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Un supervisor del 112 desvela a la jueza de la dana que la Generalitat conocía el riesgo del Poyo a partir de mediodía

El testigo asegura que informaron a la exconsejera Salomé Pradas de que había rescates en zonas donde no llovía

Un trabajador del 112 —la centralita telefónica de la Generalitat Valenciana— ha desmontado este lunes ante la jueza de Catarroja (Valencia) que investiga la dana, Nuria Ruiz Tobarra, la teoría del apagón informativo. Una tesis, aireada con vehemencia por el Consell y el PP durante un año, que sostenía que si la administración autonómica no actuó antes y mejor en la gestión de la tragedia fue porque organismos estatales, como la Confederación Hidrográfica del Júcar (Chj) o la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), no reportaron con antelación la magnitud de la tromba que dejó 229 muertos el 29 de octubre de 2024 en Valencia.

Néstor García, supervisor del 112, ha declarado ante la instructora que el flujo de llamadas de la centralita —que el día de la catástrofe recibió casi 20.000 comunicaciones— actuó como termómetro de la evolución de la dana. Y que los dos ex altos cargos de la Generalitat investigados —la exconsejera de Justicia e Interior Salomé Pradas, y quien fuera su segundo durante la riada, Emilio Argüeso— conocieron el riesgo del barranco del Poyo, detonante de la desgracia, tras visitar el edificio de emergencias de L’Eliana (Valencia) pasadas las 13.00 horas del día de la tromba, según indican a EL PAÍS fuentes presentes en su declaración.

Jorge Suárez, subdirector de Emergencias de la Generalitat, también fue consciente de este peligro a esa hora, según García, que, al comparecer como testigo, tenía la obligación de decir la verdad.

El relato de García coincide con los nuevos vídeos aportados a la investigación que fueron grabados por Emergencias en el edificio del 112. Las imágenes muestran a empleados de Ilunion, compañía que gestiona la centralita, relatando a Pradas los problemas de la lluvia durante la mañana. La exconsejera, según el metraje, se refiere a Poyo, después de las declaraciones de las alertas hidrológicas en esta rambla y en el río Magro.

El testigo ha explicado que, que esa mañana, recibieron peticiones de rescate de zonas donde no llovía, como Aldaia o Quart de Poblet.

A partir de las 16.40, el 112 recibió decenas de llamadas desde municipios como Chiva y Cheste, donde nace el barranco del Poyo. Pese a esta información, la Generalitat no envió el mensaje masivo a móviles para informar a la población de la magnitud del temporal hasta las 20.11 horas, cuando la mayoría de los desaparecidos ya había muerto. La jueza estima que, si esta notificación se hubiera enviado antes, se habrían salvado vidas. Y ha situado el mensaje, conocido como Es Alert, en el epicentro de sus pesquisas, que suman ya más de 42 tomos de sumario.

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