Guardiola elimina la prohibición de que los jefes de servicio de la sanidad pública ejerzan en la privada y sube un 59% la derivación de pruebas
El Gobierno del PP superó en su primer año completo en el poder el gasto en externalizaciones de cualquiera de los últimos años del Ejecutivo del PSOE, según documentación a la que ha accedido EL PAÍS
José Antonio González, diputado de Unidas por Extremadura, lo llama “el cóctel perfecto”. Primer ingrediente: el Gobierno del PP en la región, encabezado por María Guardiola, ha eliminado a la puerta de las elecciones la prohibición de que los jefes de servicio de la sanidad pública puedan compatibilizar su trabajo con la privada. Segundo ingrediente: en sus dos primeros años en el poder, el Ejecutivo ha aumentado un 59% las derivaciones...
José Antonio González, diputado de Unidas por Extremadura, lo llama “el cóctel perfecto”. Primer ingrediente: el Gobierno del PP en la región, encabezado por María Guardiola, ha eliminado a la puerta de las elecciones la prohibición de que los jefes de servicio de la sanidad pública puedan compatibilizar su trabajo con la privada. Segundo ingrediente: en sus dos primeros años en el poder, el Ejecutivo ha aumentado un 59% las derivaciones para pruebas en clínicas concertadas, con el consiguiente pago, según documentación a la que ha accedido EL PAÍS. Tercer ingrediente: Quirón, un transatlántico sanitario, tiene previsto acabar en 2026 un nuevo hospital en esta región de un millón de habitantes. “Nuestra sospecha es que han visto que hay negocio, y el negocio no es el aseguramiento privado, sino las derivaciones de la pública”, opina el diputado.
25 de noviembre. Elena Manzano, portavoz de la Junta de Extremadura, toma la palabra para defender la decisión de permitir que 220 jefes de servicio de la sanidad pública compatibilicen su puesto con el ejercicio de su profesión en la sanidad privada. La dedicación exclusiva, defiende el Gobierno, es “atentatoria al principio de libertad profesional”. Además, argumenta, así se evita que los profesionales opten por trabajar en regiones que no les obligan a tener dedicación exclusiva con la pública. Con la decisión, que se oficializó el 1 de diciembre, Extremadura deja a Navarra como la única comunidad que prohíbe la doble condición. Y así, da un paso más en lo que la oposición considera una transformación profunda de su sistema sanitario.
“Se ha consolidado una tendencia de gasto ascendente en derivaciones que parece que no tiene fin”, sostiene González, de Unidas por Extremadura. “Probablemente ya nos estemos acercando a un gasto de veintipico millones de euros al año”, sigue. “A eso se añade que hay un aumento de la actividad extraordinaria en la pública, de las peonadas, que consisten en abrir la sanidad pública por la tarde, para operar, y que cuesta tanto que es insostenible a medio plazo”, detalla. “Es el reflejo de que cada vez tenemos menos capacidad ordinaria para resolver”. Y remata: “Hay una hoja de ruta marcada que parasitan los intereses privados. Cuando las capacidades de la sanidad privada aumenten, porque van a abrir un nuevo hospital de Quirón, todo esto acabará en gasto concertado”.
Las cifras evidencian aumento del gasto en derivaciones en los últimos años, según documentación a la que ha accedido este diario tras enviarla el Gobierno a la Asamblea regional. El programa Paracelso, centrado en intervenciones quirúrgicas en la sanidad privada, y el programa Galeno, sobre pruebas diagnósticas, sumaron 10,5 millones en 2020 y 2021, y se dispararon a 14 millones en 2022, último año completo de Gobierno del PSOE, que pisó el acelerador del gasto para reprogramar toda la actividad cancelada por la covid, según explican los socialistas. Ese esfuerzo extra no ha impedido que el PP superara la cifra en su primer año de gobierno completo: 15,4 millones en 2024. Una cifra que el Ejecutivo extremeño ha decidido auditar a través de una empresa externa para fiscalizar la corrección de las facturas, según información publicada en el portal de contratación.
“Se han tomado decisiones que han deteriorado el sistema de manera importante”, opina la socialista Isabel Gil Rosiña, preocupada porque se haya aumentado el gasto en derivaciones a la privada; porque se haya incrementado de 10 a 30 el número de días que tardan en responder los hospitales las consultas ordinarias de los médicos de atención primaria sobre sus pacientes; o porque el gasto en horas extraordinarias de la sanidad pública, fundamentalmente para operar por la tarde, se haya disparado con las 10.839 operaciones y 71.516 pruebas realizadas por esa vía en el primer semestre de 2025, lo que hace que el sistema, a su juicio, sea difícilmente sostenible cuando vengan las vacas flacas. “Hay una privatización encubierta”, sostiene. “Expulsan a los ciudadanos del sistema público”.
La suma de las peonadas de la pública y el aumento de las derivaciones ha resultado en una mejora de las listas de espera. Nadie conoce el futuro, ni puede saber si el Gobierno que salga de las urnas mantendrá el esfuerzo inversor en horas extra de la sanidad pública. Lo que es seguro es que la verdad de un Ejecutivo está en sus presupuestos. Y los que ha preparado el equipo de Guardiola dejan una pista.
El Gobierno del PP aprobó las cuentas de 2024, y negoció sin éxito sendos proyectos para 2025 y 2026. En ellos está la cristalización de la dirección que ha tomado la sanidad extremeña. La partida de asistencia sanitaria con medios ajenos de las cuentas de 2023, últimas aprobadas por el PSOE, sumaba 103 millones de euros. Ese concepto, que por ejemplo incluye también servicios como el de diálisis o ambulancias, aumentó un 4,5%, hasta los 107 millones, en los presupuestos de 2024, primeros del PP. Si Guardiola hubiera sacado adelante su proyecto de 2026, lo que no consiguió y ha motivado las presentes elecciones, esa cifra se habría disparado hasta 144 millones. Es decir, un incremento del 40%.
Este diario solicitó al gobierno extremeño su opinión, sin haber obtenido respuesta en el momento de publicación de este artículo. Extremadura, con núcleos urbanos dispersos y una población en ocasiones obligada a desplazarse muchos kilómetros para acceder a pruebas y médicos, también ha optado por los servicios sanitarios concertados cuando gobernaba el PSOE, como reconocen los propios socialistas. El panorama, no obstante, parece ir cambiando paso a paso.
En septiembre de 2024, apenas un año después de que Guardiola llegara al poder, Quirón puso la primera piedra de su nuevo hospital en Badajoz. La previsión es que el centro esté terminado en 2026, y operativo en 2027. Sara García Espada, una médica especializada en urgencias y comprometida profesionalmente con la sanidad pública, presidió la ceremonia en calidad de consejera de Salud y Servicios Sociales de la Junta de Extremadura. Una señal, piensan en la oposición de izquierdas, de los nuevos tiempos en la sanidad extremeña.