Los candidatos se echan en cara los muertos de la covid en el debate de las elecciones de Madrid del 4-M
La gestión de la pandemia centra el único debate a seis en la campaña. Ayuso e Iglesias protagonizan los enfrentamientos directos más duros
Habrá más debates, pero el de esta noche ha sido el único al que asistirá la presidenta de la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso, favorita en las encuestas, era la que más tenía que perder, y declinó el resto de invitaciones para contrastar proyectos, más peligrosas cuanto más se aproximen al 4 de mayo. La misión de la candidata del PP era no cometer errores; la de la izquierda, movilizar a su electorado y tratar de atraer ...
Habrá más debates, pero el de esta noche ha sido el único al que asistirá la presidenta de la Comunidad de Madrid. Isabel Díaz Ayuso, favorita en las encuestas, era la que más tenía que perder, y declinó el resto de invitaciones para contrastar proyectos, más peligrosas cuanto más se aproximen al 4 de mayo. La misión de la candidata del PP era no cometer errores; la de la izquierda, movilizar a su electorado y tratar de atraer a indecisos. Quien más tenía que ganar, precisamente al que peores pronósticos dan los sondeos, era el candidato Edmundo Bal, de Ciudadanos. El debate ha empezado con un bloque sobre la pandemia y los candidatos reprodujeron los argumentarios y reproches de los últimos meses, echándose en cara mutuamente la cifra de fallecidos por coronavirus.
Ayuso, como viene haciendo estos días de campaña, ha presumido de los medios internacionales que quieren entrevistarla, dijo, para hablar del que llama “el milagro de Madrid”. Los candidatos del PSOE, Más Madrid y Podemos han puesto sobre la mesa los terribles datos de la pandemia en la región.
- Iglesias: “Señora Ayuso, ¿sabe cuántas personas han muerto en la Comunidad de Madrid? No sonría, que estamos hablando de fallecidos, ¿sabe cuántos son? ¿Puede decir alguna comunidad en la que haya habido más muertos que en Madrid?”
- Ayuso: “20.000. ¿Y en España cuántos hay? Sonrío porque es usted un personaje poco creíble, una persona muy poco querida en Madrid. Da vergüenza ajena. Es usted una pantomima, lo más mezquino que hay en política”.
Mónica García ha dado el dato exacto de muertos en la Comunidad de Madrid, sin redondear como Ayuso, y ha expuesto su experiencia —es anestesista— en los hospitales durante la pandemia: “Me fascina que no haga la mínima autocrítica. Yo esto lo he vivido. No teníamos camas de UCI y cuando lo decía, me contestaban que estaba mintiendo, que los hospitales no estaban colapsados”. “Cuando necesitábamos rastreadores, contratamos curas. Cuando necesitábamos salvar vidas, salvaron la Navidad”, ha añadido.
La Comunidad de Madrid tiene el porcentaje más alto de ocupación en UCI por pacientes de covid, un 45% —por encima del 25% se considera “riesgo extremo”—. La incidencia acumulada de casos a 14 días es de 400 casos por cada 100.000 habitantes —la media española es de 229—.
Ángel Gabilondo ha leído la carta de Alberto Reyero, diputado de Ciudadanos y consejero de Políticas Sociales en el Gobierno de Ayuso hasta que dimitió después de que se conocieran las órdenes para no derivar a los hospitales a los enfermos en residencias de ancianos. “Esto puede traernos problemas legales”, ha citado el candidato socialista de la carta. “Todo eso no sucedió por casualidad. Es una mentalidad. No es gestión, es su ideología”, ha añadido Gabilondo dirigiéndose a Ayuso.
La candidata del PP ha asegurado que no se podía “haber evitado” la muerte de esos ancianos y ha afeado a Iglesias no haber visitado ninguna residencia pese a que más adelante, cuando le expusieron que ella no conocía la situación de los hospitales porque no los había pisado replicó que, “en según qué momentos”, los políticos no tienen que estar en los centros sanitarios porque molestan. Bal le ha echado entones un capote al subrayar que las residencias eran competencia de Iglesias. Durante la mayor parte del debate, el candidato de Ciudadanos, que según las encuestas se quedará fuera del Parlamento madrileño, ha adoptado un papel de árbitro, sacando tarjetas a todos y repitiendo que es “de centro”. “Se han llamado mezquinos, mentirosos. Va a haber que pedir que retiren a los niños de la televisión”, ha criticado.
Los candidatos del PSOE y Más Madrid han denunciado “el caos” de las vacunaciones y han exigido que los ciudadanos no tengan que recorrer en ocasiones “50 kilómetros” para vacunarse cuando deberían poder hacerlo “en su centro de salud”.
Díaz Ayuso ha defendido la apertura de la hostelería, cuando la mayoría de comunidades, incluidas las gobernadas por el PP, han sido mucho más restrictivas, especialmente en los interiores. Según la candidata popular, la mayoría de contagios se producen en el ámbito privado. Los consejeros de Sanidad consultados por este diario, también los de gobiernos presididos por el PP, citando su experiencia y estudios científicos internacionales, coinciden en que el mayor foco son los interiores de los locales, donde los ciudadanos pasan más de 15 minutos sin mascarilla. La candidata de Vox, Rocío Monasterio, pidió levantar ya “todas las restricciones” pese a los malos datos epidémicos de la Comunidad de Madrid.
La referencia de Ayuso el pasado domingo a quienes tienen que acudir a las llamadas colas del hambre como “mantenidos subvencionados” también ha provocado tensión en el debate. Mónica García ha dedicado su primera intervención a pedirle a la candidata popular que retirara esos insultos. Gabilondo ha asegurado que le causaba “vergüenza” que un político se refiriera a los más vulnerables en esos términos. Ayuso, que dijo que si de ella dependiera, el socialista “nunca será defensor del pueblo”, ha sostenido que no pretende despreciar a quienes acuden a esas colas para pedir ayuda sino denunciar que esas colas son producto del Gobierno “socialcomunista”.
También ha provocado tensión el cartel xenófobo de Vox contra los menores extranjeros no acompañados, a los que Monasterio ha citado en los primeros minutos del debate, para insistir en un dato falso, que suponen más de 4.000 euros al mes. Todos los partidos se lo han recriminado, aunque Ayuso se ha limitado a decir que en la comunidad eran 269 y que la competencia no es autonómica, sino estatal.
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