Lobato, sobre el PSOE de Madrid: “La situación es grave, hay riesgo de tener un papel no prioritario”

El diputado regional presenta en Sol su candidatura a la secretaría general autonómica

Juan Lobato, candidato a la secretaría general del PSM, en una imagen de archivo.Santi Burgos

La imagen está cargada de significado. Juan Lobato, portavoz adjunto del PSOE en la Asamblea de Madrid, ha presentado este domingo su candidatura a la secretaría general del PSOE de Madrid en la Puerta del Sol, justo al lado de la Real Casa de Correos, centro del poder regional que su partido no ocupa desde 1995. Tras el batacazo electoral del 4-M, advierte en conversación con EL PAÍS, los socialistas afrontan un momento decisivo. “La situac...

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La imagen está cargada de significado. Juan Lobato, portavoz adjunto del PSOE en la Asamblea de Madrid, ha presentado este domingo su candidatura a la secretaría general del PSOE de Madrid en la Puerta del Sol, justo al lado de la Real Casa de Correos, centro del poder regional que su partido no ocupa desde 1995. Tras el batacazo electoral del 4-M, advierte en conversación con EL PAÍS, los socialistas afrontan un momento decisivo. “La situación es grave porque hay un riesgo real de pasar a tener un papel no prioritario en Madrid. La decisión que estamos tomando ahora va a tener consecuencias en los próximos 10, 15, 20 años. Es una decisión de carácter histórico”, analiza el exalcalde de Soto del Real sobre unas primarias a las que también se presentan el regidor de Fuenlabrada, Javier Ayala, y la secretaria general de Paracuellos del Jarama, Eva Llarandi.

La elección del nuevo secretario general del PSOE de Madrid será en noviembre y está inextricablemente unida a las elecciones autonómicas del pasado 4 de mayo. En ellas, el PSOE se hundió: fue superado por PP y Más Madrid, con lo que perdió el liderazgo de la oposición y dejó de ser la fuerza de izquierdas de referencia en la región. Como consecuencia, José Manuel Franco dejó la secretaría general y el candidato electoral, Ángel Gabilondo, renunció. El PSOE entró en un periodo de interinidad, pilotado por una gestora, que debe acabar a finales de año con el Congreso que elija a su nueva dirección. En el horizonte están las elecciones municipales y autonómicas de 2023.

Al ganador de los comicios internos le tocará reorganizar un partido que lleva sin gobernar Madrid desde 1991, cuando Joaquín Leguina logró el poder pese a la victoria electoral de Alberto Ruiz-Gallardón (PP). El nuevo secretario general tendrá que reformular una organización que desistió en la anterior campaña de pelear por el voto de los desarrollos urbanísticos que dominaba Cs, o de las ciudades de la A-6 (Las Rozas, Majadahonda, Boadilla…) que son coto del PP. Su misión será unir a un partido siempre dividido por las luchas intestinas y la digestión de las decisiones de la dirección nacional, ejemplificadas en la reciente dimisión de Pepu Hernández tras ser elegido por Ferraz como el candidato capitalino de 2019.

“Ha faltado el tener ganas de ganar. El tener esa contundencia, ese brillo en los ojos que nos hiciera ver como un partido con hambre, con ganas de asumir el reto de transformar Madrid”, diagnostica Lobato, refiriéndose veladamente, entre otras cosas, a la oposición propositiva y no confrontacional que protagonizó Gabilondo frente a Isabel Díaz Ayuso. “Eso se percibe, son sensaciones que derivan de estados de ánimo. Esas ganas se ven cuando eres capaz de mirar a los ojos a los ciudadanos y afrontar retos e ir a por mayorías transversales, no quedarte en tu ámbito de seguridad, afrontar que eres un partido de mayorías”, añade sobre su apuesta por recuperar electores mayoritariamente perdidos para el PSOE, como los profesionales liberales y urbanitas.

¿Quiere decir eso que quiere convertir al PSOE en el nuevo Cs, como insinúa Ayala, su rival, en una entrevista con EL PAÍS?

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“Todo lo contrario”, responde Lobato, de 36 años, y que espera la llegada de su tercer hijo en los próximos meses. “Queremos convertir al PSOE en el PSOE que sacó 200 escaños en los 80, en un partido de mayorías, en ese PSOE que no está pensando en el norte o en el sur, en el pueblo o la ciudad, sino en decidir entre el pasado y el futuro”.

Lobato plantea un proyecto transversal, en el que pesen todas las familias del PSOE, y organizado alrededor de los militantes, “para que todo el que tenga que aportar pueda hacerlo”. En su empeño cuenta con el apoyo, entre otros, de los alcaldes de Alcalá de Henares, San Fernando, Manzanares el Real, San Martín de la Vega, Parla o de San Sebastián de los Reyes, además de diputados autonómicos y concejales en Cibeles. También se ha pronunciado en su favor la delegada del Gobierno, Mercedes González, lo que se interpreta como un aval a su candidatura de la dirección de Pedro Sánchez.

Derrotado por Franco en las anteriores primarias a la secretaría general, ya se sabe que el proyecto de Lobato es de largo recorrido. Para empezar, en el horizonte aparece la posibilidad de que se presente como candidato a la presidencia de la Comunidad de Madrid en 2023.

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