Detenida una mujer por asesinar a otra en su casa del centro de Madrid: “Ven, creo que la he matado”
La Policía detiene en el edificio a la presunta autora del homicidio que ha llamado a una amiga para contarle lo sucedido
Los comensales del restaurante Camoatí acababan de sentarse en la terraza cuando varios agentes han llegado corriendo y en moto. “¿Han visto algo?”, les han preguntado, con prisas. Allí no había pasado nada. Al menos de puertas para afuera. Lo que buscaban estaba en el número 6 de la calle Alfonso VI, en pleno barrio de La Latina de Madrid, dentro de una vivienda. Un vecino les ha abierto y los agentes han tirado la puerta de la vivienda abajo. Pero en el suelo de una vivienda del segundo piso yacía ya muerta una mujer...
Los comensales del restaurante Camoatí acababan de sentarse en la terraza cuando varios agentes han llegado corriendo y en moto. “¿Han visto algo?”, les han preguntado, con prisas. Allí no había pasado nada. Al menos de puertas para afuera. Lo que buscaban estaba en el número 6 de la calle Alfonso VI, en pleno barrio de La Latina de Madrid, dentro de una vivienda. Un vecino les ha abierto y los agentes han tirado la puerta de la vivienda abajo. Pero en el suelo de una vivienda del segundo piso yacía ya muerta una mujer de 31 años. Los sanitarios del Summa no han podido hacer nada por salvar la vida de la víctima, que ya había perdido demasiada sangre. Poco después, una mujer de 37 años ha sido detenida delante mismo de la terraza del Camoatí, justo cuando bajaba la calle. Varios conocidos de las mujeres apuntan que eran pareja.
Unos minutos antes de que llegara la policía, la presunta asesina había llamado a una amiga: “Ven, creo que la he matado”. En lugar de ir, llamó deprisa a Emergencias para contar al Summa que Ana, su amiga y la detenida, podría haber herido a la otra mujer. “Se ha oído a los policías decir a gritos: ‘Tiren la puerta abajo”, explica Raúl Fernández, uno de los clientes del restaurante que en ese momento acababa de llegar, sobre las cinco de la tarde. Poco después ha aparecido por la calle la presunta asesina, bajaba la calle andando, los agentes la han reconocido. “¡Es ella!”, ha gritado uno. Los policías la han esposado y la han subido al piso. “Estaba tranquila, como ida”, añade el testigo.
La víctima tenía cinco cuchilladas en el tórax y el estómago, ha explicado un portavoz de Emergencias. Al lugar han acudido miembros de la Unidad de Prevención y Reacción (UPR) que han acordonado la calle, agentes del Grupo VI de Homicidios y de la Policía Científica. También han llegado dos ambulancias del Summa, pero cuando han recibido la llamada ya era demasiado tarde para la mujer. Los investigadores han tomado muestras en la vivienda aunque los primeros indicios apuntan a que la asesina ha utilizado un cuchillo de cocina para apuñalar a su compañera. Fuentes cercanas al caso han indicado que ambas tenían antecedentes aunque no ha especificado por qué delito.
“Todos los días hay jaleos en esa casa”, ha comentado uno de los vecinos asomado a la ventana mientras la policía llegaba a la escena del crimen, un piso del que colgaba la bandera LGTBI en el balcón. Los camareros de un bar cercano también han apuntado que conocían a las mujeres y que ya habían protagonizado algunas peleas o discusiones en el pasado. Otro residente en la zona ha señalado que las había visto esa misma mañana a primera hora saliendo de un bar paseando al perro. “Eran bastante conocidas en el barrio, siempre iban muy bien vestidas y siempre andaban discutiendo, era normal verlas en los bares. A veces se las oía por el balcón”, ha comentado otro vecino que acababa de salir de su casa y se ha encontrado con la policía. “Tenían peleas, pero nadie esperaba que pudiera pasar esto”, comentaban en el bar.
Una hora y media después de la llegada de la policía, la presunta asesina ha salido esposada y se la han llevado en el coche policial. Unos minutos después, un agente ha salido con el chihuahua blanco de la pareja en brazos. Fuentes policiales han explicado que contactaran con familiares para saber si alguien se puede hacer cargo del animal.
La investigación policial tendrá que indagar ahora en qué ha sucedido en esa vivienda en la que tantos gritos oían los vecinos.
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