El promotor de los dos conciertos de Taylor Swift en el Bernabéu suma multas por 288.000 euros
El Ayuntamiento de Madrid ha enviado 11 sanciones con multas que suman 801.000 euros por las actuaciones musicales celebrados este año en el recinto del Real Madrid. Los productores tildan de “desproporcionada” su cuantía
Tal y como había advertido el Ayuntamiento de Madrid, las multas por el ruido de los conciertos que se han celebrado este año en el Santiago Bernabéu han llegado a los organizadores de los eventos. El Consistorio ha enviado 11 sanciones con multas que van desde los 17.000 hasta los 280.000 euros. Entre ellos, dos multas de 142.000 y 146.000 euros a los productores de los dos conciertos de Taylor Swift celebrados el 29 y 30 de mayo. Uno de los promotores consultados por este periódico señala que se trata de una cifra “desproporcionada”. “Tampoco logramos saber los criterios de sanción”, añade. Desde el mes de abril se han celebrado 16 conciertos en el estadio y todos han superado el límite sonoro. Representantes de las promotoras afectadas están poniéndose en contacto para estudiar una estrategia conjunta a la hora de recurrir estas sanciones.
Las multas impuestas desde el área municipal de Medio Ambiente son todas por incumplimiento en la normativa de ruido e incluyen tanto el día del concierto como los ensayos previos. En total suman 801.000 euros entre las 11 sanciones que el Consistorio ha emitido. El alto importe a pagar ha puesto en guardia al sector al ver cómo hay cantidades muy dispares a pesar de que en todos los casos son por el mismo motivo. Las multas que se han impuesto están recogidas desde 2011 dentro de la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica y las cuantías varían en función de la gravedad de la infracción respecto a los límites de ruido. Oscilan entre los 600 y los 300.000 euros.
Según las fuentes consultadas por este periódico, en el caso de Manu Carrasco la sanción es de 125.000 euros. En el caso de Duki, que actuó el día de 8 junio, la promotora del cantante de trap tuvo que pagar casi 280.000 euros, 129.000 euros por el día de los ensayos y 148.000 el día del concierto. Por los dos conciertos de Taylor Swift, 29 y 30 de mayo pasados, las multas ascienden a 142.000 y 146.000 euros. Todas las sanciones emitidas están tipificadas como “muy graves” por el Ayuntamiento.
El volumen máximo en exteriores durante la noche (de 19.00 a 23.00) no puede superar los 58 decibelios (dB), según la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica. En horario de mañana o tarde el límite aumenta a los 63 dB. Como pudo comprobar EL PAÍS, durante el concierto de Alejandro Sanz del 12 de mayo se llegó a los 86 dB. Esto supone que se multiplicó por diez el nivel de ruido permitido, ya que las mediciones de sonido tienen una evolución exponencial. Cada tres decibelios de duplica.
El delegado de Medio Ambiente, Borja Carabante, anunció en mayo la tramitación de los expedientes de denuncia de la Policía Municipal y “que se impondrán las sanciones que correspondan”. “Habrá sanción para todo y cada uno de los conciertos que se han celebrado”, dijo horas antes del concierto de Taylor Swift. Para entonces ya se habían celebrado cinco conciertos.
Lucha vecinal
Ya se han celebrado 16 conciertos en lo que va de año. Desde que empezaron en abril, han estado rodeados de polémica por las molestias que el ruido, la suciedad o el tráfico estaban causando entre los residentes de la zona del estadio. La querella que presentó la Asociación de Perjudicados por el Bernabéu contra el director general del Real Madrid por el ruido presionó al club hasta el punto de que retrasó en septiembre todos los conciertos que tenía previstos al menos hasta marzo. Entre ellos estaba el de Aitana, Lola Índigo, Dellafuente y un festival de K-Pop.
A pesar de que en ese momento el Ayuntamiento ya había admitido que se estaba superando el límite de ruido en todos los conciertos y de que iba a haber sanciones, en ningún momento ordenó suspender los eventos. En su lugar, el Consistorio anunció medidas para reducir las molestias, como limitar a 20 los conciertos que podían celebrarse al año. Además, el club se había comprometido a hacer una reforma para limitar el ruido con pantallas aislantes, una obra que iba a durar varios meses y que hasta el momento no se ha finalizado.