Unas 600 personas se manifiestan en Ripoll contra las políticas de la ‘ultra’ Sílvia Orriols
La protesta ha transcurrido sin incidentes y bajo la atenta mirada de la líder de Aliança Catalana
Unas 600 personas, según la policía, se han manifestado este domingo al mediodía en Ripoll (Girona) contra las políticas impulsadas por la alcaldesa ultra del municipio, Sílvia Orriols. La concentración, impulsada por colectivos antifascistas, ha discurrido sin incidentes y en medio de un amplio dispositivo de seguridad de los Mossos d’Esquadra. Llegados de distintos puntos de Cataluña, los manifestantes han coreado consignas contra las políticas represoras que, a su juicio, ha llevado a cabo Orriols desde que en junio del año pasado se convirtió en alcaldesa bajo la marca de Aliança Catalana. La policía local ha rebajado a 250 el número de asistentes, que los organizadores han elevado a un millar.
La protesta ha comenzado en la plaza del Ayuntamiento y ha recorrido las calles del municipio hasta el domicilio de la también diputada en el Parlament Orriols, que ha estado presente a escasos metros de los manifestantes. La alcaldesa había arremetido la víspera contra una acción protagonizada por “forasteros” que, en su opinión, pretende “cuestionar el voto de los ripolleses”, que en las municipales de 2023 situaron a Aliança como la fuerza más votada. “El equipo de gobierno ha estado al pie del cañón, defendiendo la máxima institución ripollesa de cuatro inútiles totalitarios que han venido a cuestionar la democracia y el cumplimiento de las ordenanzas municipales”, ha escrito en un mensaje en X.
La chispa que ha encendido la protesta ha sido el cierre temporal de un casal popular, La Metxa, ordenado el pasado mes de mayo por el consistorio con el argumento de que suponía un riesgo para la “seguridad y la convivencia”. Tras presentar las alegaciones oportunas, el local —vinculado a la izquierda independentista— ha logrado reabrir las puertas este septiembre. Sin embargo, los expedientes y las multas abiertos a varios de sus miembros y también a otros activistas locales de izquierdas llevaron a sus responsables a convocar una manifestación en Ripoll, epicentro del auge de la extrema derecha independentista en Cataluña. “Nos oponemos a la retórica fácil que la extrema derecha está intentando hacer calar en Ripoll y en todos los sitios”, ha dicho Joana Ortega, portavoz de La Metxa.
“Contra el fascismo, acción directa”, “Ripoll antifascista” o “quien siembra la miseria, recoge la rabia” son las consignas que se han repetido a lo largo de la marcha, que pese a la alta tensión ha acabado sin incidentes. Una vez acabada la manifestación, se ha producido un ataque a la sede de Aliança en el municipio, que ha aparecido con diversos vidrios rotos, según medios locales.
A medida que la comitiva avanzaba por las calles de este pueblo de 10.000 habitantes, algunos vecinos, en especial aquellos de origen extranjero que se sienten señalados por Orriols, se han sumado a ella. Es el caso de Faissal, quien ha denunciado que lleva “dos meses y medio esperando para hacer el padrón” a sus hijos, llegados de su país por reagrupación familiar. “Sin padrón no tienen tarjeta sanitaria ni nada. Y como yo llevo siete años aquí instalado, trabajando y con todo en regla, no tengo ayudas. Y esto pasa en Ripoll, no sé por qué hace la alcaldesa”.
Las trabas burocráticas han sido una de las medidas más polémicas impulsadas por Orriols. Con el tiempo, grupos de izquierdas del municipio han denunciado también que son víctimas del hostigamiento municipal con la imposición de multas y sanciones. Por ejemplo, por enganchar carteles para protestar por la decisión de la alcaldesa de censurar el cartel ganador de las fiestas locales, en el que se veía a una chica luciendo un velo islámico.
Los musulmanes se sienten en el ojo del huracán en un municipio donde el islam es un asunto sensible: aquí nacieron y crecieron los jóvenes que cometieron los atentados de Barcelona y Cambrils de 2017, una herida que Orriols ha utilizado en su favor para conseguir el apoyo popular. Ali Yassine, presidente de la comunidad islámica Annour —donde daba los sermones el imán Abdelbaki Es Satty, que radicalizó a los jóvenes de Ripoll— ha estado presente en la marcha de rechazo a Aliança. “La extrema derecha no tendrá sitio en este mundo. Seguiremos luchando y defendiendo nuestros derechos”.