Una identidad para 10 puestos de trabajo: cae una red que explotaba a jornaleros con carnés falsos
Los cabecillas facilitaban sus datos a los trabajadores en situación irregular para que pudieran ingresar el dinero y así cobraban sus sueldos y sus prestaciones
Se aprovechaban de sus compatriotas para cobrar sus sueldos sin pisar el campo. La policía ha detenido a los cabecillas de una red compuesta por inmigrantes subsaharianos con documentación legal de trabajo y residencia que cedía sus datos a trabajadores que no las tenían para poder tener un contrato. Eran estos mismos líderes de la organización los que cobraban el sueldo y se beneficiaban de las prestaciones conseguidas por sus compatriotas, jornaleros en Alicante y Murcia, que solo veían un mínimo porcentaje de la nómina. La c...
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Se aprovechaban de sus compatriotas para cobrar sus sueldos sin pisar el campo. La policía ha detenido a los cabecillas de una red compuesta por inmigrantes subsaharianos con documentación legal de trabajo y residencia que cedía sus datos a trabajadores que no las tenían para poder tener un contrato. Eran estos mismos líderes de la organización los que cobraban el sueldo y se beneficiaban de las prestaciones conseguidas por sus compatriotas, jornaleros en Alicante y Murcia, que solo veían un mínimo porcentaje de la nómina. La cantidad la decidían los cabecillas, que vivían en Madrid y que no han entrado jamás a un invernadero ni han trabajado la tierra bajo el sol. Una verdadera explotación.
El sistema era sencillo. Un intermediario que vivía en el Levante captaba a los migrantes llegados a España en patera que aún no habían obtenido la documentación para vivir y trabajar en territorio nacional. Les proponía un acuerdo fácil: un compatriota en situación legal les cedía sus datos, elaboraban carnés de identidad falsos y les añadían la foto del trabajador real. Así podían ser contratados por empresas de trabajo temporal en las cuadrillas de Alicante y Murcia. Todo lo ganado iba a cuentas de los siete cabecillas del entramado que vivían en Madrid y que nunca tenían contacto con los migrantes. “Llegaban a ceder una identidad a múltiples trabajadores a la vez y al mismo tiempo, así que a efectos de registro acumulaban una vida laboral que más de uno quisiera”, comenta el inspector jefe del grupo tres de la unidad contra redes de inmigración y falsedades documentales de la Policía Nacional en Madrid.
La investigación comenzó en julio de 2022, como derivada de una operación anterior en la que también se detuvo a un grupo de explotadores. La policía no puede afirmar en este momento cuántos afectados hay ni cuánto tiempo llevaba la red desarrollando esta actividad, porque la operación sigue abierta tras las detenciones. En una investigación de su patrimonio y sus cuentas, los agentes serán capaces de determinar cuánto dinero han ganado con el sudor de la frente de sus compatriotas, mientras ellos vivían plácidamente en Madrid.
Los detenidos no solo cobraban la nómina, sino que también ingresaban el dinero por las prestaciones sociales cuando se acaba la temporada de recolección de fruta en el campo del Levante y también acumulaban cotización de cara a una futura jubilación. Mientras, las víctimas, seguían siendo invisibles ante la administración, sin posibilidad de acumular experiencia laboral en su expediente. “Las copias eran de bastante buena calidad, pero es que además, como solo las presentaban ante la empresa de trabajo temporal, no es necesaria una calidad extrema para que sea aceptada”, apunta el inspector jefe que ha dirigido la operación.
Los miembros de la trama fueron detenidos a finales del pasado mes de agosto, como presuntos responsables de los delitos de usurpación de estado civil, favorecimiento de la inmigración irregular y fraude a la Seguridad Social.
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