Ciudadanos llama a “castigar en las urnas al que insulte y premiar al que une”
Bal y Arrimadas cierran una campaña decisiva para el partido con apelaciones a los moderados y críticas a la izquierda y a Vox
Con la emoción a flor de piel, conscientes de todo lo que se juegan el 4 de mayo, Edmundo Bal, Inés Arimadas y Begoña Villacís cerraron este domingo la campaña de Ciudadanos en Madrid pidiendo el voto de los “moderados” con un alegato por la concordia y contra el enfrentamiento. “Que en las urnas se castigue al que insulte, al que divide, para premiar al que une”, pidió la líder del partido confiando en que la línea que separa el triunfo del fracaso ―que Cs logre o no representación en la Asamblea d...
Con la emoción a flor de piel, conscientes de todo lo que se juegan el 4 de mayo, Edmundo Bal, Inés Arimadas y Begoña Villacís cerraron este domingo la campaña de Ciudadanos en Madrid pidiendo el voto de los “moderados” con un alegato por la concordia y contra el enfrentamiento. “Que en las urnas se castigue al que insulte, al que divide, para premiar al que une”, pidió la líder del partido confiando en que la línea que separa el triunfo del fracaso ―que Cs logre o no representación en la Asamblea de Madrid― está “a un puñado de votos”. “No os arrepintáis el 5 de mayo de no haber ido a votar y de que Cs no esté en el Gobierno”, clamó Bal.
Arrimadas hizo un discurso reivindicativo de orgullo de partido, en un momento en el que muchos quieren darles por muertos. “Hemos sido la luz de la esperanza en medio del fango”, dijo la líder de Cs. “Todos los sinsabores de la política, todas las penas, os aseguro que valen la pena. ¡Porque este es el lado correcto de la historia!”, exclamó Arrimadas. La dirección del partido bascula entre la confianza y las dudas sobre si logrará el objetivo, pero está muy satisfecha de la campaña y de haber recuperado de alguna manera las esencias del proyecto originario de centro liberal. “Pase lo que pase, esto es Ciudadanos”, decía un miembro de la cúpula al término del mitin en la Plaza de la Villa, donde se congregaron varios centenares de simpatizantes que corearon “¡presidente, presidente!” a Bal.
El candidato lanzó críticas a la izquierda y a Vox. Ángel Gabilondo, candidato del PSOE, y Pablo Iglesias, de Unidas Podemos, “han querido imponer la agenda del enfrentamiento”, dijo Bal. “No van a ganar”, confió, y pidió como deseo que Ciudadanos le gane en las urnas a Iglesias. “Otros nos intentan imponer una agenda de retroceso. De la España del NO-DO”, señaló el candidato en referencia a la extrema derecha. “El peligro”, advirtió, es que un partido “que no cree en Europa, en las vacunas, que habla del pin parental, que dice que no existe el cambio climático, condicione las vidas de los madrileños”. Cs se presenta con la promesa de volver a pactar con Isabel Díaz Ayuso un Gobierno para impedir que sea Vox el que condicione las políticas de la Puerta del Sol.
Bal, el fiel escudero al que Arrimadas ha confiado el reto de salvar al partido en la campaña más difícil, describió a Ciudadanos como “una revolución pacífica, cívica. Que es la moderación, la educación y el respeto por el que piensa distinto”. El partido se enfrenta a una prueba de supervivencia al menos con el orgullo del trabajo bien hecho y con una renovada cohesión interna, después de unos meses de sucesión de bajas. Bal cerró por eso con un mensaje a los suyos: “Esta campaña ha sido la de la ilusión. De sentirnos orgullosos de ser de Ciudadanos. De saber que estamos donde queremos estar. De volver a ser nosotros otra vez”.
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