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Juan Bordera, miembro de la flotilla: La sociedad civil “debe seguir movilizándose” para presionar a los gobiernos

El parlamentario valenciano denuncia maltrato físico y psicológico durante su detención ilegal en una cárcel israelí

Juan Bordera, diputado de Compromís en las Corts Valencianes, regresó anoche a Madrid después de su retención ilegal en una cárcel de Israel por participar en la flotilla de la Global Sumud que se dirigía hacia Gaza para entregar ayuda humanitaria. Explica que ha compartido una celda de 20 metros cuadrados con otros 13 compañeros retenidos; y denuncia maltrato físico y psicológico. Bordera sabe que algunos de los compañeros que continuan encerrados allí están en huelga de hambre y “la preocupación por su salud es máxima”, sobre todo, por la mala calidad del agua dentro de la prisión. E insiste, después de haber dormido apenas tres horas: “Cuando se sepa realmente la dimensión de este genocidio, la gente que le ha estado lavando la cara al Gobierno de Netanyahu, va a tener que taparse las vergüenzas”, afirma rotundo desde un parque de Valencia, donde ha hecho declaraciones a los medios de comunicacion.

El parlamentario valenciano considera que la atención consultar de España a los retenidos ilegalmente ha sido “lo más digna que han podido, pero aun así insuficiente”. Él no la recibió, pero sí contó con la asistencia de un grupo de abogadas palestinas. Pide a la sociedad civil que siga movilizándose en las calles. “La solución a este genocidio parte de la sociedad civil, como se ha demostrado con la huelga general en Italia, que ha obligado a su gobierno a lanzar un primer barco, luego llegó otro español y el gobierno turco envió drones para proteger a la flotilla ante los primeros ataques”, ha remarcado Bordera, que insiste: “La sociedad civil debe seguir empujando a los gobiernos a actuar porque lo que se está viviendo allí es un genocidio indescriptible”.

Horas después de su liberación y llegada a España y a su casa en Valencia tiene sensaciones contradictorias. Está feliz porque ha regresado a casa, por un lado; y por otro continua la preocupación por los 28 compañeros que siguen allí encerrados. “Ha sido una pesadilla, hemos sufrido acoso, violencia física, rifles apuntándonos, perros a punto de lanzarlos contra nosotros. Agua no potable, alimentos caducados...”, describe.

“A mí, por ejemplo, me han dado un golpe en la costilla [todavía no ha tenido tiempo de ir al hospital para revisarse]. Sé de un compañero al que casi le han roto un brazo. Y hay personas a las que les han pegado más golpes. Con el tiempo se verá hasta qué punto ha sido violencia física dura. Y la psicológica ha sido aun peor, con un trato totalmente vejatorio, sin dejarnos dormir. Decían que no merecíamos atención sanitaria porque éramos animales”, y recuerda que tuvieron que presionar para que le dispensasen insulina a un compañero de 80 años diabético.

Bordera aboga por una respuesta más clara de los gobiernos contra Israel y más presión internacional, no solo del Gobierno de España, contra la actuación del gobierno de Netanyahu. Y pone negro sobre blanco que que el Gobierno de Italia ha sido el primero en repatriar a sus ciudadanos “no es casualidad, porque el Ejecutivo de Meloni es aliado de Israel y el Gobierno de España no lo es, y eso al menos hay que reconocérselo, ha habido diferencia de trato.”, señala. Los primeros en salir fueron los italianos, luego los de Malasia, los británicos fueron los siguientes “y luego nos ha tocado a los españoles”, explica.

No duda ni un segundo en responder que volvería a embarcarse en la flotilla mañana. “Creo que lo que se ha hecho era un paso imprescindible pero no suficiente y si hay que volver, se volverá a ir. De hecho, hay ocho barcos de otra flotilla, que acaba de salir y que va a llegar en los próximos días, aunque probablemente sean interceptados en aguas internacionales, vulnerando las leyes internacionales. “Esto es un peligro, no solo para la población palestina, o para la flotilla. Si permitimos que Israel se salte la legalidad internacional, otro país dirá: ‘yo también puedo’. Es una situación que ademas de afectar al pueblo palestino afecta a todos los países del planeta”, agrega el parlamentario.

Bordera insiste en la importancia de que continue la presión de la sociedad civil y reclama la mejor coordinación internacional posible. “Los datos de las víctimas en Gaza están infracontados. La relatora especial de la ONU Francesca Albanese tiene estudios que apuntan a que las cifras reales de muertos son 10 veces mayores que las oficiales”, alerta.

El diputado cuenta que algunos de los barcos que formaban la flotilla pudieron lanzar al mar los cargamentos de ayuda humanitaria —“Ojalá hayan llegado a las costas”, dice— pero apunta que lo urgente es abrir un corredor humanitario, una responsabilidad que no debería recaer sobre la sociedad civil sino sobre los gobiernos". “La sociedad civil no puede arriesgar su seguridad, tiene que ser la comunidad internacional la que lidere un corredor humanitario estable, permanente, que permita que la ayuda llegue a los gazatíes, no a las manos del gobierno israelí, que la utiliza como cebo para matar a la gente”.

Reconoce que los miembros de la flotilla han temido por su vida durante el abordaje y, sobre todo, después. “El abordaje lo hizo el ejército [israelí] pero sabían que estaban siendo grabados por las cámaras de los distintos barcos y fueron bastante dignos; era una parte de su campaña de relaciones públicas. En el momento en que ya no eran grabados, empezaron los golpes por parte de la policía de Israel, los maltratos psicológicos, las vejaciones, la comida caducada, la falta de asistencia médica. Si le hacían eso ”a parlamentarios, europarlamentarios, y gente con mucho altavoz como Greta Tumberg, que no le harán a gente sin nombre y sin documento de identidad del pueblo palestino.

Bordera ha abogado por dejar solo a Israel como se hizo con Sudáfrica cuando el apartheid. “Europa está siendo muy cómplice, precisamente porque tienen relaciones económicas importantes con Israel, que se tienen que cortar lo antes posible. Cuando pase el tiempo se verá con claridad lo que ha hecho el estado genocida de Israel, cuanta gente ha matado impunemente con la complicidad de los gobiernos europeos”, ha denunciado.

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