El regreso del papel pintado: de algo viejuno a nueva tendencia de decoración para la que muchos no están preparados

Pensar que el papel pintado es cosa del pasado es, en materia de interiores y a día de hoy, un error flagrante. Encuadrado en la estela de nuevas tendencias de decoración que vulneran la hegemonía del interiorismo minimalista —vigente hasta hace bien poco—, el papel decorativo para paredes reclama un lugar protagonista ...

Pensar que el papel pintado es cosa del pasado es, en materia de interiores y a día de hoy, un error flagrante. Encuadrado en la estela de nuevas tendencias de decoración que vulneran la hegemonía del interiorismo minimalista —vigente hasta hace bien poco—, el papel decorativo para paredes reclama un lugar protagonista en salones, dormitorios e incluso cuartos de baño. Desde las cabeceras de decoración y los perfiles de inspiración interiorista en las redes sociales se percibe una renovada puesta en valor por este elemento que hace no mucho se asociaba a un estilo envejecido y pasado de moda. Detrás, se intuye una llamada al preciosismo, al interés por el detalle y por el trabajo creativo e incluso la tradición del oficio artesano que lleva aparejado.

A medida que el minimalismo pierde terreno como única respuesta estética a los interiores domésticos, colores más saturados y oscuros adquieren importancia en las paredes de las estancias. En 2023, los grandes referentes constatan que se ha perdido el miedo al color. En el caso del papel pintado para pared, los interioristas parecen tenerlo claro. El 91% de los estilistas encuestados por la plataforma Apartment Therapy para conocer las tendencias de este año se decantaron por el papel pintado por encima de la pintura para paredes, que solo reclutaba el 9% de los votos.

La inspiración: botánica, porcelana tradicional china y arte moderno

Desde entonces, sendos ejemplos de esta tendencia se suceden en el timeline de Instagram, desde los cuales es posible detectar los motivos más repetidos. Un patrón dominado por naranjas ilustradas domina las paredes, e incluso el techo, de una cocina comedor en un apartamento neoyorquino, generando un efecto caleidoscópico. No hay duda de que lo botánico es una de las apuestas clásicas más secundadas en cuanto a papel pintado se refiere. Hay algo que hace pensar en la tradición, en las tramas diseñadas por William Morris y en los oficios tradicionales. Una herencia que también se refleja en las coloristas propuestas vegetales que florecen en los papeles pintados de House of Hackney, la francesa Isidore Leroy o incluso desde la casa de moda florentina Gucci.

El éxito de la marca británica de papel pintado artesano De Gournay ofrece una de las mejores métricas para este creciente interés. El hecho de que contabilice más de medio millón de seguidores en su Instagram para un trabajo tan especializado y nicho dentro de los oficios decorativos resulta un dato lo bastante elocuente. “Dentro de 100 años [nuestro papel pintado, nuestras telas y porcelanas] se venderán en subastas como valiosas antigüedades”, afirman en su web. Pintados a mano por sus artesanos, delicados paisajes florales salpicados de aves hacen su aparición tras un lavabo en una mansión palaciega de interés turístico en la británica Norfolk. Constituye solo una pequeña muestra de cómo incluso los cuartos de baño se atreven con esta tendencia, aparentemente tan poco amiga de la humedad.

Los cuartos de baño son, en su empeño en alejarse cada vez más de los espacios asépticos y clínicamente sobrios que solían ser, una de las áreas del hogar que más se inclina a acoger estas creativas expresiones de estilo en las paredes. Se observa en los ejemplos inspirados en la tradicional porcelana pintada china, otra de las grandes tendencias de papel de pared —que acompaña bañeras roll top de inspiración vintage—, ofreciendo un paisaje y un horizonte a quien se relaja en la bañera.

Pero más allá de los motivos tradicionales, hay también quien se esfuerza en ofrecer una perspectiva refrescante a algo con tanto prejuicio de viejuno como el papel pintado. En el trabajo de Maison C. Studio se percibe el impacto de artes pictóricas ligeramente más recientes y vanguardistas. Fue el caso del papel pintado escogido por la actriz Sienna Miller para el dormitorio de su casa de campo, como ellos mismos se encargaron de publicitar en su Instagram. Pintados a mano por Costanza Theodoli-Braschi, graduada en la célebre escuela londinense de Saint Martins, Maison C. Studio se enorgullece de imprimir su producto de manera ecológica en Estados Unidos y clama inspirarse en la mitología, la naturaleza y el folklore.

También existe la posibilidad de pensar en el papel pintado en términos de estética minimalista. Es lo que distingue el trabajo de la firma italiana Glamora, que parte de los motivos sutiles y el equilibrio cromático para vestir paredes con aves, plantas, paisajes o composiciones artísticas de carácter abstracto, sin la vocación de que la pared se convierta en la absoluta protagonista.

¿Por qué vuelve el papel pintado?

Todavía hoy se asocia el papel decorativo con un estilo de otra época. Incluso la manera en la que acapara la atención de la mirada en una estancia puede provocar una cierta sensación de agobio. Una asociación de ideas que incluso dio lugar a la famosa historia de terror psicológico de finales del XIX escrita por Charlotte Perkins Gilman, El papel pintado amarillo, editada ahora en castellano por Alpha Decay. En la historia, una mujer que atraviesa una depresión posparto sucumbe ante la sensación de desasosiego y claustrofobia que le produce el papel pintado amarillo de su dormitorio, en el que ve figuras moviéndose y escapando a su mirada.

¿Por qué está volviendo como tendencia entonces? Según reportó Pinterest en 2021, ya el año anterior la plataforma de imágenes registró una crecida de búsquedas del 41% del término wallpaper. Prácticamente coincidiendo con la entrada de grandes actores de la moda como Gucci en este mercado y aportando el enésimo síntoma de que el minimalismo estético no es ya la única opción de interés para el estilismo de interiores.

Sin duda es una decisión decorativa que ha de ser meditada antes de lanzarse a ello, y nunca está de más escuchar el consejo de los expertos. Uno muy valioso era el que daba a la edición digital de la revista Vogue USA la diseñadora gráfica reconvertida en diseñadora de interiores Marissa Zajack: “Para espacios amplios, un papel pintado de grandes motivos es toda una declaración de intenciones”. Al tiempo que matizaba: “Un patrón demasiado pequeño en una habitación grande puede ser mareante y molesto”. ¿Sería esto lo que veía la protagonista de Charlotte Perkins Gilman?

Con diseños grandes o pequeños, de vegetación, animales, composiciones gráficas, de inspiración pictórica, paisajes o incluso imágenes personalizadas trabajan desde Photo Wall, la empresa con sede en Estocolmo que hace posible la traslación de esta tendencia a los hogares con un presupuesto más ajustado. Sus murales y rollos de papel pintado están disponibles desde 35 euros el metro cuadrado, pero otra de sus propuestas interesantes es el informe de tendencias que realizan cada temporada. Para la primavera-verano de 2023 auguran el auge de ese barroquismo que se crece en lo vegetal mencionado antes, pero también abren la puerta a fórmulas impregnadas de color, estética futurista e inspiración modernista en murales de composiciones de color de equilibrio sutil que ponen el acento en generar sensaciones. Un papel pintado que, en lugar de provocar pavor, se convierte en un giro estético que busca salirse de lo convencional.