El rescate de una tapa de un trofeo moviliza seis vehículos de bomberos que realizaron inmersiones prohibidas en el Retiro

La pieza pertenece a la final de las Series Mundiales de Rugby a 7, que se disputarán en Madrid los próximos tres años gracias a un convenio entre la federación internacional y el Ayuntamiento

La tapa rescatada del fondo del estanque del Retiro.

El 17 de marzo, varios paseantes del parque del Retiro se asombraron al ver varios vehículos de bomberos y buzos en el estanque. Algunos de ellos lo compartieron en redes sociales y se preguntaron si podía haber ocurrido un accidente. En ese momento, la explicación oficial que se dio es...

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El 17 de marzo, varios paseantes del parque del Retiro se asombraron al ver varios vehículos de bomberos y buzos en el estanque. Algunos de ellos lo compartieron en redes sociales y se preguntaron si podía haber ocurrido un accidente. En ese momento, la explicación oficial que se dio es que se trataba de un simulacro. Según el parte de intervención al que ha tenido acceso EL PAÍS, la realidad es que se trataba de un dispositivo para rescatar del fondo de las aguas la tapa del trofeo de la Gran Final de las Series Mundiales de Rugby 7, una cita deportiva internacional que se celebrará en Madrid en junio. Para sacar del estanque esta pequeña pieza, se movilizaron seis dotaciones de bomberos y 19 efectivos. Además, dos buzos municipales efectuaron inmersiones para dar con el objeto, cuando el cuerpo tan solo puede realizar intervenciones en superficie. El Ayuntamiento justifica que los efectivos que se sumergieron pertenecen a una unidad pedagógica.

La pérdida de la tapa se produjo dos días antes, el viernes 15 de marzo. En esa jornada, se estaban tomando unas imágenes promocionales del trofeo junto al estanque y varios curiosos pidieron hacerse fotos con la pieza. En esta ronda de fotografías, un hombre la apoyó demasiado cerca de la barandilla y la tapa resbaló y cayó al agua. En concreto, el objeto perdido pertenecía al trofeo del campeonato femenino. El Ayuntamiento confirma este relato y señala que, en un principio, se indicó que el despliegue se trataba de un simulacro por un error de comunicación, ya que en la tabla de avisos el código que responde a maniobra y simulacro es el mismo.

La semana siguiente, el martes 21 de marzo, estaba programada la presentación de Madrid como sede para los próximos tres años de la final de este campeonato de rugby que convoca a las 12 selecciones más potentes del mundo. En ese acto tuvo un lugar destacado el alcalde, José Luis Martínez Almeida, ya que la designación de la ciudad para acoger esta cita deportiva es fruto de un convenio alcanzado entre el Ayuntamiento y la Federación Internacional de Rugby para los próximos tres años. Para la promoción de esta cita, también estaban concertadas esa semana varias entrevistas en medios de comunicación que iban a realizar los jugadores Amaia Erbina y Tobías Sáinz de Trápaga a las que iban a acudir con los trofeos.

En el parte de intervención de rescate de la tapa está escrito que el solicitante es Sevens de World Rugby, así es como se llama en inglés el evento deportivo cuya final va a acoger el estadio Civitas Metropolitano entre 2024 y 2026. El despliegue movilizó a seis vehículos y 19 bomberos, comenzó a las nueve y media y finalizó a las doce y cuarto y también requirió de una lancha. Según se puede leer en el documento, cuando los efectivos llegaron al parque, los recibieron “varios miembros de la Sevens de World Rugby”. “Nos indican dónde se ha precipitado la parte del trofeo (corona superior)”, reza el documento. En ese momento, los intervinientes ven fotos de la pieza que tienen que rastrear.

Cuando se sitúan en la zona en la que puede estar la tapa, los bomberos comprueban que la profundidad es de unos dos metros y perimetran lo que denominan como “zona caliente”. A partir de ese momento, hacen una “maniobra de recuperación en abanico desde la orilla”, un término técnico que se usa para explicar la posición en la que se colocan los rescatistas. En el parte especifican que se equipan “dos buceadores para realizar el rastreo y se prepara la embarcación de apoyo con dos rescatadores en superficie”. La documentación señala que el objeto se encontró a los pocos minutos, y que el personal de la federación de rugby confirmó que era la pieza perdida.

Los dos buzos que se sumergieron para encontrar la tapa del trofeo.

Según una instrucción del 5 de febrero de 2014, cuando era alcaldesa Ana Botella, el cuerpo de bomberos del Ayuntamiento de Madrid solo puede realizar “intervenciones sobre la superficie del agua, excepto que esté en peligro la vida humana, en cuyo caso se realizará todo lo necesario en función de la formación del personal y de los medios presentes”. Esta misma instrucción indica que, en caso de tener que recuperar un cadáver, es obligatorio pasar el aviso a la Guardia Civil. “Para el rescate de otros bienes, se indicará a los interesados que deberán realizarlo con empresas que efectúen trabajos de buceo profesional”.

El motivo por el que los bomberos municipales no pueden efectuar inmersiones es por la falta de licencias de buzo que el Ayuntamiento no renueva desde, al menos, 2014. Según explica un portavoz municipal, “aunque ya no existe la Unidad Subacuática del Cuerpo, algunos de los que prestaban servicio en ella trabajan ahora en la Unidad Pedagógica y dan formación en el Centro Integral de Formación de Seguridad y Emergencias del Ayuntamiento, lo que incluye prácticas en agua”. Este portavoz explica que fueron estos efectivos los que se sumergieron.

Cuatro días después del rescate, se celebró el acto de presentación de la cita deportiva en el Civitas Metropolitano, tal y como estaba previsto. Los representantes de las federaciones nacional e internacional de rugby posaron sonrientes junto al alcalde, la concejala delegada de Deporte, Sofía Miranda, y el presidente del Atlético de Madrid, Enrique Cerezo, en la presentación de Madrid como sede de la final del campeonato para los próximos tres años. Según personas que acudieron al acto, no recuerdan ver el trofeo ese día.

El concejal socialista Enrique Rico llevará este asunto a la próxima comisión de vicealcaldía, el área competente, que se celebrará a mediados de mes. “Vamos a denunciar el incumplimiento de los protocolos de actuación y protección de estos servicios de emergencias, a los que se les obligó a sumergirse para la búsqueda de este premio, algo a lo que no están autorizados. Además, se trata de la construcción de una gran mentira por parte del Gobierno de Almeida que trasladó a la opinión pública la realización de un simulacro para tapar esta torticera operación de rescate del premio. Queremos saber quién o quiénes dieron la orden de este simulacro fake”, apunta Rico.

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