Hallado en el pozo de un chalé de Galapagar el cadáver de un joven desaparecido hace casi un año

Los primeros indicios apuntan a que la muerte fue accidental y que no participaron terceras personas

Fachada del cuartel de la Guardia Civil de Galapagar (Madrid).GOOGLE MAPS

La Guardia Civil localizó el pasado 28 de junio en el pozo de un chalé de Galapagar (Madrid) el cadáver de Youssef Arhay, un joven de 24 años de la localidad que llevaba desaparecido desde finales de agosto de 2019. Las primeras pesquisas apuntan que la muerte no fue violenta, sino accidental, y que en ella no participaron terceras personas.

Una familia alquiló el chalé a principios de este año y fueron ellos quienes avisaron a la Guardia Civil y a la Policía Local, ...

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La Guardia Civil localizó el pasado 28 de junio en el pozo de un chalé de Galapagar (Madrid) el cadáver de Youssef Arhay, un joven de 24 años de la localidad que llevaba desaparecido desde finales de agosto de 2019. Las primeras pesquisas apuntan que la muerte no fue violenta, sino accidental, y que en ella no participaron terceras personas.

Una familia alquiló el chalé a principios de este año y fueron ellos quienes avisaron a la Guardia Civil y a la Policía Local, según adelanta El Mundo y han confirmado fuentes de la investigación. Los residentes llevaban meses sufriendo un mal olor y descubrieron el pasado domingo que el hedor provenía del interior del pozo, donde vieron un cuerpo flotando en el agua a gran profundidad.

Tras avisar a los servicios de emergencia, estos rescataron el cuerpo. El cadáver del joven estaba vestido, con la misma ropa con la que se denunció su desaparición, pero no llevaba encima la documentación. La autopsia ha confirmado que el muerto es Youssef Arhay, un joven de 24 años de origen magrebí y nacionalizado español que desapareció del municipio el 30 de agosto de 2019. Desde entonces, amigos y familiares de Arhay se movilizaron en redes sociales y con la pegada de carteles por la localidad para dar con el paradero del joven.

Las principales hipótesis de la Guardia Civil afirman que se trate de una muerte accidental, pero amigos del fallecido apuntan a que alguien lo arrojó al pozo, ya que no solía transitar esa zona y falta por localizar su teléfono móvil.

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