Muere un hombre de 76 años por una picadura de avispa velutina
Otro varón de 54 años falleció en Santiago el pasado 10 de mayo
Un hombre de 73 años ha muerto este domingo por la mañana en el municipio pontevedrés de Poio, después de ser picado por una avispa velutina. Los hechos han tenido lugar sobre las 10 de la mañana, y poco después el 061 movilizó un helicóptero medicalizado que se desplazó de urgencia a la parroquia de Raxó para tratar de salvar la vida de la víctima. También, la central de emergencias 112 dio aviso a los GES de Sanxenxo, la Guardia Civil, la Policía Local y los voluntarios de Protección Civil de Poio.
Según relatan a Europa Press fuentes de los cuerpos de seguridad, el hombre había acudi...
Un hombre de 73 años ha muerto este domingo por la mañana en el municipio pontevedrés de Poio, después de ser picado por una avispa velutina. Los hechos han tenido lugar sobre las 10 de la mañana, y poco después el 061 movilizó un helicóptero medicalizado que se desplazó de urgencia a la parroquia de Raxó para tratar de salvar la vida de la víctima. También, la central de emergencias 112 dio aviso a los GES de Sanxenxo, la Guardia Civil, la Policía Local y los voluntarios de Protección Civil de Poio.
Según relatan a Europa Press fuentes de los cuerpos de seguridad, el hombre había acudido por la mañana junto a su esposa a una finca próxima a su vivienda, situada en la rúa da Serpe. Fue allí donde ambos recibieron las picaduras de las avispas velutinas. El hombre falleció a pesar de que los sanitarios desplazados en el helicóptero con base en Santiago practicaron maniobras de reanimación durante tres cuartos de hora. La mujer no reaccionó de la misma manera a la picadura y su vida no entraña peligro.
Este suceso tiene lugar después de que el pasado domingo 10 de mayo otro hombre de 54 años muriese en Santiago, también tras haber sufrido la picadura de una avispa velutina en el entorno de su vivienda. Este vecino de la capital de Galicia, en concreto de la parroquia rural de Roxos, junto a la carretera de Noia, era aficionado a la apicultura y se encontraba junto a unas colmenas de su propiedad cuando fue atacado. Estaba acompañado por un vecino que no fue atacado, pero el fallecido recibió al menos una picadura en una ceja. El nido de velutinas era de pequeñas dimensiones y se había acoplado a una de las colmenas de la víctima.