Cargas policiales en las manifestaciones en Madrid y Cataluña por el encarcelamiento de Pablo Hasél
Una concentración en la Puerta del Sol de la capital ha reclamado, entre duros enfrentamientos con las fuerzas del orden, la puesta en libertad del rapero
Las protestas contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél se han contagiado la tarde de este miércoles a Madrid. Un centenar de policías ha cargado esta tarde al menos cinco veces contra centenares de personas que se concentran en el centro de Madrid para ...
Las protestas contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hasél se han contagiado la tarde de este miércoles a Madrid. Un centenar de policías ha cargado esta tarde al menos cinco veces contra centenares de personas que se concentran en el centro de Madrid para reclamar la puesta en libertad del cantante, arrestado este martes en Lleida. Entre un fuerte olor a pólvora por los petardos que han lanzado los manifestantes, la Policía cercó la plaza y tuvo que controlar seis de los ocho accesos de las calles aledañas.
Los disturbios han vuelto por segundo día consecutivo a Cataluña, especialmente a Barcelona, donde los manifestantes han tendido barricadas y han incendiado mobiliario urbano. El balance provisional en la comunidad catalana a las 22.45 de la noche era de 29 detenidos, según los Mossos. En Madrid, se han producido al menos 14 detenciones.
En la capital catalana, los Mossos han informado de que se han lanzado piedras, botellas y objetos contundentes en la zona de plaza de Urquinona, Via Laietana y Ronda de Sant Pere. En Urquinaona con la calle Pau Claris se han montado barricadas con mobiliario urbano y contenedores. También se están produciendo pintadas en comercios y se han arrojado “artefactos incendiarios” a vehículos policiales. Los congregados han lanzado piedras a los mossos mientras gritaban en catalán: “Fuera las fuerzas de ocupación”.
En Girona también se han registrado lanzamientos de botellas de vidrio y pirotecnia en la zona de la Subdelegación del Gobierno. Los mossos y los manifestantes han jugado al gato y al ratón por las calles del Barri Vell de la ciudad. Unos 300 jóvenes han incendiado contenedores y papeleras y colocado material de construcción en medio de la calle santa Clara. Los antidisturbios han corrido tras ellos para hacerlos recular. En Lleida, grupos de manifestantes han comenzado a mover contenedores y quemarlos en calles cercanas al Centro Penitenciario de Ponent, donde está encarcelado Pablo Hasél.
En Madrid, la policía ha empleado porras contra los manifestantes, que a su vez han respondido con golpes a los agentes. Los enfrentamientos entre los policías y grupos de manifestantes se han concentrado en un primer momento frente a la Real Casa de Correos, sede de la Comunidad de Madrid, en la Puerta del Sol, aunque los antidisturbios han replegado a los manifestantes hacia la calle Arenal, que desemboca en la céntrica plaza madrileña. En esa calle se ha producido un incendio en una barricada, ya apagado, y al menos dos coches de bomberos han acudido a extinguirlo, atravesando la zona donde se encontraba en ese momento la mayoría de congregados. También se han levantado e incendiado barricadas en la calle Mayor, Esparteros y San Cristóbal, pero de menor tamaño que al poco han quedado en apenas unos restos humeantes de papeles y bolsas calcinadas. La oficina bancaria Caixabank de Mayor, destrozada, emanaba un fuerte olor a quemado. Los vidrios quebrados de los escaparates de tiendas de la misma calle han corrido parecida suerte.
Durante los momentos más intensos de los enfrentamientos, algunos participantes se han subido al edificio de cristal que cubre la entrada de la estación de Cercanías de Sol para buscar refugio, así como en el interior de la estación, que permanecía abierta.
Algunos de los manifestantes han intentado romper el escaparate de una tienda de ropa de la plaza, en cuyo interior se han refugiado sus dependientas. Desde dentro, una de ellas, Isabel Espinosa, ha mostrado un papel que le ha entregado un desconocido a las seis de la tarde. “Me ha dado una hoja que decía que a las seis y media había una concentración y que iba a ver altercados”. El papel, en efecto, rezaba: “Fuertes altercados y destrucción de locales”. Su compañera, Andrea Pascual, confesaba estar “aterrorizada”. Tras el estruendo de petardos lanzados por los participantes, la policía prácticamente ha desalojado la plaza, aunque algunas personas que habían participado en los envites con los agentes han intentado entrar de nuevo en ella.
Una vez desalojada la plaza, antes de las nueve de la noche, los policías que se encontraban en la Puerta del Sol permanecían junto casi un centenar de manifestantes, a los que se les ha pedido la documentación. Poco a poco la plaza se vaciaba y empezaron a llegar curiosos para ver los destrozos que se habían causado.
En el acto de protesta, en el que participa una mayoría de jóvenes, se denuncia la condena impuesta al rapero por la Audiencia Nacional por un delito de enaltecimiento del terrorismo e injurias y calumnias a la monarquía y a las fuerzas de seguridad del Estado tras difundir mensajes atentatorios. La manifestación, convocada por redes sociales, no contaba con autorización de la Delegación del Gobierno.
Jorge Gómez, de 24 años, uno de los manifestantes, criticaba: “Falta libertad de expresión, porque Hasél solo ha dicho cosas evidentes”. Cree que las leyes que lo han condenado son “propias de la Edad Media”. Por su parte, Julia Castro, de 22 años, defendía que: ”Muchas canciones de reguetón tienen un mensaje denigrante con la mujer y lo escuchan millones de personas, mientras que a Hasél solo le escucha una minoría”.
El grito que más se ha escuchado en la céntrica plaza madrileña es “nazi de día y de noche policía” y “aquí están los antifascistas”. Con pancartas en las que se podía leer el lema “Secuestrado por el Estado ¡Todos a la calle! ¡Conquistemos su libertad!” o “Pablo Hasél, Libertad. Fuera la Justicia Franquista”’, la concentración había comenzado con un ambiente festivo con cánticos que reclamaban la salida de prisión del rapero catalán.