‘El abrazo’

“Fue como un flash, una iluminación repentina. En menos de dos días tenía ya el boceto diseñado y enviado”. Carmen Romero, sevillana de 30 años y arquitecta, expresa de manera tan gráfica cómo le vino la inspiración del diseño con el que vestir una de las réplicas del Oso y el Madroño que han resultado ganadoras del concurso ¡Muchas Gracias, Madrid!

El abrazo, como lo ha titulado la autora, es toda una declaración de intenciones: “La idea representa la unión entre los que nos han dejado y los que, debido a la situación tan extrema que hemos vivido, han ofrecido lo poco o mucho que tenían”, explica Romero, que quiso así homenajear la solidaridad que floreció en un momento tan difícil y complicado.

En su obra, el oso, teñido por un océano de estrellas, simboliza a todas aquellas personas que han fallecido por la covid-19 y que, aun así, agradecen y abrazan desde un cielo iluminado a quienes les ayudaron en el transcurso de la enfermedad. Ese abrazo, esa ayuda, es lo que representa su madroño, repleto de colores: “Este acontecimiento nos ha cambiado la vida. Mi intención era plasmar la voluntad, la entrega y el compañerismo que brotó por parte de la sociedad. Ahora parece que se va disipando poco a poco, pero eso no quitará la experiencia de esos meses”. También es un resumen de la ola de solidaridad que se vivió durante los tres meses de confinamiento: “Nunca creí que íbamos a llegar a ser tan generosos, esa imagen de los españoles se me ha quedado en la memoria para siempre”, se sincera esta joven.

Romero, enamorada del diseño, se sincera y reconoce que la pandemia le ha hecho reflexionar acerca de las prioridades en la vida. De hecho, ella misma contrajo la enfermedad, que califica como lo más “intenso e impactante” que ha vivido durante todo este tiempo: “El miedo y la incertidumbre que pasas cuando te dicen que tú y toda tu familia sois positivos es horrible. Mi madre requirió hospitalización, fueron momentos muy duros en los que te planteas una infinidad de cosas”, asegura.

Romero está convencida de que, si ponemos todos de nuestra parte, podremos hacer grandes cambios: “Aunque nos hayamos acostumbrado a esta situación y estemos más irascibles, estoy segura de que la empatía que mostramos permanecerá más tiempo que el virus”.