La nueva normalidad, según La Fura dels Baus
La compañía presenta este viernes su último espectáculo, ‘(NN) Nueva Normalidad’, que rinde homenaje a todos aquellos que dedican su vida a velar por la salud del resto
Para Carlus Padrissa (Balsareny, Barcelona, 61 años), los científicos son los exploradores que hace siglos surcaron los mares y descubrieron nuevas rutas. El que es uno de los fundadores de la Fura dels Baus hace el símil por teléfono desde la portuaria Hamburgo, donde el Naumon, el barco nómada y base flotante de su siempre pionera compañía teatral espera su puesta a punto.
Con él no podrán llegar a Madrid, el próximo destino de su nueva aventura escénica, ...
Para Carlus Padrissa (Balsareny, Barcelona, 61 años), los científicos son los exploradores que hace siglos surcaron los mares y descubrieron nuevas rutas. El que es uno de los fundadores de la Fura dels Baus hace el símil por teléfono desde la portuaria Hamburgo, donde el Naumon, el barco nómada y base flotante de su siempre pionera compañía teatral espera su puesta a punto.
Con él no podrán llegar a Madrid, el próximo destino de su nueva aventura escénica, (NN) Nueva Normalidad, que llega este viernes al recinto al aire libre de Ifema dentro del ciclo Abre Madrid. El espectáculo rinde homenaje a todos aquellos que dedican su vida a velar por la salud e invita a repensar el ritmo de la vida y de la naturaleza. Por eso, parte de los fondos recaudados irán destinados al trabajo de los investigadores, tan necesarios en estos momentos.
Deseamos que esa energía que han tenido los equipos sanitarios la tome ahora la sociedadCarlus Padrissa (La Fura dels Baus)
“Queríamos transmitir nuestra absoluta admiración a todos los cuerpos sanitarios por la labor que han hecho. Siempre hay un porcentaje que abandona el barco por miedo. Pero aquellos que se han quedado han cogido el coraje de donde sea para tirar hacia adelante, sabiendo que se trabaja en un terreno desconocido”, declara Padrissa. Compara esa audacia de los sanitarios con la que tenían los exploradores que dibujaron el planeta: “Empezando por Magallanes y Elcano, que dieron la vuelta al mundo sin mapas. Para encontrar la conexión entre el Atlántico y el Pacifico perdían dos o tres meses hasta ver que no había salida y continuaban. Les pasó lo mismo a los médicos que probaban una cura y veían que no daba resultados”.
Esta obra es, ante todo, un grito que clama unidad en la lucha contra la covid-19 y que pone en el horizonte los retos de la Agenda 2030 de la ONU, el camino marcado para construir un mundo más justo y sostenible. “Deseamos que esa energía que han tenido los equipos sanitarios la tome ahora la sociedad para enfrentarse a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) como el hambre cero, la distribución más equitativa de la riqueza o el cambio climático”, desea el director artístico barcelonés. Padrissa recuerda que la ONU se ha olvidado de introducir el racismo entre estos retos, que pasaría a ser el número 18 de la lista: “Aunque haya que dedicarle dinero, pero tenemos que pensar que nosotros también hemos sido extranjeros después de la Guerra Civil y que nos trataron muy bien. Hay que compartir un poco más y entender que como decía aquella canción peruana, con poco todo nos alcanza”.
La ópera juega un papel fundamental en (NN) Nueva Normalidad, como en la mayoría de las representaciones de la Fura dels Baus. Padrissa ha querido desprender a este género de su carácter elitista para acercarlo a la gente de una forma innovadora y poco convencional, cualidades que siempre han definido el espíritu de la compañía y que le han valido el reconocimiento nacional e internacional: “Los cantantes que tenemos son muy jóvenes y muy abiertos. Tienen una cultura musical que va desde la electrónica hasta otros estilos”. La soprano Alba Fernández Cano y el barítono Xavier Casademont envuelven con sus voces el espectáculo de la mano del guitarrista Pep Mendoza. “Usamos la guitarra en lugar del piano porque es lo más grande que ha aportado España al mundo. Así como los griegos trajeron la lira, nosotros llevamos la guitarra”, señala con orgullo Padrissa.
Para acentuar su tributo a los sanitarios, la pieza suele realizarse delante de los hospitales. Primero fue en Cataluña, en el recinto modernista de Sant Pau y también en Igualada, el epicentro del coronavirus en la región al principio de la pandemia. Después vinieron Cantabria y Galicia. E Ifema, que fue uno de campaña en los momentos más duros de la pandemia, lo recibe ahora. “Si queremos hacer un homenaje hay que hacerlo en los hospitales y así forzamos a la gente que tiene miedo a ir, como ahora en Ifema”. De ahí que la obra establezca una discusión entre el optimismo y el pesimismo que impera en la sociedad, con actores que representan esa dualidad con la que se puede encarar la vida. “Siempre hay dos caras de todo”, apostilla el artista catalán.
Una de las ideas que se extrae de (NN) Nueva Normalidad es que la naturaleza es más fuerte que nosotros. Padrissa añade: “Pero no hay que sentir pánico en nuestros cuerpos sino respeto en nuestros corazones. Es un poema de Jordi Canivell. Dice mucho porque el pánico no te lleva a ningún sitio y la realidad es que no podemos hacer nada. Si te pones nervioso la naturaleza se ríe de ti aún más. Hay que tomar la energía de ella y optar por el respeto, que es como un relax, como una no actividad”.
El público participa telemáticamente en la representación y puede votar sobre diversas cuestiones a través de una app: “Les preguntamos si prefieren más seguridad o más libertad. En casi todos los lugares que hemos ido gana por goleada la seguridad. La salud es lo primero. Veremos qué dicen en Madrid”, comenta el director. Los asistentes también podrán acceder a imágenes de satélite que muestran el planeta antes y después de la llegada del coronavirus.
Padrissa defiende que el teatro es un acelerador de partículas para la evolución de la especie humana: “La cultura, los artistas, la gente que imaginamos mundos diferentes somos especialistas en inventar futuros, utopías, distopías, llámalo como quieras. Creamos diálogo y personajes que forman parte del pensar cotidiano. Nosotros decimos que navegar es preciso, que viene de una máxima latina Navigare necesse est. Aunque no llegues nunca, la gracia está en ir”.