El plan de choque de la cultura valenciana incluye la contratación de 1.000 jóvenes profesionales en un año

El consejero de Educación, Cultura y Deportes, Vicent Marzà, aseguró este martes que el Plan cultural estratégico valenciano 2021-2023 “servirá de verdad para fortalecer el sector y recuperarnos como sociedad” ya que sitúa a la cultura como “elemento de trasformación clave y central para salir de la crisis” provocada por la pandemia. Se trata de ...

El consejero de Educación, Cultura y Deportes, Vicent Marzà, aseguró este martes que el Plan cultural estratégico valenciano 2021-2023 “servirá de verdad para fortalecer el sector y recuperarnos como sociedad” ya que sitúa a la cultura como “elemento de trasformación clave y central para salir de la crisis” provocada por la pandemia. Se trata de un plan “ambicioso” para “realmente hacer convulsionar la situación de partida y que el ecosistema cultural salga reforzado” en el plazo de dos años, pero con “medidas de choque de efecto inmediato”. Por ello, “no se le ha denominado recuperemos la cultura, sino Cultura para la recuperación porque será el elemento esencial para mejorar la vida de las personas a través de la salud y bienestar, la inclusión y la recuperación económica”.

Uno de las propuestas más llamativas en la contratación de un millar personas para “la consolidación de una red de recursos de innovación y creatividad para el impulso de la gestión, investigación y mediación cultural”, según señala el documento del plan. “Hasta ahora, las inversiones en equipamientos han sido la parte más importante de la materialización y concentración de las políticas culturales”, argumenta el informe. “Pero numerosos estudios e investigaciones muestran que la inversión en personas y capacidades tienen un mayor efecto transformador y un impacto económico más significativo. Proponemos la contratación de 1.000 personas, durante un año, del mundo del activismo cultural, la creación, la didáctica o la mediación cultural”, añade. El contrato puede ser prorrogado.

Se propone realizar un contrato por cada 5.000 habitantes y las instituciones contratantes serán los Ayuntamientos y las mancomunidades “en el marco del Plan Nacional de Garantía Juvenil al estilo del EMPUJU”, señala el texto, en alusión al programa de la Consejería de Economía relativo a las subvenciones de empleo para la contratación de personas desempleadas menores de 30 años por entidades locales. La coordinación de la red queda en manos la consejería de Educación, Cultura y Deportes, impulsada por el nuevo Laboratorio Valenciano de Cooperación Cultural (LaVaCC), una unidad encargada de coordinar toda la política cultural de la Generalitat.

Marzà presentó este miércoles el documento Cultura para la recuperación, en un acto celebrado en el Palau de les Arts, junto a la secretaria autonómica Raquel Tamarit y Ramón Marradas, integrante del equipo de expertos, ante la presencia de los principales agentes culturales públicos y privados de la Comunidad Valenciana.

No se detalló la inversión prevista en el plan, que será cubierta con el presupuesto de la consejería. El documento recoge tanto las principales demandas el sector como las experiencias innovadoras a nivel mundial que se traducen “acciones concretas, identificables y mesurables”, pero es también un trabajo abierto”. Marzà invitó a los agentes a estudiarlo para poder incorporar sus aportaciones en la redacción final.

Marzà explicó que a la vez que “se atendía la emergencia” por la covid con “medidas paliativas” llevan trabajando en este documento los últimos seis meses para “parar la dictadura de la inmediatez y saber a dónde queremos ir”. En ese sentido, rechazó la vuelta a la normalidad anterior tantas veces reclamada durante la pandemia. “Qué normalidad anterior, la de la precariedad de unas estructuras sin músculo y la de una Cultura que era un elemento circunstancial, débil”, cuestionó. Defendió “poner en práctica lo que se comprobó durante el confinamiento, cuando la sociedad recurrió a la cultura y se demostró que es un bien esencial para la salud y el bienestar de las personas”.

Marzà señaló que “público y creadores son los dos pilares para relanzar la cultura”. Así, “se pasa de pensar en el público como mero consumidor a que sea parte activa teniendo en cuenta la inclusión y el equilibrio territorial”. En cuanto al papel de los agentes culturales y creativos, se apuesta por “rescribir los campos de la producción cultural en vivo y propiciar nuevos espacios de expresión para los diferentes colectivos profesionales”.

Una de las líneas se basa al optimizar el uso de los recursos disponibles para racionalizar y ampliar los que se destinan a la acción cultural e introducir elementos de innovación. Así, se prevé que en este periodo al menos el 35% de las ayudas se adapten a las nueva fórmula de convocatoria plurianual, se revisará el Circuit Cultural Valencià para convertirlo en un laboratorio de experimentación y difusión y se redactará un programa de creación y ampliación de públicos de la cultura.

Plan de formación

Además, se potenciará la profesionalización de los agentes culturales y creativos valencianos con medidas como la revisión del modelo de ayudas, la asistencia a la internacionalización y un plan de formación que permita la actualización de conocimientos y el aprendizaje de nuevas estrategias.

Las líneas de actuación se concretan en ocho acciones de impulso: la creación del Laboratorio Valenciano de Cooperación Cultural (LaVaCC), una unidad encargada de coordinar toda la política cultural de la Generalitat; el Plan de fomento de la formación a agentes culturales públicos y privados; la reconfiguración de las ayudas al sector y la creación de la Plataforma para la internacionalización para el acompañamiento a los sectores en la conexión con las redes europeas e internacionales.

Por último, se creará un Programa de creación, formación y ampliación de los públicos; el contrato con la cultura basado en la consolidación de una red de recursos de innovación y creatividad para el impulso en la gestión, investigación y mediación cultural; la potenciación de residencias creativas en centros de enseñanza; y el impulso de nodos de innovación cultural y creativa.