Ir al contenido

La lucha de los vecinos de Las Águilas para tener metro: “En ningún barrio de Madrid se tardan 20 minutos andando para cogerlo”

La ampliación de la línea 11 les da esperanzas de que el túnel, que originalmente pasa muy cerca del barrio, pueda desviarse un poco para hacer una boca de metro en la zona

Vivir en ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Vivir en Las Águilas, el segundo barrio con más población del distrito madrileño de Latina (52.341 habitantes), es casi igual que vivir en la periferia. Son parte de Madrid ciudad, pero para llegar al centro en transporte público tardan prácticamente lo mismo que las personas de otros municipios. Desde los puntos más céntricos y concurridos del barrio, para llegar al metro se tarda al menos 20 minutos andando, u otros 17, en promedio, en autobuses abarrotados (más el tiempo de espera, de 15 a 20 minutos en la mayoría de los casos). También se puede llegar en coche hasta la estación de metro más cercana y dejarlo en un aparcamiento disuasorio, pero siempre están llenos. Hay paradas de Cercanías, pero no pasan por el centro. Moverse es un verdadero drama.

Por todas esas razones, llevan al menos una década luchando para que la Comunidad de Madrid construya una boca de metro en la zona y, hasta ahora, entendían que empezar el proyecto de cero era casi imposible. Pero la ampliación de la línea 11, que busca hacer un túnel relativamente cerca del barrio, les trae un poco de esperanza. “Vamos a dar guerra hasta que no podamos más”, dice el presidente de la Asociación de Vecinos, Julio Martínez (67 años).

Ana María González (58 años) llegó al barrio en 2013 y de inmediato notó las carencias de transporte. Tiempo después quiso empezar a movilizarse para que las cosas cambiaran. “Hace como cuatro años hice la propuesta de una boca de metro en presupuestos participativos del Ayuntamiento de Madrid, que son sugerencias de los vecinos en lo que quieren que se gaste el dinero, pero dijeron que eso no era su competencia”, cuenta en una entrevista con este diario. Las paradas que les quedan más cerca son Aluche, Aviación Española, Empalme y Carabanchel. Mientras que las de Renfe (que no pasan por el centro) son Las Águilas y Maestra Justa Freire.

González no se rindió. Hace un año, después de enterarse de la ampliación de la línea 11, decidió empezar a recabar firmas físicas y digitales: ya lleva poco más de 10.000. Y junto a la Asociación de Vecinos ha enviado una carta a la Consejería de Vivienda, Transportes e Infraestructuras con al menos una decena de puntos que apoyan su criterio —y el de miles de vecinos de la zona—. “Los vecinos de Las Águilas necesitan disponer de un modelo de movilidad eficaz, operativo y en una zona más compatible con los desplazamientos necesarios. No es capricho, es necesidad”, aseguran.

Hay ciertas zonas del barrio que no cumplen con tener una estación de Cercanías o metro en un radio de 900 y 500 metros respectivamente. Desde el Mercado de Abastos de Las Águilas, una zona de las más concurridas y comerciales, el promedio de minutos andando a alguna de las estaciones de metro más cercanas es de 25 minutos y, en autobús, para solo llegar a esa primera estación, es de 17 minutos de trayecto, más el tiempo que deben esperar a que pase. “En ningún barrio de Madrid se tardan 20 minutos andando para coger el metro”, insiste González.

Todo eso sin tomar en cuenta que las estaciones cercanas están casi siempre abarrotas de gente, según han denunciado usuarios en redes sociales.

Otra opción, pero que tampoco beneficia a muchos, es el parqueo disuasorio que hay en la estación de Aviación Española. Un aparcamiento con vigilancia donde se puede dejar el coche gratis (entre cinco y 16 horas al día) para tomar el metro. Pero hay otro problema: siempre está a reventar. “Yo he llegado a las 8.00 y no he podido aparcar, porque también llegan todas las personas del extrarradio. Y si el disuasorio está completo, las calles contiguas que no tienen parking igual están colapsadas (...) No puedo aparcar, no tengo donde dejar el coche, entonces no puedo coger el metro”, narra.

Estas dificultades hacen que la manera más habitual en las que los vecinos o las personas que trabajan en la zona se muevan ida y vuelta al centro es en autobús, específicamente en la línea 34 de la EMT, que tarda más de una hora desde Cibeles hasta el Mercado de Las Águilas, por ejemplo. Pero las pocas opciones hacen que ese autobús siempre vaya abarrotado. Tanto así que la línea 34 lleva nueve años consecutivos siendo la más demandada de toda la capital, 857.341 usuarios a bordo. Le sigue a cierta distancia la línea 70 (Plaza de Castilla-Alsacia) con 651.832 viajeros registrados y la 27 (Embajadores-Plaza de Castilla) con 608.438.

Todo esto ocurre en el barrio con la segunda población más grande del distrito de Latina, con 52.341 a 1 de enero de 2024, según datos del Ayuntamiento de Madrid. Solo por detrás de Aluche, que tiene con 68.973 personas.

La última esperanza: la ampliación de la línea 11

La ampliación de la línea 11, llamada ahora la línea diagonal de Madrid —que irá desde el Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid/Barajas hasta Cuatro Vientos— es la única esperanza que les queda a los vecinos. El tramo sur, que solo iría desde La Fortuna con Cuatro Vientos y que cuenta con un presupuesto de 75 millones de euros, pasa muy cerca del barrio Las Águilas, por lo que han pedido a la Consejería valorar la posibilidad de desviar el túnel y hacer una boca en la zona. “Queremos que en la tunelación, en lugar de hacer una concavidad, pase por el centro de Las Águilas. Lo que queremos es que haya una intermedia”, explica el presidente de la Asociación de Vecinos, Julio Martínez.

Según dicen, este es el momento justo para insistir, ya que ese tramo se encuentra en estudios técnicos para valorar por donde exactamente pasará el túnel. “No va a haber dos estudios, y si no aprovechamos que ahora hay uno en marcha, no lo van a hacer dos veces”, comenta González.

Sin embargo, el Consorcio de Transportes de Madrid les envió en julio una carta en la que indicaban que “la actual planificación de la ampliación de la línea 11 no contempla su extensión hacia Las Águilas”, que eso requiere de unos “costes muy elevados” y que el barrio “dispone de una cobertura aceptable del sistema de transporte público. No aporta ningún estudio de impacto económico, la posibilidad de hacerlo, cuantía económica porque la que se discrimina el gasto”, critica Ana. “Es un tema de voluntad política”. El proyecto sigue sin publicarse, por lo que guardan la esperanza de que algo pueda cambiar.

La Consejería confirma a este diario que “la redacción del estudio informativo está en su fase final y en cuanto se apruebe técnicamente se someterá a información pública”. En ese momento se harán públicas las alternativas y se abrirá el plazo para la presentación de alegaciones o sugerencias.

Más información

Archivado En