Ayuso planea obras para que el Rayo se quede en Vallecas, pero el club cree que no resuelven los problemas por los que estudia dejar el estadio

Tras ver “cada vez más insostenible” que el equipo siga en el barrio, Madrid gastará dos millones en mejorar las instalaciones en 2025 y hará luego una reforma integral

Afición del Rayo Vallecano realiza acción en el Estadio de Vallecas en contra el posible traslado del estadio.JUAN BARBOSA

El Gobierno de la Comunidad de Madrid prevé invertir dos millones de euros en mejorar en 2025 el estadio que utiliza el Rayo Vallecano (de propiedad pública), y luego afrontar antes de 2027 una reforma integral de la instalación para que el club pueda seguir usándolo tanto tiempo como quiera. Sin embargo, ese plan, avanzado este jueves por el consejero de Cultura, Turismo y Deporte, Mariano de Paco Serrano, en un encuentro con periodistas, no resuelve los problemas que han llevado al club a estudiar alternativas para hacerse con un estadio nuevo, según un portavoz de la entidad: falta de capacidad de espectadores, párking subterráneo o zonas comerciales. De esta manera, el anuncio de las obras parece compatible con el pronunciamiento que hizo la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, en febrero. “Estamos hablando con el club para buscar una nueva ubicación, porque cada vez es más insostenible que sigan en Vallecas”, dijo entonces la líder conservadora en una entrevista con el diario As que provocó las protestas de aficionados rayistas, opuestos al cambio de estadio.

“La Comunidad va a acometer las obras de mejora del estadio para que el Rayo pueda permanecer en el estadio, en Vallecas, el tiempo que lo necesite”, dijo el consejero De Paco Serrano, una afirmación compatible con que las mejoras sirvan para que el equipo siga en las instalaciones mientras busca, encuentra y cierra una nueva ubicación. “Ese estadio tiene que estar a la altura de un club de Primera División, y la Comunidad, en colaboración con el propio club, y con la Liga, va a acometer esas obras de mejora, e iniciará luego un proyecto de legislatura para que ese estadio sea lo que tiene que ser”, añadió. “Es un proyecto de futuro para que el Rayo se quede en Vallecas el tiempo que lo necesite”.

De Paco Serrano no mencionó en ningún momento que el Rayo se hubiera comprometido a seguir en la instalación, ni tampoco explicó en qué consistiría la reforma integral, y si esta permitiría, por ejemplo, aumentar el aforo. Pese a esa falta de detalles, esto contrapuso el máximo accionista del club, Raúl Martín Presa, a través de un portavoz: “El Rayo está encantado con que la Comunidad se ponga manos a la obra, y agradecido, pero esto no resuelve el problema de fondo, que es la necesidad vital de tener un estadio nuevo con una capacidad de mínimo 30.000 espectadores, con aparcamientos, zonas VIP, comerciales... para poder competir casi casi en igualdad de condiciones con el resto de equipos de Primera”.

Es decir, la propiedad del Rayo quiere un estadio nuevo. Así, Martín Presa lleva largo tiempo defendiendo la opción de que el equipo abandone el estadio y construya uno en propiedad lo más cerca posible del actual, al considerar que las instalaciones del que está usando están obsoletas, y son demasiado pequeñas para la masa social del equipo. En esa línea trabajaba también el Gobierno regional, al menos en febrero, cuando Ayuso fue contundente: “Nos dicen desde el Rayo que ya han visto una serie de terrenos y en breve entraremos en negociación. La idea es ceder terrenos y que ellos costeen el nuevo estadio”.

Las palabras de Díaz Ayuso provocaron una nota de la federación de peñas rayistas mostrando su oposición incondicional al cambio de residencia que pretende Martín Presa. “Nuestro barrio podría ser un barrio obrero más de los que pueblan la periferia madrileña, pero si algo diferencia a Vallecas es precisamente su identidad, construida durante generaciones y que hoy en día sigue muy presente en el ideario colectivo del barrio. Este sentimiento popular se ve plasmado en la afición rayista, la cual acude cada quince días a su estadio en la Avenida de la Albufera a la altura de Portazgo, en pleno corazón de Puente de Vallecas”, rezaba el comunicado de los peñistas.

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La opción de mejorar ahora las instalaciones es, por lo tanto, una solución con asterisco. Las obras comenzarán en 2025, se centrarán en eliminar la oxidación en la armadura de pilares y muros, en renovar vigas del forjado superior, y en reparar desperfectos de la grada sur. El plan es que los trabajos no afecten a los partidos del equipo. En paralelo, según la Comunidad, el club tendrá que financiar las reformas del palco de honor, de los vestuarios y de otros elementos del estadio, por cuyo uso ha venido pagando al Gobierno regional un alquiler de unos 80.000 euros anuales.

Pero el mismo consejero de Cultura sostuvo este jueves que el Rayo usará el estadio mientras quiera, lo que deja la puerta abierta a que el club siga jugando en la infraestructura mientras en algún momento culmina el proyecto de construir un nuevo campo.

“Abrimos la puerta a que el Rayo se quede en Vallecas, en su estadio, todo el tiempo que considere”, dijo De Paco Serrano. “Vamos a hacer un campo a la altura del club, del barrio y de los aficionados, vamos a trabajar para la mejora y el perfeccionamiento de ese club, y todo el tiempo que el Rayo quiera estar, estará”, añadió. “Era insostenible que se quedara en Vallecas manteniendo el estadio como estaba, luego lo que vamos a hacer es mejorarlo. Vamos a mejorarlo para que el club, mientras lo necesite, se quede”, remató, reconociendo que la decisión de que el equipo permanezca en el corazón de la capital no depende del gobierno regional.

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