Ayuso anuncia la reapertura de la línea 7B de Metro tres años después de su cierre por fallos estructurales que han derribado 73 viviendas
La presidenta de Madrid fija en finales de noviembre la puesta en marcha del tramo que conecta con la capital a los 120.000 habitantes de Coslada y San Fernando
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado este miércoles que la línea 7B de Metro volverá a funcionar al completo a partir de finales de noviembre, y tras permanecer cerrada más de tres años por fallos estructurales que ha...
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha anunciado este miércoles que la línea 7B de Metro volverá a funcionar al completo a partir de finales de noviembre, y tras permanecer cerrada más de tres años por fallos estructurales que han obligado a derribar 73 viviendas en el municipio de San Fernando de Henares, y a mantener otras 260 bajo vigilancia. La infraestructura, impulsada a toda prisa por Esperanza Aguirre para inaugurarla a las puertas de las autonómicas de 2007, ha sido un quebradero de cabeza para el ejecutivo, que ha tenido que gastar más de 120 millones en arreglarla y compensar los desperfectos causados. ¿El problema? Que las obras para llevar el suburbano a Coslada y San Fernando alteraron el subsuelo, diluyéndolo al poner en contacto sal y agua, lo que provocó un progresivo hundimiento de los túneles por los que pasan los trenes, y de los cimientos de las casas de la superficie. Por ello el Gobierno había dejado en el aire que volviera a funcionar.
“Ha habido un gran trabajo sobre el terreno que puede asegurar que esa línea se va a abrir con todas las garantías, mientras en la zona de donde antes hubo el problema con las casas afectadas se construirá un gran parque urbano para todos los vecinos de San Fernando y los municipios de alrededor”, ha subrayado la presidenta madrileña durante una entrevista en Antena 3.
Este agosto se cumplieron tres años del cierre de tres estaciones que recorren San Fernando de Henares, un municipio de 40.000 habitantes al Este de la región, y que lo unen con Coslada y la capital. Además, desde hace un año estaban cerradas otras tres, para un total de seis, en el municipio colindante. Para estabilizarlas, la Administración ha inyectado más de 13.000 toneladas de mortero en el subsuelo, además de impulsar otras intervenciones. Porque los túneles se estaban hundiendo poco a poco y de forma irreversible.
Al principio, el cierre del metro fue asumido por los vecinos con la normalidad con la que se acoge a un visitante tan habitual como molesto. Al fin y al cabo, en agosto de 2022, cuando el tramo de San Fernando echó el candado, la línea acumulaba ocho clausuras temporales y más de 800 días sin operar desde su inauguración, tantos problemas había tenido siempre.
Lo que era imprevisible es que este noveno cierre, que afecta a tres estaciones, se estirara hasta los tres años consecutivos. O que luego se le unieran las tres estaciones de Coslada, desde hace un año.
Todo empezó con Aguirre. El mismo año del estreno de la línea 7B, en 2007, los gestores de la infraestructura conocen que se han detectado “diversas patologías en relación con una anómala y creciente entrada de agua de elevada conductividad al pozo de bombeo situado entre la estación 7 (San Fernando) y 8 (Henares)”. Apenas seis meses después, en junio de 2008, otro informe advierte a la Comunidad “del consiguiente riesgo de colapsos en el túnel de metro y las edificaciones del entorno”. En 2009, un tercer balance alerta a la Administración de que es “de extrema urgencia” actuar por ese motivo. Y en 2010, cuando los problemas de las casas son aún incipientes, se registra un documento taxativo.
Túneles que se hundían
“La construcción del túnel y posterior drenaje comenzó a movilizar el flujo de agua subterránea y a iniciar un progresivo proceso de disolución del terreno, en concreto y preferentemente, de los niveles salinos existentes”, se lee. “(…) En este tipo de terreno, movimiento de agua significa capacidad de disolución”, subraya, en alusión a los cambios del terreno que afectan al asentamiento de los cimientos de los edificios.
En el verano de 2022, la memoria justificativa de la necesidad de las obras de reparación es concluyente. “La confluencia de estos factores que provocan daños muy graves como consecuencia del movimiento del terreno con un desarrollo muy rápido, requieren de la actuación global de emergencia”, alerta.
Finalmente, en el verano de 2024, un informe de la dirección general de infraestructuras de la Comunidad de Madrid reconoce que el túnel por el que deben pasar los trenes está “en un estado de grave inestabilidad estructural”; que su hundimiento se ha acelerado pese a todos los trabajos previos, en los que se han invertido decenas de millones de euros; y que hay “un grave peligro para personas y bienes” a lo largo del trazado. Problemas, ha asegurado Díaz Ayuso este miércoles, que ya se han arreglado, lo que permitirá la reapertura de la línea.