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Seis años y medio de cárcel para el hombre que dejó morir a su esposa en su casa en Madrid en 2022

El jurado reconoció que el acusado estaba afectado por el síndrome del cuidador quemado y que esto afectó a su toma de decisiones a la hora de dejar agonizar a su mujer

Rogelio Ovejero, acusado de dejar agonizar hasta la muerte a su esposa afectada por diversas patologías, ha sido condenado a seis años y seis meses de cárcel por un homicidio por omisión. La mañana del 4 de diciembre de 2022, el hombre alertó a los servicios de emergencias de que su mujer se había caído y había muerto en la casa en la que vivían solos en Vallecas. Lo cierto es que el accidente doméstico no acababa de produci...

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Rogelio Ovejero, acusado de dejar agonizar hasta la muerte a su esposa afectada por diversas patologías, ha sido condenado a seis años y seis meses de cárcel por un homicidio por omisión. La mañana del 4 de diciembre de 2022, el hombre alertó a los servicios de emergencias de que su mujer se había caído y había muerto en la casa en la que vivían solos en Vallecas. Lo cierto es que el accidente doméstico no acababa de producirse, sino que la mujer había caído tres días antes y su marido la dejó allí sin prestarle auxilio. María, la víctima, necesitaba oxígeno constante y sufría otras enfermedades, como obesidad, por lo que murió por la falta de asistencia. El jurado aceptó que el acusado estaba afectado por el síndrome del cuidador quemado, lo que afectó a su capacidad de tomar decisiones cuando su mujer se cayó y en los días posteriores.

Ese mismo día y ante el estado que presentaba el cuerpo, el hombre fue detenido y en prisión permanecerá hasta el 4 de marzo de 2026, momento en el que pisará de nuevo la calle. Según el relato de los hechos que recoge la sentencia, “Rogelio se encontraba en el domicilio junto a su esposa cuando ella cayó al suelo, vestida con escasa ropa y sin el auxilio del equipo de oxigenoterapia del que dependía su salud, muy mermada al sufrir varias enfermedades, entre ellas esclerosis múltiple, obesidad e insuficiencia respiratoria”.

El condenado tenía, por su parte, diagnosticado un trastorno adaptativo como consecuencia de la situación personal que atravesaba por el cuidado de su esposa, “que si bien mermaba su facultad volitiva, no la abolía por completo, sin afectar a su capacidad intelectiva”. Así, según relata el fallo judicial, el hombre tomó en ese instante la decisión de no asistir a su esposa, ni la levantó del suelo, ni solicitó ayuda a los servicios de emergencia para que la auxiliaran, dejándola tirada.

Durante todo el tiempo que estuvo allí tendida y hasta su fallecimiento –añade la sentencia-, no le proporcionó la oxigenoterapia que necesitaba y se limitó a colocarle una almohada debajo de la cabeza y a taparla con una manta. El fallecimiento lo produjo una neumonía lobar abscesificada seguida de una insuficiencia respiratoria aguda. Si el esposo hubiera pedido ayuda, la mujer habría superado la caída y con su inacción aceptó que su muerte se pudiera producir, como de hecho ocurrió.

La pena impuesta, inferior a los 12 años y medio que solicitaba para el acusado el Ministerio Público, y a medio camino entre los cinco y los nueve años y medio de horquilla punitiva para este tipo de delito, la imponen los jueces al aplicar la eximente incompleta de trastorno mental al tener en cuenta que la muerte “se produce cuando el acusado se había quedado solo al cuidado de su esposa tras un largo periodo de cuidados que sí que prestó, quedándose en una situación en la que él por sí solo ya no bastaba para una adecuada atención (pues hacían falta dos personas), facilitándose de esta forma que se incrementase el trastorno adaptativo que se le ha reconocido como existente”.

“El acusado –añade la sentencia, sobre la que cabe recurso de apelación ante la Sala de lo Civil y Penal del TSJ de Madrid-, no contaba con el auxilio de sus hijas (ni de forma directa ni indirecta, por ejemplo ayudando a tramitar o tramitando por sí mismas, como representantes de su madre, una solicitud de reconocimiento de dependencia) y se le dejó de prestar a la víctima el servicio público de ayuda domiciliaria que había quedado interrumpido con motivo de ingreso hospitalario anterior”.

En una de las sesiones del juicio, las dos hijas relataron que habían intentado ayudar a su madre en numerosas ocasiones y que incluso en 2020 una de ellas la recibió en su casa en Andalucía, donde la mujer estuvo cuidada y atendida varios meses. En ese tiempo, María llegó incluso a poner una denuncia de malos tratos contra su esposo, aunque finalmente la retiró y regresó a Madrid con él.

El informe del forense recoge que en Rogelio se daban los síntomas que aparecen en quienes asumen el cuidado de personas dependientes, tales como estrés, ansiedad, depresión, irritabilidad, insomnio, dificultad de concentración, apatía, entre algunos otros síntomas de un síndrome denominado del cuidador quemado, que “puede llevar en un momento dado a no tomar decisiones ante situaciones que en condiciones psíquicas adecuadas se tomarían de forma inmediata”, lo que el jurado consideró que ocurría en este caso. Normalmente, son las mujeres las que más se ven afectadas por este síndrome, porque son las que asumen la mayor parte de cuidados no remunerados.


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