El incendio de la Dehesa de la Villa fue provocado: detenido un hombre de 61 años con antecedentes
Tras haberlo sofocado, el fuego se reactivó en cinco puntos diferentes, consumió diez hectáreas y obligó a desalojar parte de las instalaciones de la Complutense, bloques de viviendas y un colegio mayor
Paco, camisa blanca, gorra verde y una azada en la mano, señala su parra. Entre las hojas secas ha sobrevivido algún racimo de uvas. “Con lo bonita que estaba...Y ahí, unos tomates que daba gusto verlos”, se lamenta. En la Dehesa de la Villa, al noroeste de Madrid, se oye de fondo una flauta y las cigarras no callan, aunque el calor es menos intenso a esta hora de la tarde. Hace solo unas semanas, to...
Paco, camisa blanca, gorra verde y una azada en la mano, señala su parra. Entre las hojas secas ha sobrevivido algún racimo de uvas. “Con lo bonita que estaba...Y ahí, unos tomates que daba gusto verlos”, se lamenta. En la Dehesa de la Villa, al noroeste de Madrid, se oye de fondo una flauta y las cigarras no callan, aunque el calor es menos intenso a esta hora de la tarde. Hace solo unas semanas, todo este terreno que se extiende frente a este vecino de 67 años era pasto de las llamas. La policía ha detenido este jueves al supuesto responsable de provocar este incendio: un hombre de 61 años con antecedentes por hurto, lesiones y atentado contra la autoridad.
La columna de humo que provocó el fuego llegó a verse desde distintos puntos de la ciudad. Sucedió el 19 de julio. Los servicios de emergencias sofocaron un primer incendio que solo afectó a un bloque de viviendas y a la cubierta del gimnasio del Colegio Mayor Aquinas. Cuando todo parecía controlado, las llamas se reavivaron con mucha más virulencia, hasta tal punto que cinco vehículos resultaran calcinados y hubo que desplazar a más efectivos de distintas unidades de seguridad ciudadana. El fuego arrasó 10 hectáreas y obligó a desalojar parte de las instalaciones de la Complutense, una residencia, varios bloques de viviendas y un colegio mayor.
Según las pesquisas, este segundo incendio se originó en cinco puntos distintos. Ese hecho junto con la intensidad de las llamas, hicieron sospechar a los agentes que detrás podía estar la mano del hombre. Tres semanas después se ha dado con el individuo, un español de 61 años. La Jefatura Superior de Policía de Madrid ha informado este jueves de la detención del sospechoso, al que se le acusa de un delito de incendio. La Policía no ha informado de si el hombre tiene algún tipo de enfermedad mental o era vecino de la zona.
La zona más afectada por las llamas son estos huertos, que en un tiempo fueron viveros de la universidad, pero desde hace más de una década gestionan los vecinos de forma comunitaria. Ahora se acumulan aquí los troncos quemados, las verjas que separan las parcelas chamuscadas y los tomates ennegrecidos en el suelo. En los diferentes niveles de terreno hay algunas casetas que han sobrevivido al fuego. Son para las colonias de gatos que rescatan de la calle y mantienen voluntarios de la universidad. Álvaro, de 37 años, trabaja junto a Paco en una de las parcelas, tratando de limpiar los restos del desastre. “Había 30 gatos, huyeron despavoridos y poco a poco han ido regresando, pero hay tres que no aparecen”, relata. Ambos vecinos recuerdan que, por suerte, la universidad se había encargado de segar el terreno en el que se extienden los huertos una semana antes de que se produjera el incendio. “Si no, aquí no habría quedado nada”, sostiene Paco.
Solo dos días antes de ese incendio, este parque había sufrido otro. En ese momento la oposición en el Ayuntamiento de Madrid denunció que el terreno todavía no se había limpiado tras el paso del temporal Filomena y que con la llegada del calor se incrementaba el riesgo de que llegaran los fuegos. En un paseo por el parque, todavía es fácil observar árboles partidos y ramas que se desprendieron a causa de la nieve y que siguen amontonados.
“En el parque hay terrenos que pertenecen a la universidad, otros al Ayuntamiento y otros al Canal de Isabel II. Nosotros llevamos dos años pidiendo que se desbroce bien todo porque siempre tenemos miedo de que salga ardiendo todo”, explica Enrique García, de la coordinadora Salvemos la Dehesa de la Villa. García sostiene que, aunque en general está bien cuidado, hay varios puntos del parque que corren peligro si no se mantienen mejor. “Hay una zona alrededor de la fuente de la Tomasa con unos arbustos que como ardan...”, asegura.
En los últimos días, varios grupos de vecinos se han organizado para retirar el pasto seco que se extiende por varios puntos del parque y reducir así el riesgo de que pueda volver a producirse una situación parecida. Álvaro y Paco, junto a otros vecinos que se encargan de cultivar aquí todo tipo de frutas y hortalizas, prosiguen con su tarea. “Tenemos para días, pero volverá a brotar”, afirma el mayor de ellos con convencimiento. Al rato, coge una regadera y comenta con Álvaro: “Mira, esto que parecía que había muerto, ya está asomando”.
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