Los trabajadores de la India, explotados; los de España, con derechos laborales: así operaba una fábrica de artículos de lujo en Elche
La Policía detiene a cinco responsables de una firma que explotaba a empleados extranjeros con largas jornadas de trabajo y los hacinaba en pisos tras quitarles la documentación
La Policía Nacional ha detenido en Alicante a cinco personas, todas ellas de origen indio, por la presunta explotación laboral de parte de la plantilla de la fábrica de complementos de moda de lujo Stalwart, con sede en el Parque Empresarial de Elche (Alicante). Según fuentes cercanas a la investigación, las víctimas, de la misma nacionalidad, eran...
La Policía Nacional ha detenido en Alicante a cinco personas, todas ellas de origen indio, por la presunta explotación laboral de parte de la plantilla de la fábrica de complementos de moda de lujo Stalwart, con sede en el Parque Empresarial de Elche (Alicante). Según fuentes cercanas a la investigación, las víctimas, de la misma nacionalidad, eran captadas en su país de origen, donde se les ofrecía un sueldo de “400 o 500 euros mensuales, aproximadamente el doble de lo que ganarían” en la India. A cambio, participaban en jornadas de “10 a 14 horas diarias” con un solo día de descanso semanal, mientras que sus compañeros españoles, que ejercían las mismas funciones, disponían de condiciones laborales sometidas a la legislación vigente, “como en cualquier firma similar normal”. La operación policial, llevada a cabo por la Brigada de Extranjería y Fronteras de la comisaría de Alicante, se saldó con cinco detenciones entre el 8 y el 9 de octubre; entre los arrestados estaría el propietario de la empresa, Lovy Koshla, según las fuentes consultadas.
La investigación comenzó tras la denuncia de dos de los empleados de origen indio en que relataron sus precarias condiciones laborales. “Los traían engañados”, relatan las mismas fuentes, “con el aliciente de cobrar cerca de 500 euros”, mucho más de lo que cualquier trabajador cobra en la India. Sin embargo, al llegar aquí, “al menos a ocho víctimas”, según las cuentas de los investigadores, se les daba un trato diferencial y abusivo. De lunes a sábado, pasaban jornadas de hasta 14 horas en sus puestos, de los que “solo podían ausentarse 20 minutos para comer”, contaron en sede policial, ya amparados como testigos protegidos. “No los dejaban fumar ni beber y tenían un código de vestimenta, por el que solo podían acudir a la fábrica con pantalones largos y zapatillas”, nunca sandalias. Durante el primer año, “no podían disfrutar de ningún periodo de vacaciones” y, en el caso de que se pusieran enfermos, “les descontaban la jornada de trabajo si se ausentaban”. Y, por último “no se les permitía hablar con los empleados españoles”, probablemente con el objetivo de que no pudieran comparar sus condiciones laborales.
Tampoco durante su tiempo libre podían escapar de la vigilancia de sus empleadores. “Las víctimas eran hacinadas en hasta cinco apartamentos”, todos ubicados en la pedanía ilicitana de Torrellano. “Nada más llegar a España, les quitaban la documentación”, como demostró un registro efectuado en las oficinas de la empresa, donde los pasaportes y otros papeles de las víctimas estaban escondidos en un cajón. No podían moverse con libertad, sino que tenían que informar de sus idas y venidas a los responsables de la firma, “necesitaban un permiso para salir de casa”. “Y algunos de ellos declararon que los domingos tenían que ir a limpiar los coches” de parte de la directiva de la empresa. “Para sus gastos”, continúan, “les daban algo de dinero semanalmente que luego descontaban de su sueldo”. Tras recabar toda esta información, los agentes de la brigada alicantina de Extranjería y Fronteras comenzaron a indagar y descubrieron que otra de las víctimas había interpuesto una denuncia similar en la comisaría de Elche.
Los investigadores cercaron la sede de la empresa, dedicada a la confección, almacenamiento y distribución de bolsos y otros complementos de tela y cuero para firmas como Louis Vuitton, según las fuentes consultadas. Según se informó en su día, Stalwart se estableció en Elche por mediación del Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace) en 2021, en un momento en que la compañía india, que quería ampliar su mercado europeo, encontró grandes problemas de fletes y transporte en general a causa de la crisis pospandémica. En principio, recalaron en el parque industrial ilicitano, situado a un tiro de piedra del aeropuerto de Alicante-Elche Miguel Hernández, con un centenar de trabajadores, aunque con el paso del tiempo fueron anunciando su intención de contratar a unos 500 más, entre ellos, aparadoras del sector del calzado. Según la investigación policial realizada este mes, en la actualidad cuentan al menos con unos 200 trabajadores españoles. No ha trascendido la cifra de empleados indios. Los agentes pudieron constatar también que Stalwart se dedica a la fabricación de complementos de moda y que está subcontratada por empresas de primerísimo nivel “como Louis Vuitton”, dicen las mismas fuentes.
El pasado 8 de octubre se produjeron las primeras detenciones, todas ellas en la sede de la fábrica. Un día después, la policía apresó al quinto detenido en el aeropuerto, al descender de un vuelo. Los cinco tienen edades comprendidas entre 28 y 56 años, son de nacionalidad india y pasaron a disposición de un juzgado de Elche, que tramita las diligencias. Se les acusa de los presuntos delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, contra los derechos de los trabajadores, de coacciones y amenazas y de pertenencia a organización criminal.