La Comunidad de Madrid impone restricciones contra la gripe aviar en la capital tras morir cientos de aves
La aparición de focos en ciudades como Madrid, Leganés o Móstoles lleva al Gobierno regional a limitar la cría al aire libre y a limitar el acceso al agua
La confirmación de que hay aves silvestres contagiadas de gripe aviar en los municipios de Madrid (dos halcones peregrinos que aparecieron muertos en los alrededores del Museo de América) y San Martín de la Vega (cinco ocas y tres patos) ha llevado a la Comunidad de Madrid a ordenar restricciones en nueve localidades de la región, incluida la capital, según refleja ...
La confirmación de que hay aves silvestres contagiadas de gripe aviar en los municipios de Madrid (dos halcones peregrinos que aparecieron muertos en los alrededores del Museo de América) y San Martín de la Vega (cinco ocas y tres patos) ha llevado a la Comunidad de Madrid a ordenar restricciones en nueve localidades de la región, incluida la capital, según refleja una resolución publicada este miércoles en el boletín oficial autonómico. Desde que en febrero se detectó el primer foco de influenza altamente patógena en la región, un pato hallado muerto en el embalse de Pedrezuela (Guadalix de la Sierra), se han encontrado más casos en Tres Cantos, Móstoles, Gargantilla del Lozoya-Pinilla de Buitrago, Alcorcón y Leganés. Como consecuencia, han muerto cientos de animales: el virus se llevó por delante a 90 ocas, cinco gansos del Nilo y un ánade real solo en un parque de Móstoles. La instalación fue cerrada por ese motivo, como otra de San Martín de la Vega con 47 aves silvestres muertas.
Ahora, el objetivo es evitar la expansión del virus y que las aves silvestres acaben contagiando a las de corral, provocando luego el sacrificio de cientos de miles o millones de ejemplares por razones de seguridad sanitaria y alimentaria.
La Comunidad prohíbe en la capital, Pozuelo de Alarcón, Leganés, Coslada, San Martín de la Vega, Valdemoro, Ciempozuelos, Titulcia y Morata de Tajuña las siguientes actividades hasta finales de mes: que se críen conjuntamente patos y gansos con otras aves de corral; que estas se críen al aire libre; o que se les suministre agua de depósitos al aire libre al que puedan acceder aves silvestres. Además, la Consejería de Medio Ambiente ordena extremar las medidas de bioseguridad en las explotaciones de cría de aves de corral de cualquier tipo, minimizando las visitas a las instalaciones y aplicando protocolos de limpieza y desinfección a vehículos y personas.
No se transmite a los humanos
“La influenza aviar altamente patógena provoca enfermedad de carácter sistémico y es extremadamente contagiosa, con una elevada mortalidad en 24 horas en explotaciones avícolas comerciales”, detalla el documento gubernamental que recoge esas medidas. “Hasta el momento no hay constancia de que el subtipo H5N1 que durante los últimos meses está afectando a Europa tenga capacidad zoonósica significativa, es decir, su capacidad de transmitirse a las personas resulta muy reducida”, se añade. “En cualquier caso, este virus no puede ser transmitido al hombre a través de carne de ave cocinada, huevos o productos procesados derivados de ellos”.
La gripe aviar ha golpeado como nunca en 2022 a las granjas en España, donde desde enero se han tenido que sacrificar más de 1.150.000 aves en 30 explotaciones debido a brotes de influenza, según datos del Ministerio de Agricultura. Hasta la semana pasada, cuando aparecieron las diez aves contagiadas de la capital y San Martín de la Vega, en Madrid se habían detectado seis focos: el pantano de Guadalix (un pato); Tres Cantos (un cisne y una oca); Móstoles (120 ocas, un ánade real y nueve gansos del Nilo); Gargantilla del Lozoya y Pinilla de Buitrago (un ánade real); Alcorcón (un ánade real) y Leganés (cinco ocas y un ganso del Nilo).
En los últimos años, España se había librado casi por completo de los efectos de la gripe aviar, que ha repercutido con mucha fuerza en Europa. Pero en enero se detectó el primer caso en una granja de pavos de la localidad segoviana de Fuenterrebollo, lo que obligó a sacrificar a 18.900 animales. Desde entonces se ha producido un goteo de casos, que principalmente afectan al sur de la Península; Sevilla y Huelva con las provincias con más granjas afectadas. Y ahora, también a la Comunidad de Madrid.
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