Las chispas de una radial originaron el incendio de Penáguila, que evoluciona favorablemente tras quemar unas 300 hectáreas

Las chispas de una radial originaron el incendio de Penáguila, que evoluciona favorablemente tras quemar unas 300 hectáreas

Efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) combaten las llamas del incendio de Benasau (Alicante).UME / EFE

Las chispas de una radial fueron el origen del incendio forestal que ya ha quemado 300 hectáreas en un barranco situado a los pies de la sierra de Aitana, junto a las localidades de Benasau, Penáguila y Alcoleja (Alicante), según ha declarado la delegada de Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé. Los responsables ya han sido identificados y mañana prestarán declaración ante la Guardia Civil. Las condiciones meteorológicas han favorecido las labores de extinción durante toda la noche, aunque no se prevé que el siniestro pueda estabilizarse durante esta mañana, indican fuentes del Consorcio Provincial de Bomberos de Alicante. Cerca de 800 personas, vecinos y residentes vacacionales de Penáguila, siguen desalojados y parte de ellos han pasado la noche en un albergue habilitado por Cruz Roja en el municipio vecino de Benifallim.

El incendio comenzó en torno a las 15.00 horas de este martes, a causa de las chispas de una radial utilizada en unas obras realizadas cerca de la depuradora de Benasau, al norte de Alicante. La abundante vegetación de la zona, en estado extremo de sequedad, alimentó las llamas, que se extendieron rápidamente por el barranco que forma el curso del río Penáguila en su confluencia con el Serpis. Las condiciones meteorológicas, con rachas de 40 kilómetros de viento del suroeste, una temperatura próxima a los 35 grados y una humedad relativa de apenas un 15%, dificultaron inicialmente las labores de extinción, en la que participaron hasta ocho medios aéreos y varios contingentes de bomberos del Consorcio, dependiente de la Diputación de Alicante. Poco después de las 23.00 horas, el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat declaró la situación 2 del Plan Especial Frente al Riesgo de Incendios Forestales (PEIF), que condujo a que el gobierno valenciano solicitara la intervención de la Unidad Militar de Emergencias (UME).

Sin embargo, por la noche ha mejorado la situación, aseguran fuentes del servicio de Emergencias 112 de la Comunidad Valenciana. Pese a que el incendio se ha partido en dos flancos, la intervención de 60 efectivos del consorcio más 35 agentes forestales de la Generalitat Valenciana y 40 miembros de la Unidad Militar de Emergencias (UME) del Gobierno, que se unieron a las 2.00 horas de esta madrugada, está dominando el incendio. “Durante la noche se ha detenido el frente de llama gracias a las condiciones favorables”, confirma César Alcaraz, oficial y portavoz del Consorcio. “El fuego ha ido a menos”, ratifica el alcalde de Penáguila, Salvador Catalá (PSOE), en declaraciones recogidas por Efe.

Finalmente, las llamas no alcanzaron el casco urbano de Penáguila, aunque “faltó poco”, señala Catalá. La situación provocó que la Guardia Civil desalojara la población al completo, los 313 habitantes censados, que pudieron alojarse en un albergue habilitado en Benifallim, y los 500 residentes vacacionales que, según las cuentas del alcalde, multiplican la población en verano y que, en su mayor parte, volvieron anoche a sus residencias habituales de Alicante o Alcoy, principalmente. De momento, según indica la delegada de Gobierno, Penáguila sigue vacía, a la espera de “conocer la evolución del incendio para saber cuándo podrán volver los vecinos a sus casas”.

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