La izquierda valenciana busca nuevos líderes con la amenaza de la división, siete meses después de perder el poder
El PSPV-PSOE encara un congreso extraordinario tras la renuncia de Ximo Puig, Compromís reparte el liderazgo en varios referentes y Podem inicia sus primarias para designar un coordinador
La izquierda valenciana busca nuevos líderes. Siete meses después de perder el Gobierno de la Generalitat, el PSPV-PSOE y Podemos han iniciado su proceso para renovar su dirección, mientras que Compromís ha repartido sus referentes mientras debate su relación con Sumar. No repetirá ninguno de los candidatos que encabezaron las tres formaciones en las elecciones autonómicas de 2019 y que lograron reeditar el tri...
La izquierda valenciana busca nuevos líderes. Siete meses después de perder el Gobierno de la Generalitat, el PSPV-PSOE y Podemos han iniciado su proceso para renovar su dirección, mientras que Compromís ha repartido sus referentes mientras debate su relación con Sumar. No repetirá ninguno de los candidatos que encabezaron las tres formaciones en las elecciones autonómicas de 2019 y que lograron reeditar el triunfo de la izquierda cuatro años antes. El único que ganó votos (con 54.000 más alcanzó el 27,8% del recuento) en los últimos comicios fue el socialista Ximo Puig, expresidente de la Generalitat, pero no fueron suficientes para paliar las caídas de Compromís (90.000 menos, el 14% en total) y Podemos con Esquerra Unida (127.000, el 3,4%). El PP valenciano ganó y fue el primero en cerrar un acuerdo en España con la ultraderecha de Vox tras el 28 de mayo para arrebatar el poder autonómico a los partidos de izquierda, que habían logrado convivir durante ocho años integrados en el llamado Govern del Botànic.
La izquierda sigue purgando esa derrota, con el temor de que las divisiones internas faciliten otro largo ciclo del PP, que gobernó la Generalitat entre 1995 y 2015, tras fagocitar a la que fue su aliada inicial Unión Valenciana. Sin el poder como argamasa, la izquierda inicia una nueva etapa marcada por la renuncia de Puig a presentarse a la secretaría general del PSPV-PSOE, la principal fuerza de la oposición. El calendario de reconstrucción y transición cuanta con una cita ineludible a medio plazo: las elecciones europeas, convocadas del 6 al 9 de junio.
Este próximo lunes, la ejecutiva del partido debía poner la fecha para la celebración de un congreso extraordinario, previsto para febrero. Pero el pasado viernes se aplazó una semana la decisión. Se aludieron motivos de calendario por la inesperada fijación de las elecciones gallegas el 18 de ese mes, pero también se señaló la necesidad de ganar tiempo para acercar posturas entre los nombres que han trascendido con el fin de amasar una candidatura lo más unitaria posible. Ni la ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, ni el secretario general socialista en la provincia de Alicante, Alejandro Soler, ni su homólogo en Valencia y alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, han dado el paso de presentarse oficialmente, marcándose mutuamente, si bien el exalcalde ilicitano es el que más ha mostrado su disposición, incluso a pactar una bicefalia (secretaría general y candidatura a la Generalitat).
Puig apoya a la exalcaldesa de Gandia, que cuenta con el supuesto respaldo in pectore también del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que la reforzó en el último gabinete ministerial al sumarle la cartera de Universidades. Pero en Ferraz, la calle madrileña donde se ubica la sede del PSOE, no quieren señalar directamente a ningún candidato e insisten en que respetará la decisión de los militantes, que fueron los que auparon al líder nacional de los socialistas a los mandos del partido. El pasado viernes, Morant visitó como ministra Elda y Alcoy, con sendos alcaldes socialistas. Lanzó críticas a Carlos Mazón, del PP, y sus políticas, mostrando el perfil de oposición al presidente valenciano y aprovechando la visibilidad de su cargo, uno de los argumentos que esgrimen sus defensores, pero evitó pronunciarse cuando le preguntaron por su candidatura. Recurrió a la socorrida convención de estar siempre a disposición del partido.
Un sector del PSPV incide en que es el momento de que el partido esté liderado por primera vez en su historia por una mujer de 43 años. Otros no descartan ninguna alianza y rechazan de plano que se traslade la idea de “Morant o el caos”. Recuerdan que son los militantes quienes tienen la última palabra, una diferencia importante con respecto a los congresos de finales del siglo XX, sobre todo, y principios del XXI, resueltos por la mínima y en los que se evidenciaron unas cruentas luchas intestinas que ahora una antigua dirigente socialista recuerda como un máster en Geología al comprobar que siempre se podía caer más bajo, hasta el centro de la tierra. El humor, sin embargo, no disuelve la preocupación por la división interna y los llamamientos a la unidad son constantes, sobre todo por parte del aún secretario general socialista Ximo Puig.
En Compromís resulta difícil sustituir el liderazgo claro y fuerte de cara a la ciudadanía que ejercía hasta su dimisión en junio de 2022 la exvicepresidenta valenciana Mónica Oltra. La renuncia llegó tras su imputación en el supuesto intento de encubrimiento del caso de abusos de su exmarido a una menor tutelada cuya instrucción no deja de prolongarse. A ello se suma que otra de sus bazas electorales clave, el exalcalde de Valencia Joan Ribó, haya dado un paso atrás como portavoz municipal para iniciar su retiro. Joan Baldoví cuenta con un amplio conocimiento entre los ciudadanos, pero Les Corts Valencianes, donde ahora es portavoz de su grupo, no son el potente altavoz mediático del Congreso donde se labró un nombre como diputado, ayudado por sus apariciones en La Sexta. Los dos últimos presidentes valencianos, Carlos Mazón, del PP, y el socialista Ximo Puig no se sentaban en la bancada del parlamento autónomo antes de ganar el cargo.
El liderazgo en el seno de Compromís es ahora mucho más compartido y por ello puede quedar más diluido. La marcha de Águeda Micó al Congreso provocó en septiembre su salida de la secretaría general y su sustitución por una persona fiel, Amparo Piquer, mientras el exconsejero Vicent Marzà, otro de los referentes, se emplea como portavoz adjunto en Les Corts y en cuestiones internas. Hay voces en el seno de Més Compromís, una de las patas que conforman la coalición (junto con Iniciativa y El Verds), la más relevante en el número de militantes, que echan de menos la autocrítica, tras perder 90.000 votos, y piden la convocatoria de un congreso también para hablar de la relación con Sumar, objeto de intenso debate. La división interna en Iniciativa se ha evidenciado con la salida del que fuera vicealcalde en Valencia Sergi Campillo, o el frenazo al nombramiento de Irene Gavidia, como nueva directora del Imserso, al no contar con el visto bueno de la cúpula liderada por la diputada autonómica Aitana Más y el diputado nacional Alberto Ibáñez.
El problema de Podem es de diferente índole: se trata de su supervivencia como activo político relevante. La formación en la Comunidad Valenciana inició el pasado 26 de diciembre su proceso asambleario de primarias para elegir la nueva dirección, tras la dimisión de la anterior, encabezada por Pilar Lima, a causa de la debacle electoral. El proceso debe concluir el 2 de febrero y este lunes está prevista la publicación de las candidaturas. María Teresa Pérez, exdirectora de juventud del Gobierno de España, ha hecho pública su decisión de encabezar unas listas y unas propuestas que califica de “renovación”, denominada Parlem clar, Podem. Pérez es una persona próxima a Pablo Iglesias y a la actual dirigente morada Ione Belarra, en cuya dirección ejerce como responsable de Acción Institucional.
Por su parte, Gent de Podem-per un Podem Federal, que anunció que presentaría una lista “alternativa” a la candidatura “oficialista”, concluyó el viernes su propio proceso interno de primarias con la elección de Arantxa Torres, exconcejal de Riba-roja, como aspirante a la coordinación general. Otra candidatura alternativa está liderada por el arquitecto y profesor de la Politécnica Agustín Pérez García, quien encabezó la candidatura de Podemos para la alcaldía de Alzira en las municipales de 2023, Bajo el nombre de Podem Militància PV pretende “rescatar un Podemos con un funcionamiento horizontal”.
El último socio de Podem en las elecciones autonómicas valenciana, Esquerra Unida, heredera directa del PCE, también afronta un congreso en febrero. La actual coordinadora, la exconsejera Rosa Pérez Garijo, debe decidir si se presenta a la reelección en una formación que también debate internamente su relación con Sumar.