mismo estilo que cautivó en su día a Michelle Obama, Claire Danes, Jessica Alba, Juliana Margulies, Sarah Jessica Parker... “Yo digo que hago ‘un armario para toda tu vida’, y que van a heredar tus hijas. Con mi línea de perfumes pasa lo mismo”, concluye el creador, que ya solo trabaja a medida después de que la pandemia de la covid-19 le obligara a cerrar su atelier. “Durante el confinamiento tuve oportunidad de hablar mucho conmigo mismo y repensar las cosas. Yo ya he sacrificado mucho por la moda. Ahora, mi prioridad son mis hijos [los mellizos Ivy Carolyn y Callum]. Para la moda de hoy ya no tengo ni tiempo ni paciencia”.