Madrid no hará declaración institucional por el Orgullo LGTBI+ por segundo año consecutivo

Todo apunta a que el de este jueves en el Ayuntamiento será un Pleno algo descafeinado. Las fuerzas políticas que lo integran apuestan, una vez más, por no arriesgar. No se van a sacar a relucir asuntos que puedan poner en peligro la unidad que hay en torno a la búsqueda de una solución a la crisis del coronavirus. El deseo del alcalde, apoyado por los portavoces de los diferentes grupos municipales, es centrarse en ese objetivo. Tienen la mente y el trabajo de estos días puesto en el pleno extraordinario que se celebrará el próximo 7 de julio con la reconstrucción de la ciudad como protagonis...

Todo apunta a que el de este jueves en el Ayuntamiento será un Pleno algo descafeinado. Las fuerzas políticas que lo integran apuestan, una vez más, por no arriesgar. No se van a sacar a relucir asuntos que puedan poner en peligro la unidad que hay en torno a la búsqueda de una solución a la crisis del coronavirus. El deseo del alcalde, apoyado por los portavoces de los diferentes grupos municipales, es centrarse en ese objetivo. Tienen la mente y el trabajo de estos días puesto en el pleno extraordinario que se celebrará el próximo 7 de julio con la reconstrucción de la ciudad como protagonista.

Por el camino, víctima de ese consenso general, se ha quedado un proyecto de declaración institucional con motivo del Día del Orgullo LGTBI+, que se celebra el 28 de junio. El texto estaba siendo impulsado por los socialistas, que lo habían estado consensuando con Ciudadanos, socio de Gobierno del PP, y Más Madrid en las dos últimas semanas. “No es justo que el Orgullo pase sin pena ni gloria”, se queja la concejal socialista Maite Pacheco, que espera que ese texto se vea, aunque sea a toro pasado, en otro pleno posterior. “Es absolutamente anormal que se celebre un pleno solo con preguntas”. En efecto, no solo no habrá declaración institucional. Tampoco habrá propuestas o comparecencias. En el orden únicamente hay previstas 18 preguntas.

“Hubiéramos preferido que este pleno tuviera la estructura habitual y por supuesto con Declaración Institucional con motivo del Orgullo de Madrid, como la hubo todos los años que gobernamos”, señala Rita Maestre, portavoz de medios de Más Madrid, formación nacida de la mano de la ex alcaldesa Manuela Carmena para las elecciones municipales del año pasado. Pero los líderes de la oposición arropan también en cierto modo al alcalde en un momento extraordinario para la ciudad. “Somos conscientes de que ahora mismo vivimos una situación excepcional y que parte del trabajo político se está desarrollando en estos momentos en las mesas” en las que se aborda la reconstrucción de la ciudad.

Numerosos Ayuntamientos deciden estos días si colocan en sus sedes la bandera arcoíris coincidiendo con la celebración. Una sentencia reciente del Tribunal Supremo prohíbe el uso en las instituciones de banderas que no sean las oficiales. Ni siquiera puede hacerse con motivos ocasionales y concretos como este del Día del Orgullo. El Ayuntamiento de Madrid no la va a lucir.

Fuentes del Gobierno de coalición de PP y Ciudadanos informan de que en apoyo de la comunidad LGTBI+ los colores de su bandera se van a proyectar sobre la fachada del Palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento, y desde el domingo se pone en marcha una campaña institucional en soportes digitales (mupis) y con banderolas. Los jardines de Cecilio Rodríguez del parque de El Retiro acogerán, además, un acto el lunes a mediodía al que están invitados todos los grupos municipales.

El año pasado fue la primera celebración del Orgullo con Almeida de alcalde, llegado al cargo con el apoyo de Ciudadanos y Vox. La oposición de Más Madrid, formación ganadora de las elecciones y heredera de la alcaldía que lideró de 2015 a 2019 Manuela Carmena, denunció que la campaña institucional de 2019 a favor del movimiento LGTBI+ había sido censurada en parte por el nuevo Gobierno municipal menos de dos semanas después de llegar al poder. Se mantuvo el lema “Nuestro Mayor Orgullo”, pero no otros mensajes de apoyo al colectivo, como denunció entonces Rita Maestre. Además, Almeida respetó la tradición que instauró Carmena colocando la enseña multicolor que representa al colectivo en la fachada del Palacio de Cibeles, pero lo hizo en un lateral, otorgando la posición principal a una nueva rojigualda que Vox había pedido que instalasen.