El alcalde más joven que aspira a la reelección: “Esto estaba muerto”

Al pueblito de Villalazán (254 habitantes) se accede por una carretera nacional rodeada de campos de cultivo. Desde la capital de la provincia, Zamora, el trayecto es de apenas 15 minutos. Un recorrido que, en sentido inverso, Juan del Canto completaba cada día en autobús para asistir al instituto y finalizar sus estudios de Bachillerato. Era el año 2019. En los últimos días de aquel curso, el 26 de mayo, concurrió a las elecciones municipales como candidato del PP. ...

Al pueblito de Villalazán (254 habitantes) se accede por una carretera nacional rodeada de campos de cultivo. Desde la capital de la provincia, Zamora, el trayecto es de apenas 15 minutos. Un recorrido que, en sentido inverso, Juan del Canto completaba cada día en autobús para asistir al instituto y finalizar sus estudios de Bachillerato. Era el año 2019. En los últimos días de aquel curso, el 26 de mayo, concurrió a las elecciones municipales como candidato del PP. Con un programa centrado en combatir la despoblación, logró el bastón de mando con solo 19 años por un estrecho margen de 15 votos frente a la anterior alcaldesa, que llevaba en el cargo tres décadas. “Necesitábamos un cambio. Y un proyecto enfocado en los jóvenes y en revivir al pueblo. Esto estaba muerto”, recuerda hoy el más joven de los alcaldes que concurren a la reelección el 28-M. En estos cuatro años ha completado un ciclo formativo de Administración de Empresas, se ha enfrentado a la pandemia al frente del Consistorio y ha tirado para delante.

Cuando Del Canto asumió las riendas de Villalazán, trasladó a sus profesores que, en ocasiones, tendría que ausentarse de clase por llamadas o reuniones relacionadas con los quehaceres del pueblo. Al principio, todo en la política municipal le era ajeno. Salió adelante gracias a la veterana secretaria del Ayuntamiento: ella le explicaba los trámites administrativos, le ayudaba a conducir los plenos... También fue asesorado por otros ediles populares de localidades cercanas. “Al final, la última responsabilidad es del alcalde. Si se pierde una subvención o se pierde algo, es mi responsabilidad”, remarca. El joven habla ahora, con 23 años y un mandato a sus espaldas, con absoluta soltura de lo relacionado con la gestión local. Y se sabe la burocracia al dedillo. “Me metí en el ciclo de Administración de Empresas en parte porque vi que me gustaba esto”, afirma en el despacho del Ayuntamiento, donde conserva el carnet de un congreso de Nuevas Generaciones del PP al que asistió en 2019. “Líderes del mañana”, reza la identificación colgada de una percha.

Juan del Canto y Jaime Gutiérrez fueron los alcaldes más jóvenes que tomaron posesión del cargo en España en 2019, según los datos ofrecidos por los principales partidos. Ambos nacieron en el año 2000, aunque Del Canto es un poco mayor al cumplir en enero. Gutiérrez, regidor por el PSOE de Arroyo de las Fraguas (23 habitantes, Guadalajara), no repetirá en las listas socialistas el 28-M. Los dos son ediles sin dedicación exclusiva y no cobran ninguna retribución. En el caso de Del Canto, pretende forjar su vida en Villalazán, y su implicación como alcalde, asegura, es total en aras de mantener a flote el municipio.

“Mira, podría hacer solo esto si quisiera”, asegura el veinteañero mientras confirma por teléfono, con la secretaria del Consistorio, la convocatoria del pleno municipal. Pero él no quiere limitarse a convocar plenos y firmar documentos. “Depende de ti implicarte más o menos”, añade. “Le viene de raza”, apunta su abuelo, Antonio Sevillano, de 92 años. El bisabuelo paterno de Del Canto fue el último alcalde republicano de Villalazán, “de izquierdas”; el materno, regidor con la dictadura. Sus padres “son de derechas”, explica el propio Del Canto. Él acabó en el Partido Popular y, como la mayor parte del pueblo, su familia se dedica a la agricultura y a la ganadería: “Siempre mirando al cielo”, suspira Sevillano bajo un sol de justicia a finales del mes de abril.

Del Canto combina las ocupaciones de la alcaldía con el trabajo en la empresa agrícola de sus padres. Sus aficiones son el campo y los caballos. Ve series en Netflix y apenas lee. “Solo el Boletín Oficial de la Provincia y el periódico La Opinión de Zamora”, reconoce.

En Villalazán no hay tiendas. En su lugar, vendedores ambulantes acuden periódicamente para surtir a los vecinos. Es jueves de venta de productos de limpieza y la furgoneta que viene una vez al mes desde Zamora ocupa buena parte de la plaza. Hasta allí se acercan en un trasiego constante los villalacinos a por fregonas, cubos, bayetas... Entre los clientes está Elena González, que afirma que votará a Del Canto el 28 de mayo. “Pone interés. Se nota que le gusta y se desenvuelve bien. Es mejor que sea tan joven”, dice la mujer, de 64 años. Entretanto, el alcalde no para de atender requerimientos de los vecinos sobre uno u otro asunto, desde completar unos documentos a buscar las llaves del albergue para unos turistas.

Unos metros más abajo, una decena de trabajadores municipales se afana en el cuidado de los jardines. Consiguieron el empleo mediante un programa regional que solicitó el regidor. “En un primer momento, sí pensamos que Juan era joven para ser alcalde. Pero ha sido una alegría, ha levantado el pueblo”, opina Marta Espinosa, de 34 años, beneficiaria del proyecto. La localidad ha perdido en la última década el 21% de su población, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).

En España hay otros alcaldes jóvenes veinteañeros. Es el caso de Juan Carlos García, regidor por Podemos de Fuentecantos (67 habitantes, Soria), de 24 años; o Jordi Forné, alcalde de ERC de Alfara (359 censados, Tarragona), nacido en 1996. En los últimos días, un vídeo del coordinador general del PP, Elías Bendodo, junto al candidato del PP a la alcaldía de Zumárraga (9.636 residentes, Gipuzkoa), Jon Echeverría, de 18 años, ha generado polémica en redes sociales precisamente por su extraordinaria juventud.

En uno de los dos bares de Villalazán, el restaurante Avenida, su dueño reflexiona sobre la madurez de Del Canto. “Hay que darle una oportunidad a todo el mundo. Si siempre te piden experiencia, como pasa en muchos trabajos, nunca lo puedes hacer”, sostiene Sebastián Vaquero, de 59 años. “A nosotros nos ha ayudado en todo lo que ha podido. También durante la covid”, subraya el hostelero, que votará al joven alcalde sin fijarse en las siglas del PP: “En los pueblos importa la persona”.

En las elecciones de 2019, el pueblo prácticamente se dividió: 127 vecinos votaron al PP y 112 respaldaron a Ahora Decide, el partido de la anterior alcaldesa, que previamente había ocupado la alcaldía con el PSOE durante casi tres décadas. Pero, cuatro años después, Ahora Decide ya no se presenta a los comicios, y durante una jornada entera en la localidad resulta difícil encontrar un vecino descontento con la gestión de Del Canto. “La juventud está con él. Perdió dos años por la pandemia. Tiene que seguir luchando por que la gente se siga quedando”, dice Juan Carlos, de 55 años. Todos los consultados aseguran que le votarán en las próximas elecciones municipales, en las que, por otra parte, apenas tendrá contrincante. Solo hay otra candidatura, una lista del PSOE formada por personas ajenas al municipio y a la que la mayoría de los vecinos consultados augura la derrota.

Quien ya adelanta que no apoyará a Del Canto es uno de los tres concejales de Ahora Decide, Alcides Marcos, de 71 años, por diferencias ideológicas. “No es de mi agrado. Es verdad que ha tenido ideas, pero le dejamos el Ayuntamiento con las arcas llenas”, apunta este funcionario de Correos, ya jubilado, en la puerta de su casa. En este primer mandato, el alcalde Del Canto ha impulsado obras en varias calles, construido una nueva depuradora para sanear las aguas contaminadas —”el primer gran problema” al que se enfrentó— y ha diseñado un calendario casi ininterrumpido de actividades de ocio y cultura para jóvenes y mayores. “Ha creado hermandad”, coinciden, con distintas palabras, varios vecinos. El próximo 28 de mayo vuelve a examinarse.