Cae una red que cobraba hasta 15.000 euros a migrantes ‘sin papeles’ para obtener el permiso de residencia
La organización facilitaba parejas de hecho ficticias y empadronamientos falsos a extranjeros, a los que también alojaba en condiciones indignas
La Guardia Civil ha desmantelado una de las muchas organizaciones que tratan de sacar provecho económico del sufrimiento de los migrantes. Siete personas han sido detenidas en Barcelona y su área metropolitana por cobrar hasta 15.000 euros a extranjeros a cambio de facilitarles la obtención del permiso de residencia. El grupo criminal buscaba parejas de hecho ficticias y elaboraba documentos de empadronamiento falsos para que los inmigrantes sin papeles pudieran solicitar, supuestamente con más garantías de obtenerlo, el permiso para vivir legalmente en España.
Siete miembros del grupo han sido detenidos en Barcelona, Castelldefels y Badalona, mientras que otros diez tienen la condición de investigados. El juez que instruye el caso les atribuye los delitos de pertenencia a organización criminal, favorecimiento de la inmigración irregular, falsedad documental, usurpación de estado civil y blanqueo de capitales.
La investigación comenzó a finales del año pasado, cuando se detectó un aumento del número de parejas de hecho con sospechas de irregularidades en la provincia de Barcelona. El grupo captaba a migrantes en situación de vulnerabilidad y les ofrecía supuestas parejas de hecho como fórmula para poder solicitar el permiso de residencia. Los detenidos falsificaban los documentos o bien usurpaban la identidad de mujeres residentes en España.
La organización se encargaba también de alojar a los migrantes en lugares insalubres, incluidos armarios y espacios muy reducidos donde se instalaban pequeñas camas o sofás, según las imágenes distribuidas por la Guardia Civil. El grupo, sostiene el comunicado difundido este domingo, “exponía a los extranjeros en una situación de extrema precariedad”. El objetivo era regularizar, a cambio de dinero, la situación de estos extranjeros tanto en España como en países europeos (Alemania, Francia o Bélgica), según la documentación que manejan los investigadores.