Ataques en grupo y con machetes: resumen de una noche letal en Madrid

Dos jóvenes murieron y otros tres resultaron heridos en cinco reyertas en una misma noche. La Policía cree que el fácil acceso a las armas es uno de los problemas

Policías y miembros de Samur-Protección Civil en el lugar donde resultó herido de muerte un joven de 15 años, en la calle Atocha de Madrid. Foto: Ayuntamiento de Madrid / EFE | Vídeo: Emergencias Madrid / EP
Madrid -

Un chico de 15 años perdió la vida la noche del sábado frente a un McDonald’s abierto 24 horas en el centro de Madrid. Se la arrebataron de una puñalada que le reventó el corazón. Varios testigos aseguran que le atacó un grupo de unas ocho personas en plena calle, cerca de la discoteca Kapital, en Atocha. Una hora antes, los sanitarios del Samur habían encontrado una escena similar en un parque del sur de la capital. Un chico de 25 años murió por varios machetazos en la zona lumbar. No se pudo hacer nada por salvar a ninguno de los dos. En la misma madrugada, ...

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Un chico de 15 años perdió la vida la noche del sábado frente a un McDonald’s abierto 24 horas en el centro de Madrid. Se la arrebataron de una puñalada que le reventó el corazón. Varios testigos aseguran que le atacó un grupo de unas ocho personas en plena calle, cerca de la discoteca Kapital, en Atocha. Una hora antes, los sanitarios del Samur habían encontrado una escena similar en un parque del sur de la capital. Un chico de 25 años murió por varios machetazos en la zona lumbar. No se pudo hacer nada por salvar a ninguno de los dos. En la misma madrugada, otras tres personas resultaron heridas graves por agresiones de las mismas características, dos de ellas en el municipio de Parla. Las armas y el modo de ataque apuntan a los enfrentamientos entre bandas juveniles como detonante de una noche letal en Madrid, aunque las agresiones se investigan como casos independientes.

La Policía en Madrid cuenta con tres grupos en la brigada de información dedicados a controlar y vigilar a los miembros de bandas juveniles. Fuentes del cuerpo insisten en que no ha aumentado el número de integrantes, pero sí reconocen que sus agresiones son “muy llamativas” porque se producen en grupo y con resultados, muchas veces, letales. Suelen moverse en la zona sur de la capital, en barrios como Villaverde o Usera, aunque uno de los ataques del sábado por la noche se produjo en un lugar poco habitual para este tipo de sucesos, un parque en el barrio residencial de Montecarmelo, al norte de la ciudad.

Una de las cosas que más sorprende es la juventud de los implicados en las reyertas. Es común que los cabecillas de este tipo de grupos recluten a casi niños para comenzar a introducirles en las agrupaciones y que realicen encargos como entregas de droga. De hecho, de forma interna, los que aún no han alcanzado los 18 años se denominan “los menores”. También es habitual que sean los más pequeños los que lleven las armas, porque la sanción para los menores es inferior que para los adultos. Esta corta edad de los implicados alarma también a instituciones como la Fiscalía madrileña. Según la última memoria disponible, la de 2020, hasta 18 homicidios y 80 agresiones sexuales fueron cometidos por menores en un año marcado por la pandemia, en el que se redujeron casi todos los delitos.

Ahora mismo, las bandas más activas en Madrid son los Dominican Don’t Play y los Trinitarios. No solo están implantados en la capital, sino que también son muy activos en municipios de la región como Parla o Torrejón de Ardoz. Es habitual que muchas de estas reyertas se produzcan simplemente porque integrantes de bandas rivales se crucen en el mismo espacio y el mismo momento. La mayor parte de las veces, el motivo del enfrentamiento es la simple identificación del otro como un enemigo y por la supuesta lucha de territorios que mantienen varios grupos de este tipo. “Lo que más nos preocupa es el fácil acceso que existe a este tipo de armas, los machetes, que son muy dañinos y se pueden comprar fácilmente y de forma legal”, apuntan fuentes policiales.

Carlos Rodríguez, subinspector de la Policía Municipal de Madrid, expresaba hace unos días a EL PAÍS esta misma preocupación. Rodríguez explicaba que suelen llevar los machetes colgando de la pernera del pantalón, en el interior, y que cada vez era más habitual incautarlos en las zonas de copas, donde el alcohol incrementa el riesgo de altercados cuando miembros de bandas rivales se cruzan. “Después de una reyerta en un parque, hemos llegado a recoger hasta siete u ocho machetes y cuchillos”, apuntaba el policía. Este mismo agente relataba que en una ocasión requisó a una pareja de 16 años dos machetes cuando acababan de adquirirlos en una tienda en un centro comercial. Con total naturalidad, les contaron que los habían comprado por si esa noche se encontraban a la banda rival en el parque. Algo que todo apunta que sucedió en alguna de las agresiones de este sábado en Madrid.

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