Los sanitarios de los hospitales dan su apoyo a la huelga: “La Atención Primaria está en un momento crítico. Es una reivindicación conjunta”
Decenas de profesionales se han concentrado en varios puntos de la Comunidad de Madrid en la cuarta semana de paro indefinido
“Atención primaria somos todos”, reza una pancarta improvisada con varios folios blancos plastificados. Es de los profesionales sanitarios del Hospital Gregorio Marañón, que se han concentrado este martes en las escaleras del centro para mostrar su apoyo a los médicos de familia y pediatras en huelga desde hace casi cuatro semanas. “Hay que mojarse, en el sentido literal”, se animaban unos a otros. Al...
“Atención primaria somos todos”, reza una pancarta improvisada con varios folios blancos plastificados. Es de los profesionales sanitarios del Hospital Gregorio Marañón, que se han concentrado este martes en las escaleras del centro para mostrar su apoyo a los médicos de familia y pediatras en huelga desde hace casi cuatro semanas. “Hay que mojarse, en el sentido literal”, se animaban unos a otros. Al menos 40 personas ―médicos, enfermeras y personal administrativo― se han reunido bajo la lluvia con sus batas blancas, fonendoscopios al cuello y paraguas en mano.
Los sanitarios de los hospitales estaban llamados por el sindicato Amyts a secundar concentraciones a partir del mediodía a las puertas de los 430 centros de salud y 27 hospitales públicos de la Comunidad de Madrid para denunciar la sobrecarga de trabajo de médicos de familia y pediatras, como ha ocurrido también en el Hospital de La Paz, en el Hospital Universitario del Sureste o en el de Móstoles, entre otros.
“Oye, venga. Que está empezando”, apremiaba una médico a sus compañeras poco antes de que comenzara la concentración en el Gregorio Marañón. El goteo de profesionales ha sido constante, hasta ocupar por completo las escaleras de la entrada. Algunos silbaban, otros aplaudían como podían, y el ambiente general era reivindicativo. “¡Atención, atención... Atención Primaria ya!”, gritaban. Ha sido la tónica en los hospitales donde ha habido concentraciones: pancartas, carteles y consignas.
“Solo están pidiendo lo que es justo: tiempo. Para los pacientes, para atenderles bien”, dice Ana Calín, de 47 años y médico especialista en oncología radioterápica en el hospital. Trabaja allí desde hace 14 años, “y todavía de interina”, se queja. Ha salido a apoyar a sus compañeros: “La Atención Primaria es una parte fundamental de la medicina, la primera línea que tiene que sostener a todas las personas”.
La saturación constante en los centros de salud de la región repercute en el hospital, explica la médico: “Es efecto rebote. Más pacientes en urgencias que no pueden ser atendidos y enfermos crónicos a los que no se les controlan bien las patologías. El efecto: profesionales sobrecargados y muchísimo lío”. Tiene la mirada cansada, aunque sujeta la pancarta, de grandes letras negras, con fuerza: “Estamos en lucha. Seguimos y seguiremos”. La profesional insiste en que es fundamental mantener el ánimo y no dejar que la huelga decaiga.
Es lo que copa las conversaciones de quienes han acudido a la concentración. Muchos niegan con la cabeza en señal de desaprobación cuando un compañero enumera los problemas en Atención Primaria. “No tiene sentido”, se oye decir a otros. “La situación está en un momento crítico. Es fundamental apoyarnos entre todos. Es una reivindicación conjunta”, añade Calín.
Además del apoyo en los hospitales, decenas de personas se han concentrado frente a la dirección del Recursos Humanos del Sermas, el Servicio Madrileño de Salud, en la calle de Sagasta, para denunciar el nuevo plan de reapertura de las urgencias extrahospitalarias: 80 centros abiertos con la mitad de personal. “Todo es muy complicado. Por ejemplo, los interinos seguimos esperando a que la Comunidad nos responda respecto a la temporalidad. No hacemos más que pedir reuniones y no recibimos respuestas”, se ha quejado Calín poco antes de que finalizara la protesta frente al Gregorio Marañón.
Los silbidos y aplausos pasados por agua han durado algo menos de media hora. Una residente de tercer año y una estudiante de medicina corrían a resguardarse, tapadas con la sudadera morada de una de ellas. También han salido a apoyar a los profesionales en huelga. “Había que estar”, ha dicho una de ellas.
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