‘Filomena’ también pone en riesgo a los animales, sin comida desde hace días
Varios refugios han sufrido daños estructurales graves y los animales que dependen del alimento que les dejan llevan días sin comer
Asociaciones y grupos de protección animal de Madrid luchan contra la nieve y el hielo para rescatar o atender a miles de animales atrapados y en riesgo ante el frío extremo que ha llegado a la capital esta semana. Colonias de gatos sin atención, albergues con derrumbes letales o pájaros que se mueren de hambre. Los animales también sufren los efectos de Filomena y las administraciones, ante el caos generado, reconocen que todavía tienen otras prioridades. Los voluntarios que cuidan a colonias de gatos no han pod...
Asociaciones y grupos de protección animal de Madrid luchan contra la nieve y el hielo para rescatar o atender a miles de animales atrapados y en riesgo ante el frío extremo que ha llegado a la capital esta semana. Colonias de gatos sin atención, albergues con derrumbes letales o pájaros que se mueren de hambre. Los animales también sufren los efectos de Filomena y las administraciones, ante el caos generado, reconocen que todavía tienen otras prioridades. Los voluntarios que cuidan a colonias de gatos no han podido acceder a las zonas donde se encuentran las más grandes para dejar algo de comida, aunque el área encargada de protección animal en Madrid Salud asegura que les han concedido el permiso. Mientras tanto, en los refugios de animales domésticos y salvajes han trabajado incansablemente durante días para despejar la nieve y enfrentar los daños estructurales que ha causado el temporal, además de asegurar que los cientos de ejemplares que cuidan estén resguardados y con comida.
Belén Muñoz es directora del Colegio Pío XII en Tetuán, pero estos días esa no es su única preocupación. A la vez que intenta gestionar las clases online esta semana, está luchando, junto con otros voluntarios, por poder acceder al cementerio de la Almudena y alimentar los gatos de la colonia felina que vive allí y que ahora están atrapados por la nieve. Entre las tumbas del cementerio más grande de España viven hasta 400 felinos atendidos exclusivamente por ellos, que se encargan de cuidarlos, rescatarlos, esterilizarlos y soltarlos o ponerlos en adopción.
Normalmente los voluntarios ingresan al cementerio en los horarios de visita habilitados y hacen su labor con el consentimiento de los vigilantes, pero sin ninguna coordinación con instancias más altas de la Administración. Pero ahora el cementerio está cerrado y aunque Muñoz entiende que las personas deben ser una prioridad, lamenta la falta de atención que se le da a los animales. “No pretendemos poner a nadie en riesgo, lo único que queremos es que nos abran para poder dejar algo de comida para los gatos. Solo hemos podido ir a la valla, pero los gatos están atrapados donde se suelen refugiar. Muchos ya habrán muerto de frío y hambre”, lamenta.
El Ayuntamiento de la capital, a través de Madrid Salud, se encarga de la protección animal y reconoce que ha recibido peticiones de los grupos que alimentan las colonias de gatos existentes en los parques de El Retiro y Juan Carlos I, además de la del cementerio de La Almudena, aunque asegura que no es competencia suya sino de los responsables de cada espacio. “A pesar de ello, por parte de Medio Ambiente, que gestiona los parques, se dará orden de que la comida que traigan se deje a la entrada para su reparto por parte de los servicios de seguridad de los parques, como ya se hizo durante el confinamiento de la primera ola de la pandemia. En cuanto a la empresa municipal funeraria, que gestiona el cementerio de La Almudena, se está valorando facilitar dicho acceso únicamente en las partes del cementerio que no entrañen riesgo para la seguridad de las personas y bajo su responsabilidad”, aseguran fuentes del Ayuntamiento.
Sin embargo, hasta este momento, más de 72 horas después de que empezara a nevar, los voluntarios que alimentan regularmente a los cientos de felinos solamente han podido dejar pienso afuera, con la esperanza de que los gatos puedan llegar a la comida por si solos.
Los refugios de animales rescatados también han sufrido los efectos de la histórica nevada. Fran Díaz, presidente de Animal Rescue España (ARE), cuenta que aunque en previsión a la nieve se habían abastecido de abrigo y comida en su centro en las afueras de Madrid, la realidad sobrepasó su preparación. “Por suerte todos los animales que necesitan abrigo lo tienen y hay comida suficiente también. Además tenemos dos personas que viven en el refugio y otras dos que han venido andando en los días de nieve para despejar algunas de las zonas abiertas para que los perros puedan moverse”, explica. Aun así, los techos de algunos almacenes se rompieron, además de que cayeron muchos árboles en las instalaciones, por lo cual están pidiendo donaciones para poder solucionar esos problemas cuanto antes; por ahora están haciendo lo que ellos mismos pueden.
En el refugio de la Sociedad Protectora de Animales y Plantas de Madrid donde tienen hasta 350 animales, entre gatos y perros, la situación es más apremiante y la ayuda de equipos de rescate es imprescindible. Arantxa Sanz cuenta con voz agitada que la nieve causó el colapso del techo de la zona donde están los gatos y que el acceso al edificio sigue estando muy limitado. “Al veterinario le tocó entrar solo entre la nieve para trasladar a los gatos a otra nave, pero no podemos llevar alimentos porque la entrada está bloqueada. He hablado con la Policía, con la Guardia Civil, con el Ayuntamiento, y lo mejor que he conseguido es la ayuda de unos agentes forestales para despejar”. Además, varios perros pasaron la borrasca en corrales abiertos y aunque ahora están a salvo y bajo techo, no hay manera de hacerles llegar abrigo ni pienso en las cantidades necesarias.
En las instalaciones del Grupo de Rehabilitación de la Fauna Autóctona y su Hábitat (GREFA) en Monte del Pilar de Majadahonda, Filomena causó graves daños que han significado que varios de los animales que tenían se han escapado y en este momento algunos se encuentran desaparecidos. Un grupo de 50 voluntarios y trabajadores del centro se acercaron el pasado domingo para despejar pistas y caminos, retirar restos de árboles caídos, quitar nieve y atender a los animales. En este momento todavía no se ha podido hacer una evaluación precisa de los daños, aunque pueden avanzar que la zona más afectada ha sido la del centro de cría de especies amenazadas y un importante número de recintos destinados a labores de educación ambiental. Las tareas de restauración serán importantes, por lo cual GREFA iniciará una campaña de crowdfunding y recuerda que sus canales de donaciones habituales están abiertos.
No todas las acciones quedan en manos de activistas o voluntarios. Los animales salvajes de la ciudad más comunes, aves como gorriones, mirlos o fringílidos, también están en un riesgo muy alto, advierte la ONG SEOBirdlife, que ha pedido la colaboración de la ciudadanía para que deposite migas de pan, fruta en trocitos, granos tipo alpiste o cualquier alimento para ellos en balcones, terrazas o jardines. “Estamos viendo como se están produciendo muchas muertes de aves, especialmente urbanas, por inanición. Estos pájaros deben mantener su temperatura corporal durante las largas noches y gastan mucha energía para lograrlo. Por lo tanto, en las pocas horas de luz deben consumir mucha comida, pero al estar la vegetación y suelo cubiertos de nieve, no pueden acceder a alimento”, explica Luis Martínez experto en ornitología de SEOBirdlife. “Si no los ayudamos es muy probable que se mueran literalmente de frío”, sentencia.