Collboni pierde la cuestión de confianza y reta a la oposición a proponer otro alcalde
Si el resto de partidos no consigue una mayoría, los presupuestos de 2026 quedarán aprobados automáticamente
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha perdido este miércoles la cuestión de confianza y, acto seguido, se ha puesto en marcha el cronómetro para buscar una alternativa de gobierno en el plazo de 30 días. En caso de no conseguir la suma alternativa, se aprobaría de forma definitiva el presupuesto de 2026. Este mecanismo solo se puede utilizar dos veces por mandato (y no puede hacerse en el último año) y Collboni ya lo utilizó en marzo de 2024. El alcalde se ha sometido al pleno extraordinario sabiendo que iba a perder la votación. Solo ha contado con los votos a favor del PSC y ERC (15 votos), se ha abstenido BComú (8 votos porque no estaba en el pleno Janet Sanz al encontrarse enferma) y la derecha: PP, Vox y Junts (17) ha votado en contra. A las 10.20 ha perdido la votación y ha comenzado a avanzar el cronómetro que deja, ahora, la pelota en el tejado de la oposición. Tienen 30 días para conseguir una mayoría y encontrar un sustituto al alcalde, algo que con la aritmética que existe en el pleno y los antagonismos entre fuerzas es totalmente imposible. Si la oposición no consigue una mayoría alternativa antes del 29 de diciembre, los presupuestos quedarán automáticamente aprobados y el socialista seguirá como primer edil.
En el pleno de este miércoles, el alcalde no ha dudado en afirmar que cualquier suma entre la oposición es imposible y ha asegurado: “El 1 de enero la ciudad tendrá los presupuestos más expansivos de su historia. Todo ello, sin subir los impuestos ni a familias, ni a pymes ni a autónomos”. Collboni ha mantenido que gracias a estas cuentas se “garantiza el derecho a quedarse en Barcelona” y se darán más oportunidades económicas y se construirá una ciudad más habitable.
El debate entre las diferentes formaciones políticas ha sido tenso. El teniente de alcalde de economía, Jordi Valls, ha defendido la necesidad de aprobar un presupuesto de 4.180 millones de euros que representa “una mayoría progresista y que choca contra la coalición del no, formada por Vox y PP con la colaboración de Junts”.
El líder de Junts, Jordi Martí, ha sido muy crítico con Collboni: “Usted no tiene la confianza de la ciudadanía. Se ha presentado a dos cuestiones de confianza y a una tercera en las elecciones. No ha obtenido nunca la confianza. Usted es alcalde solo por un pacto anti Xavier Trias”. Martí ha dibujado una ciudad donde los barceloneses “no piden ni el menú del día”. Una capital catalana con asentamientos con menores, mercados de la miseria… “Sus políticas de vivienda han reducido la oferta y expulsado jóvenes y talento de la ciudad. Su receta en política de vivienda es más colauismo. Barcelona pierde con ustedes”, ha concluido.
La líder de BComú, Janet Sanz, no ha acudido al pleno estaba enferma y, según ha sabido EL PAÍS, no ha podido votar en remoto como quería hacer. En su lugar, la concejal Gemma Tarafa ha advertido de que su formación se abstendría ya que el equipo de gobierno no ha luchado contra “parásitos como los operadores turísticos, franquicias y especuladores”. Tarafa ha acusado a Collboni: “La ciudad votó izquierdas. Tiene el resto de mandato para mirar, de una vez, hacia la izquierda”. Jordi Castellana, de ERC, se ha posicionado a favor de aprobar los presupuestos de Collboni, mientras que Daniel Sirera, del PP, ha acusado al primer edil de “renunciar a gobernar a todos los barceloneses”. A diferencia de BComú, el líder del PP ha acusado al equipo de gobierno de “solo mirar hacia la izquierda” y construir muros contra el resto de formaciones. “Gobernar esta ciudad no debería ser una lucha de trincheras. Esta a tiempo de dejar de gobernar solo para los suyos y gobernar para todos”, ha concluido.
La ultraderecha de Vox ha aprovechado su intervención para volver a culpabilizar a los migrantes de la inseguridad en la ciudad. El líder de los ultras, Gonzalo de Oro-Pulido, ha asegurado que Barcelona es “la capital de la delincuencia” y ha mantenido que de nada sirve el presupuesto ante una ciudad “insegura y tercermundista”.
En un segundo turno de intervenciones, Jordi Valls ha recordado que “la oposición también tiene la obligación de llegar a acuerdos” y ha defendido que el gobierno seguirá trabajando para “frenar las políticas de odio, la fractura social y la discriminación”. Martí ha cargado contra ERC por apoyar al gobierno de Collboni. Tarafa ha animado al primer edil: “¿Cómo quiere acabar el mandato con inacción o con políticas valientes? Todavía tiene tiempo de subirse al tren y mirar a la izquierda”.
El plazo para encontrar una mayoría alternativa al gobierno del PSC ha comenzado este miércoles y finalizará el 29 de diciembre. Si las formaciones no los consiguen, Collboni habrá aprobado los presupuestos más expansivos de la historia de la capital catalana.