Los estatutos del PSOE complican la salida de Lobato si no dimite, ¿qué puede ocurrir con el líder socialista?
“Ni podemos ni debemos hacer nada para que no encabece la delegación”, sostienen fuentes de la cúpula federal tras constatar que el secretario general de la región busca resistir hasta las primarias. Preguntas y respuestas sobre la situación en la que queda el líder de la federación socialista madrileña
Los estatutos del PSOE complican la salida del secretario general del partido en la Comunidad de Madrid, Juan Lobato, si no dimite tras la polémica relacionada con el caso de la filtración de un correo de negociación entre la Fiscalía y el abogado de Alberto González Amador, novio de Isabel Díaz Ayuso, en una investigación por dos delitos fiscales. Fuentes de la cúpula federal socialista sostienen, tras constatar...
Los estatutos del PSOE complican la salida del secretario general del partido en la Comunidad de Madrid, Juan Lobato, si no dimite tras la polémica relacionada con el caso de la filtración de un correo de negociación entre la Fiscalía y el abogado de Alberto González Amador, novio de Isabel Díaz Ayuso, en una investigación por dos delitos fiscales. Fuentes de la cúpula federal socialista sostienen, tras constatar que el dirigente socialista busca mantenerse en el puesto hasta las próximas primarias, que ni pueden ni deben “hacer nada para que no encabece la delegación”. ¿Qué puede ocurrir con el líder socialista? ¿En qué situación quedan él y su formación?
¿Qué dice la dirección del PSOE?
La dirección federal del PSOE no tiene demasiado margen de maniobra ni va a desencadenar un choque frontal con Juan Lobato a tres días de la apertura del 41º Congreso Federal, que se celebra este fin de semana en Sevilla. “No vamos a actuar. No tiene sentido actuar ni hacer nada hacer tres días. No tiene sentido meternos en una guerra a días del congreso”, sostienen fuentes del puente de mando del PSOE, que admiten que tanto Ferraz como el PSOE-M tienen pocas herramientas para impedir incluso que vaya a Sevilla al cónclave. “Ni podemos ni debemos hacer nada para que no encabece la delegación”, sostienen. En la dirección federal socialista han pasado de la sorpresa al desconcierto y el malestar. El domingo, trasladaron al barón madrileño que no entendían la decisión de llevar al notario su conversación con la Moncloa sobre el fraude de la pareja de Isabel Díaz Ayuso. Rechazan que la nota que envió Lobato dando explicaciones fuera pactada con la dirección federal que, según las mismas fuentes, no ha sido informada del contenido de su comparecencia de este martes.
¿Qué puede ocurrir con el líder socialista?
Es algo así como el Manual de resistencia de Pedro Sánchez en versión Juan Lobato, que poco antes de las 14.00 envió un correo electrónico a la militancia con un enlace a su declaración por la mañana en la Asamblea de Madrid. Al apostar por seguir como secretario general del PSOE de Madrid, pese a las múltiples voces que reclaman su dimisión por registrar ante notario una conversación con un cargo de Moncloa sobre el caso que afecta a la pareja de Isabel Díaz Ayuso, el portavoz regional de los socialistas pone a la dirección federal ante una disyuntiva. De un lado, la posibilidad de esperar al congreso regional de inicios de 2025, en el que la maquinaria de la organización podría movilizarse al completo para desbancarle e impedir su reelección en las votaciones del 11 de enero (primera vuelta) y el 18 (segunda). Del otro, aplicar los estatutos para provocar su salida, una opción complicada (las nuevas reglas del juego del PSOE no dibujan un camino fácil para ello) y traumática para una federación como la de Madrid, que tanto ha penado para cerrar las heridas abiertas por la decisión del secretario general, Pedro Sánchez, de descabalgar en 2015 al autonómico, Tomás Gómez, por los sobrecostes del tranvía de Parla, donde había sido alcalde entre 1999 y 2008.
¿Qué dicen los estatutos?
Hasta el Congreso Federal de 2017, la caída de Lobato podría haber sido forzada por la dimisión de la mitad más uno de los miembros de su ejecutiva, lo que habría provocado inmediatamente la formación de una gestora. Sin embargo, en aquel cónclave, Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, reformó la normativa interna tras haber visto cómo sus rivales intentaban usarla en su contra en 2016, antes de que finalmente dimitiera. Los únicos secretarios generales a los que se podría forzar su dimisión con la renuncia de más de la mitad de la dirección son los de las agrupaciones locales, pero no los barones territoriales ni el secretario general de la ejecutiva federal.
¿Qué herramienta podría utilizarse entonces?
Varias fuentes con conocimiento exacto de la estrategia de Lobato sostienen que ninguna. “No hay palancas, no hay forma de hacerlo”, afirman. Sin embargo, un colaborador del líder del PSOE en Madrid afirma que podría llegar a disolverse la federación, una opción que Ferraz rechaza. Y los propios estatutos recogen otra posibilidad.
Se trata del artículo seis, sobre la revocación de la secretaría general. En él se detalla que el 50% de votos del comité federal, o del autonómico, podrá iniciar el proceso de revocación o censura de secretarios generales elegidos por primarias (como es el caso de Lobato). “Una vez acordada y en el plazo de un mes deberá ser aprobada por la militancia y la afiliación directa, en su caso, del ámbito territorial correspondiente en una consulta”, se detalla. De prosperar, se formaría una gestora.
¿Cuál es el calendario?
Sin embargo, dados los largos tiempos de ejecución de esa previsión reglamentaria, no está claro qué ventaja tendría abrir un proceso traumático cuando su resolución coincidiría prácticamente con el calendario del congreso regional de febrero, en el que la maquinaria del PSOE podría trabajar para un relevo ordenado de Lobato.
Para esa cita, pactada con Ferraz pero que se tiene que aprobar, se podrán presentar candidaturas a partir del 7 de diciembre. La primera votación sería el 11 de enero, la segunda el 18, y el congreso en febrero, según detallan en el PSOE de Madrid.
Tampoco espolea la toma de una decisión inmediata que el PSOE celebre este fin de semana su congreso, lo que implica que la actual dirección de Sánchez vive sus últimas horas en el cargo, pues durante el cónclave se procederá a su renovación formal. Otra cosa es que haya movimientos internos, en forma de dimisiones de cargos orgánicos, para intentar forzar la salida del secretario general. Una opción insinuada pero aún no realizada.
¿Qué opinan los compañeros del partido?
Entretanto, el delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, ha considerado este martes que Lobato debe dar explicaciones “más sólidas” sobre por qué tomó decisiones “tan relevantes” como acudir a un notario, al tiempo que ha pedido que se convoque una comisión ejecutiva regional como “foro interno” para abordar lo sucedido. A su petición se ha sumado Reyes Maroto, portavoz en el Ayuntamiento de Madrid, que ha pedido la convocatoria “urgente” del comité regional, el principal órgano de decisión de la federación madrileña, “para someterse a una moción de confianza”. “Los socialistas madrileños queremos que el secretario general dé explicaciones y escuche en el comité ejecutivo regional a los militantes, que será el lugar donde le exigiremos responsabilidades”, ha apostillado Maroto.