Detenido un hombre tras amenazar con causar una explosión junto a la Gran Vía de Madrid
La Policía reduce a un paciente psiquiátrico que ha lanzado a la calle una bombona de butano
La Policía Nacional ha detenido este lunes a un hombre que amenazaba con hacer explotar dos bombonas de butano cerca de la céntrica Gran Vía de Madrid, según ha informado un portavoz. Se trata de un paciente psiquiátrico de 31 años que estaba en su casa, ubicada en la calle Montera y que a las 16.30 ha salido al balcón y ha amenazado con tirar una botella de butano a la terraza del bar La Española que está justo debajo de su vivienda. De hecho, ha acabado por lanzar una y tenía otra en los brazos. La Policía ha logrado reducirlo con una pistola taser y se lo ha llevado detenido sobre las 17.30. El hombre se encontraba en un estado de gran agitación y tenía las manos y brazos ensangrentados.
De acuerdo con las fuentes policiales, el hombre, que presentaba los brazos ensangrentados porque se los había cortado, ha amenazado también con suicidarse.
Se encontraba en el tercer piso de un edificio situado el número 48 de la calle Montera, esquina con Gran Vía, donde tenía su domicilio. Según la Policía, el detenido, de 31 años, ha amenazado con ”volar” por los aires el edificio. Ha sido trasladado al Hospital Clínico de San Carlos para una evaluación.
El hombre había accedido al portal a las 16.30 con los brazos ya llenos de sangre, y allí se encontró con un vecino al que le gritó que iba a matar a todos los que viven allí, según relata una portavoz de la Policía Nacional. Al subir a su vivienda comenzó a amenazar con tirar la bombona, a voces desde su balcón, por lo que se solicitó la presencia de un negociador.
No dio tiempo a que llegara porque el hombre amagó con detonar una bombona usando su mechero y los agentes actuaron de inmediato, en cuanto vieron la llama. Se encontraron con que había dejado la puerta entreabierta, por lo que pudieron acceder a la vivienda y reducirlo.
Una vecina, que prefiere no dar su nombre y ni siquiera se atreve a abrir la puerta, asegura que en ese piso, el tercero izquierda, “vive mucha gente” y lo ha definido como “un almacén de drogas”. En el edificio, la mayoría de viviendas, que son dos por piso, se han compartimentado en otras más pequeñas, y hay muchas que son para uso turístico, dice otra vecina. Una de las bombonas de butano todavía reposa sobre el balcón.
Un camarero del bar La Española, una taberna que está justo debajo del balcón, ha señalado que “no es la primera vez que pasa”. Dice que ya ha visto en dos ocasiones cómo la Policía entraba en el edificio y sacaba a ese hombre, una de ellas en silla de ruedas. Sin embargo, afirma que nunca había llegado tan lejos como este lunes. “Es una persona que claramente no está bien de la cabeza”, comenta. “Es bastante tedioso trabajar así, más aún teniendo clientes. A cualquiera le podría haber caído la bombona encima de la cabeza”.
A las 19.32, la terraza del bar está completamente llena. A las 16.30, cuando se produjo el incidente, había menos gente. El camarero agradece la labor de la Policía, que, según dice, desalojó la zona muy rápido. Al lugar han acudido varios vehículos policiales y ambulancias. También los bomberos, que desplegaron una colchoneta inflable por si el hombre se tiraba. La boca de metro más próxima al suceso, de la estación Gran Vía, fue cerrada momentáneamente, aunque el servicio ya se presta con normalidad.