La evolución favorable de Madrid se estanca y el 83,5% de las zonas básicas de salud aún están en riesgo extremo o alto
La tendencia descendente se mantiene pero la bajada de indicadores como la incidencia acumulada es cada vez más lenta y los ingresos hospitalarios ya registran un leve ascenso
La evolución favorable que mantenía Madrid ha entrado en pausa. La incidencia acumulada baja cada vez más despacio, y este miércoles subió por primera vez desde que comenzó el descenso, los ingresos registran un leve ascenso y las UCI se mantienen al 91,4% de su capacidad estructural, con 428 críticos ingresados este miércoles. Los profesionales de los hospitales madrileños que publican los datos de ocupación hospitalaria ...
La evolución favorable que mantenía Madrid ha entrado en pausa. La incidencia acumulada baja cada vez más despacio, y este miércoles subió por primera vez desde que comenzó el descenso, los ingresos registran un leve ascenso y las UCI se mantienen al 91,4% de su capacidad estructural, con 428 críticos ingresados este miércoles. Los profesionales de los hospitales madrileños que publican los datos de ocupación hospitalaria advertían el lunes que la comunidad entraba en una meseta que “no es un buen punto de partida para lo que puede venir tras el 19M [el puente de San José] y Semana Santa”. La región aún mantiene el 83,5% de las zonas básicas de salud en riesgo extremo o alto.
De esas áreas asociadas a la población que atienden a los centros de salud, 239 de las 286 se sitúan por encima de los 150 casos en los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes, según la actualización semanal que realiza la Consejería de Sanidad cada martes. El análisis de las última estadística de la epidemióloga Gloria Hernández Pezzi, exjefa del Servicio de Vigilancia Epidemiológica en el Instituto de Salud Carlos III, refleja que las zonas en riesgo extremo se han reducido durante las últimas tres semanas: han pasado de 168, con el informe del 2 de marzo, a 108, con los datos del 9 de marzo, y a 89 con las cifras de este pasado martes. La incidencia más elevada la presenta Morata de Tajuña, con 625, la única zona de la región que mantiene el perimetraje activo.
Sin embargo, han aumentado aquellas que están en riesgo alto: de 106 a 141 y a 150, en las mismas fechas. Y casi se han cuadriplicado las que estaban en riesgo medio, de 12 a 37 y a 46. Solo una se sitúa en riesgo bajo, Rascafría, con una incidencia acumulada de 0. En la capital, con 134 zonas, están en ese alto nivel de peligro 125, el 93,3%. “Se observa un menor ritmo de reducción de la incidencia, pasando el riesgo de transmisión elevado (riesgo extremo y alto) de un 96% el 2 marzo y un 87% el 9 marzo a una reducción de solo tres puntos porcentuales en los datos más recientes (83,5%, el 16 marzo) respecto al anterior”, explica Hernández.
¿Qué está ocurriendo?
Hay diversos factores que pueden estar provocando la pausa de la tendencia descendente, con esa leve subida de dos puntos en la incidencia acumulada respecto al martes (de 222 a 224) y que no solo ha ocurrido en Madrid, otras autonomías como Canarias o Castilla y León también registran pequeños ascensos, de tres y un punto porcentual, respectivamente. Y también la leve subida de ingresos, de 1.173 la primera semana de marzo a 1.206 la pasada, según se desprende del análisis de los datos que publica a diario la Comunidad.
En la autonomía, dice Saúl Ares, biólogo de sistemas del CSIC, puede influir “el crecimiento de la variante de Reino Unido o el aumento de la movilidad, el buen tiempo, que nos estemos relajando y nos expongamos más…”. Sin hacer una correlación directa, “atender” a los distintos elementos que pueden estar ligados a este cambio en la curva es “importante”.
Según el último boletín epidemiológico de la Consejería de Sanidad, la presencia de esa variante en territorio madrileño ya alcanza el 59,7% y su crecimiento, desde que se registra —la tercera semana de enero, con un 8,2%—, es constante. El rango para los centros de la red que vigilan esta modificación del virus “está entre el 56,9% y el 65,3%”, apunta el informe.
“La Rt para la variante británica, haciendo el cálculo con los datos que publica la Comunidad, está sobre el 1,05, lo que significa que está creciendo”, añade Ares. La Rt, la velocidad de transmisión del virus, que mide a cuántas personas de media contagia un positivo, ha de estar por debajo de 1 para que la transmisión no crezca. Los últimos análisis en Reino Unido apuntan, además, a que esta variante es entre un 43% y un 90% más contagiosa; y según conclusiones preliminares de la investigación, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, está asociada a un aumento del riesgo de muerte del 58%.
La movilidad creciente de la población tampoco supone un elemento positivo. Ares recuerda el parón que se produjo con el temporal Filomena y como, desde entonces, no ha parado también de aumentar, según los informes de movilidad que Google registra desde el pasado año para decenas de países y regiones del mundo. “Estaba en -45% y ha pasado en mes y medio al -31%”, dice sobre la afluencia a restaurantes, cafeterías, centros comerciales, parques de atracciones, museos, bibliotecas y cines.
Esos porcentajes, medidos con cinco semanas de 2020 como valor de referencia, del 3 de enero al 6 de febrero, se acercan cada vez más al movimiento que puede producirse en un contexto normal: por ejemplo, en el trabajo solo se registra un 8% menos de movilidad que el pasado año, en transportes un 25% menos y en supermercados y farmacias un 4% menos. En otros, relacionado con las recomendaciones de los expertos en Salud Pública, ha aumentado, como en parques y playas, lo ha hecho un 21% respecto al año anterior. Y también ha crecido la movilidad en zonas residenciales, un 4%.
“De continuar así, en una semana y con el aumento de la variante podría verse claramente el crecimiento”, afirma Ares. “Aunque volviese a haber una subida sostenida, la esperanza es que no sea muy explosiva, que no tenga nada que ver con lo que pasó en enero”, dice, recordando que, en pandemia, “todo es incertidumbre”. Ahora, añade, “favorece el buen tiempo: “Que la gente que quiere salir se anime mejor a comer en una terraza que en un interior. Además hay cada vez más gente vacunada. ¿Que habrá una cuarta ola? Parece incontestable, pero no tiene por qué parecerse a las anteriores”. Y repite: “En cualquier caso, este futuro es difícil de predecir”.