El Gobierno considera que el veto de Ayuso a Bolaños es “un paso más en la deslegitimación” del Ejecutivo

La portavoz del Ejecutivo considera la acción propia de “partidos antisistema” y la presidenta madrileña defiende el veto al ministro de la Presidencia: “Vino a provocar, lo que no puede pretender el Gobierno es avasallarlo todo”

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, durante los actos del Dos de Mayo. Foto: Samuel Sánchez | Vídeo: Cadena Ser

El Gobierno cree que detrás de la decisión de Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de Madrid, de no dejar subir a la tribuna oficial en el desfile del 2 de Mayo, día de la Comunidad, al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, no hay solo una anécdota que demuestra la mala relación entre los dos Ejecutivos. Para La Moncloa, el veto a Bolaños es “un paso más en la deslegitimación” del Gobierno “propia de partidos antisistema”, según ha explicado la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.

Rodríguez, que había recibido la invitación de la Comu...

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El Gobierno cree que detrás de la decisión de Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de Madrid, de no dejar subir a la tribuna oficial en el desfile del 2 de Mayo, día de la Comunidad, al ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, no hay solo una anécdota que demuestra la mala relación entre los dos Ejecutivos. Para La Moncloa, el veto a Bolaños es “un paso más en la deslegitimación” del Gobierno “propia de partidos antisistema”, según ha explicado la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros.

Rodríguez, que había recibido la invitación de la Comunidad de Madrid pero no podía asistir por motivos personales y por eso delegó en Bolaños, algo habitual dentro de cualquier Gobierno, se ha mostrado muy sorprendida de que algo como el protocolo de los actos, que está regulado por un decreto de 1983 —”cuando yo solo tenía dos años”, ha recordado sonriendo— y nunca ha dado ningún problema en 40 años, se haya convertido en un asunto de relevancia nacional por el veto a Bolaños.

Por eso Rodríguez quiere ir más allá de la anécdota y buscar la categoría, esto es, la campaña que ve detrás. La portavoz ha comparado este veto con actitudes que se ven en otros países —pensando en EE UU o Brasil— pero allí protagonizadas por personajes antisistema como Donald Trump o Jair Bolsonaro, mientras en España es el PP, “un partido de Gobierno”, el que las lleva a cabo. “Esta campaña de deslegitimación empezó con Pablo Casado y ahora sigue con Alberto Núñez Feijóo, con Ayuso siempre en medio. Cuando se ataca a un Gobierno legítimo se está atacando a la democracia”, ha rematado la portavoz.

En La Moncloa están claramente molestos por la deriva que ha tomado todo y quieren cerrar el tema cuanto antes. Hay malestar con Margarita Robles, la ministra de Defensa, que no acudió al rescate de Bolaños y se mantuvo ajena a la tensión porque la Comunidad sí la quería a ella en el palco, y se extiende la duda sobre el resultado político porque este asunto puede beneficiar electoralmente a Ayuso. Bolaños decidió acudir, explican en el Ejecutivo, porque no se podía permitir que Ayuso decida quién va en nombre del Gobierno, algo que no se ha hecho nunca. Y si estaba allí, debía subir al palco, porque así está previsto en el protocolo cuando hay ministros, pero finalmente Bolaños decidió no forzar más la situación y no intentar subir a la fuerza. En cualquier caso, el Ejecutivo no quiere sacarle más punta a la cuestión y prefiere volver a su agenda de campaña, centrada en anuncios de contenido como el que se presentaba el martes en el Consejo de Ministros, esto es 1.300 millones de euros para Formación Profesional.

Fuentes del Ministerio de Defensa no han querido comentar la polémica. Dichas fuentes se han limitado a señalar que, hace ya varias semanas, el Gobierno madrileño solicitó al Ministerio de Defensa que efectivos de las Fuerzas Armadas participaran en el desfile, un hecho que no se había producido en los últimos años, a lo que se contestó positivamente desde dicho departamento, pero advirtiendo de que en tal caso la ministra Margarita Robles y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Teodoro López Calderón, acudirían a la celebración, a lo que no se puso ninguna pega desde el Ejecutivo regional. Testigos presenciales de los hechos aseguran, por su parte, que los ministros Robles y Bolaños no subieron juntos a la tribuna, ya que el segundo se apartó para realizar unas declaraciones a los periodistas al término de la entrega de condecoraciones. Cuando quedó patente que el titular de Presidencia no podía acceder a donde se encontraban las demás autoridades, se produjo una situación incómoda entre ellas, pero Robles optó por permanecer allí hasta que concluyó la parada. Fuentes militares alegan que, de haberse marchado la ministra y el jefe del Estado Mayor de la Defensa, habrían tenido que ordenar la retirada de las tropas, al quedar descabezadas de su mando político y militar; lo que habría agravado el incidente y lo habría convertido un grave choque institucional, informa Miguel González.

Mientras, Ayuso ha decidido mantener la tensión y no dar ni un paso atrás. A tres semanas de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo, la presidenta de Madrid, ha justificado este miércoles el veto a Bolaños en la tribuna que presidió el desfile cívico-militar. La líder conservadora ha negado que ese choque entre administraciones mejore sus expectativas electorales, y ha defendido la organización del palco de autoridades del desfile, en el que no tuvo sitio el integrante del Gobierno de Pedro Sánchez, pero sí otras siete personas: ella misma; la ministra Robles; Alberto Núñez Feijóo (jefe de la oposición); José Luis Martínez-Almeida (alcalde de la capital); Enrique Ossorio (vicepresidente regional); Eugenia Carballedo (presidenta de la Asamblea), y Teodoro López Calderón (Jefe del Estado Mayor de la Defensa).

“Vino a provocar”, ha dicho Ayuso sobre Bolaños durante una entrevista en la Cadena SER, en la que ha acusado al integrante del Ejecutivo de Pedro Sánchez de presentarse al acto sin invitación, y con la intención de presidirlo, pese a que el representante del Estado no comunicó esa supuesta intención. “Se buscó de todas las maneras reventar este evento”, ha añadido en referencia al ministro, que durante la parte de la ceremonia que se celebró dentro de la Real Casa de Correos se sentó en primera fila, al lado de la ministra de Defensa. En La Moncloa desmienten tajantemente que Bolaños quisiera presidir el acto y señalan que lo único que hizo fue comunicar que iba a acudir en sustitución de Isabel Rodríguez, como es habitual.

Ayuso ha insistido durante su entrevista en la SER: “Lo que no puede pretender el Gobierno es avasallarlo todo (...). A mí se me exige que tengamos que rendirnos, y ni siquiera ser escuchados (...). Lo importante es saber que en los actos institucionales de los gobiernos autonómicos normalmente no hay ministros, porque es un día del Gobierno autonómico (...) No todo es el Gobierno, no todo es Sánchez. ¿Y si vienen los 22 [ministros]?”.

Para justificar que un ministro del Gobierno de España no tuviera sitio en un estrado en el que sí estaba presente el líder nacional del PP, como jefe de la oposición, la Administración regional se remite al Real Decreto 2099/1983. Sin embargo, la relación de autoridades recogida en ese documento concede preferencia a los ministros (en plural) por delante de, en este caso, Feijóo, el alcalde Almeida, el vicepresidente Ossorio o la presidenta Carballedo, todos ellos presentes. Una contradicción que la Administración autonómica quiso justificar alegando la falta de espacio en la tribuna y el carácter cívico-militar del desfile.

“No es un día para ministros”

“La responsable de protocolo llevaba varios días advirtiendo al equipo de Bolaños de que no estaban haciendo las cosas correctamente, que estaban dando por sentado que tenían que venir a presidir”, ha sostenido Ayuso. “No es un día para ministros”, ha insistido. Sin embargo, la justificación esgrimida por el Gobierno regional no es compartida ni por el Ejecutivo central ni por un sector minoritario del PP con experiencia de gestión en La Moncloa.

“La Comunidad de Madrid incumple el Real Decreto 2099/1983, en el que se aprueba el Ordenamiento General de Precedencias en el Estado, no dejando a un ministro del Gobierno de España subir a la tribuna de la parada militar que conmemora la Fiesta del 2 de Mayo”, argumentó una fuente del Ejecutivo de Sánchez, que recordó que en 2018 no hubo ningún problema para que dos ministros coincidieran en el mismo estrado (en ese caso, María Dolores de Cospedal y Soraya Sáenz de Santamaría, del PP, cuando el popular Ángel Garrido era presidente de Madrid).

“El PP se ha saltado las normas más básicas de nuestro Estado democrático y de derecho”, insistió este interlocutor. “Lamentamos la instrumentalización política que ha hecho el PP de la fiesta de la Comunidad de Madrid, faltando, incluso, al deber básico de lealtad institucional”.

Por su parte, algunos veteranos del Partido Popular con experiencia en los gobiernos de Mariano Rajoy (2011-2018) vivieron con inquietud las escenas de la Puerta del Sol, en las que una empleada de una Administración autonómica le cortó el paso a un ministro del Gobierno de España. “A algunos que han sido alguien en gobiernos centrales no les ha gustado”, reconoció un interlocutor con acceso a los círculos de poder.

Sin embargo, para Ayuso no hay problema. Tras permitir que el PP de Madrid criticara durante días que Bolaños fuera a acudir al acto, caricaturizándolo como un “autoinvitado”, y reclamándole que no asistiera, la líder conservadora ha defendido este miércoles que todo el mundo estaba invitado a la ceremonia, celebrada en el interior de la Real Casa de Correos, para luego asegurar que Bolaños había entrado como acompañante de la ministra Robles (lo que es incorrecto, pues tenía asignado lugar como ministro y no como acompañante). Y ha negado que busque choques como este para reeditar su estrategia de confrontación con el Gobierno central, que tan buenos réditos le dio en la campaña electoral de 2021.

“He leído que yo he buscado la confrontación, la provocación”, ha dicho Ayuso. “Llevábamos mucho tiempo preparando este evento. Me he implicado hasta en las cortinillas de los vídeos” ha seguido. “¿Qué ganas tengo yo de que esto se vea empañado? ¿Estoy en una posición [en las encuestas, que le dan unánimemente como favorita y al borde de la mayoría absoluta] como para que me haga falta algo de esto?”, se ha preguntado. Y se ha contestado: “Creo que no”.

Àngels Barceló entrevista a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, el 3 de mayo de 2023. Foto: Cadena Ser | Vídeo: EPV

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