El artista de personajes voluminosos
CentroCentro dedica una gran retrospectiva a Fernando Botero, el estudioso de los clásicos
“En Madrid pasó hambre”, comenta Lina Botero sobre la estancia de su padre, el artista colombiano Fernando Botero, en la capital en 1952. Lo describe como un estudiante pobre que pasó sus días trabajando como copista, pero que en esta ciudad encontró el verdadero arte que no pudo disfrutar en su ciudad natal por la falta de recursos culturales y económicos. España se convirtió entonces, indica, en un país que le ayudó a descubrirse. Lina Botero recuerda que su abuelo falleció cuando él tenía tan solo cuatro años y que su tío Joaquín le apuntó a la escuela taurina para que fuera torero. “Esa no...
“En Madrid pasó hambre”, comenta Lina Botero sobre la estancia de su padre, el artista colombiano Fernando Botero, en la capital en 1952. Lo describe como un estudiante pobre que pasó sus días trabajando como copista, pero que en esta ciudad encontró el verdadero arte que no pudo disfrutar en su ciudad natal por la falta de recursos culturales y económicos. España se convirtió entonces, indica, en un país que le ayudó a descubrirse. Lina Botero recuerda que su abuelo falleció cuando él tenía tan solo cuatro años y que su tío Joaquín le apuntó a la escuela taurina para que fuera torero. “Esa no era su verdadera vocación”, bromea, pero asegura que esa pasión le volvió a aflorar con mucha fuerza en 1983 “por la infinidad de posibilidades plásticas” que le ofrecían esas escenas.
Lina Botero, testigo de gran parte de la prolífica obra del artista, cuenta que su viaje a Madrid lo pagó con dinero que ganó en un concurso artístico en Colombia. Ese fue su pasaje para Europa. Viajó en un barco hasta Barcelona pero decidió instalarse en Madrid, en donde se inscribió como estudiante en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Enseguida se dio cuenta de que quería invertir su tiempo en el Museo del Prado para estudiar las obras de los grandes maestros de la pintura como Velázquez, Goya, Tiziano y Tintoretto, artistas que se convirtieron en una fuente vital de inspiración.
Botero. 60 años de pintura se presentó ayer con la asistencia, entre otros, del alcalde José Luis Martínez-Almeida, y la concejal de Cultura, Andrea Levy, en el emblemático espacio Centro Centro, que acogerá la mayor retrospectiva del pintor colombiano en España con 67 obras de gran formato desde el 17 de septiembre hasta el 7 de febrero. La comisaria de la muestra, Cristina Carrillo de Albornoz, dijo que esta exposición se empezó a fraguar en 2019 con la aprobación de Fernando Botero y su hija Lina, quien trabaja con su padre desde hace 10 años y transmite sus disculpas por no acudir al acto alegando “motivos de prudencia”.
La exposición se divide en siete secciones, correspondientes a los temas más característicos de su trabajo. En América Latina, Botero se centra en sus raíces y en su ciudad natal, Medellín, como punto de partida de su producción artística. En Religión aborda el mundo poético del clero con humor y sátira. Versiones consta de sus homenajes a los grandes maestros de la historia del arte. El espacio dedicado a Naturaleza muerta es una constante de donde nace su peculiar estilo. La corrida recoge una de las épocas más prolíficas en la vida del artista. Circo se inspira en una visita a un humilde circo en México, y sus obras reflejan serenidad a pesar de mostrarse en plena acción. Por último, Acuarela sobre lienzo desprende sensualidad en las formas y afianza el compromiso del artista de cuestionar sus propias barreras.
Lina Botero reconoce que el entusiasmo con el que los madrileños recibieron las esculturas de su padre en 1994 hizo que el pintor colombiano les regalase La mujer con espejo. Ahora el artista vuelve a encontrarse de nuevo con la misma admiración que le brindó la capital.
La comisaria comenta que las últimas acuarelas sobre lienzo del pintor de 88 años son su creación inédita más reciente, “tienen el toque de la técnica del fresco que estudió en Florencia, y son el reflejo de un incansable afán por seguir experimentando”, explica.