Segundo asesinato a tiros en menos de 24 horas en una reyerta en Madrid

Esperaron a que el concierto acabara para atacar. Alrededor de las seis de la mañana de este lunes un dominicano de 21 años ha sido asesinado a tiros y otros tres han resultado heridos en una discoteca de la localidad madrileña de Fuenlabrada. Aunque la principal hipótesis con la que trabajaba la Policía a primera hora de la mañana es que se trataba de un una respuesta inmediata al homicidio de Bori, como llamaban a un chico venezolano de 19 ...

Esperaron a que el concierto acabara para atacar. Alrededor de las seis de la mañana de este lunes un dominicano de 21 años ha sido asesinado a tiros y otros tres han resultado heridos en una discoteca de la localidad madrileña de Fuenlabrada. Aunque la principal hipótesis con la que trabajaba la Policía a primera hora de la mañana es que se trataba de un una respuesta inmediata al homicidio de Bori, como llamaban a un chico venezolano de 19 años que murió del mismo modo solo un día antes en la localidad vecina de Alcorcón, una vez avanzadas las pesquisas creen que ambos crímenes no están relacionados.

Cuando aún no había amanecido, dos hombres han llegado en coche a la discoteca Caña Brava de Fuenlabrada y han atacado a varios de los que estaban allí. Los asaltantes llevaban armas blancas y pistolas. “Los autores eran dos varones vestidos de negro con capucha y pasamontañas, uno llevaba machete y otro pistola”, apuntan fuentes policiales. El resultado ha sido un muerto, que corresponde a las iniciales S. H., por heridas de bala y de arma blanca, otro herido por los disparos, y dos más con cortes leves en los hombros. El Summa 112 ha acudido al lugar, pero no ha podido hacer nada por la víctima mortal. Los otros heridos, dos de 18 y uno de 31 años, han sido trasladados al hospital.

A las puertas de la discoteca aún quedaban rastos del tiroteo, a pesar de que los servicios de limpieza se han afanado por borrar todos los rastos de sangre que quedaban en la acera y los bancos frente a la entrada del local. En concreto, dos impactos de bala permanecían en dos carteles de un taller cercano colgados en el muro exterior de la discoteca como testigo del crimen mortal. Según especifican fuentes policiales, uno de los heridos no estaba involucrado en la reyerta sino que la bala le alcanzó por error.

Todavía no está claro a qué pandillas pertenecían víctimas y agresores de esta reyerta. Fuentes policiales indican que el fallecido tenía relación con la banda de los Trinitarios, pero con la información actual no consideran que fuera un miembro activo de la banda. Sí que se da la circunstancia de que esta noche en esa discoteca actuaba un cantante que en sus letras incluye referencias a esta banda y ha dedicado algunos de sus temas a las víctimas mortales de esta pandilla en los enfrentamientos con las rivales. Al lugar han acudido los policías de Homicidios y de la Brigada de Información para recabar más datos.

El alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala (PSOE), ha convocado este una reunión extraordinaria de la Junta de Seguridad con la Delegación del Gobierno y los responsables de la Policía Nacional para “disponer de toda la información y coordinar una respuesta”.

Ayer a la misma hora y en una discoteca de esa localidad cercana comenzó una reyerta que se saldó con un muerto y dos heridos. El local es un lugar habitual de pandilleros que ya ha sido escenario de otros enfrentamientos y de redadas policiales en los últimos meses, pero fuentes cercanas a la investgación señalan que en esta ocasión el motivo de la pelea no está directamente relacionado con la pertenencia de los involucrados a pandillas. La Policía detuvo a tres personas con motivo de la pelea, una de ellas es una mujer, vecina del municipio, y otro uno de los heridos, que fue trasladado al hospital.

El fallecido es conocido como Bori, según un improvisado altar que han colocado sus amigos en el lugar en el que falleció, a las puertas de un colegio, de un tiro en la cabeza. En ese altar en el que hay flores y una foto de la víctima también han realizado pintadas con consignas de bandas juveniles. Una de ellas está relacionada con la banda de los Blood, una de las minoritarias en Madrid.

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